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>>—No dejare que nadie más te lastime. —James lo envolvió en un abrazo protector donde la cabeza del adolescente quedaba a la altura del pecho del oficial. —Prometo que todo estará bien...<<

Peter recordaba ese momento y lo repite en su mente casi como mantra para conseguir que la calma aun persista en el pero solo le funcionaba cuando se encontraba solo en el sótano donde lo habían dejado. Aun podía recordar con vividez el momento exacto en el habían llegado por él.

>>— ¿Cómo me encontraste? —pregunto con miedo en su voz, Rumlow estaba frente a el sentado en el borde de la cama del motel donde se supone que lo estaban escondiendo. Peter había sido tomado como testigo protegido por el detective de narcóticos que creía que podía ser de ayuda para encontrar al cartel de Rumlow y con suerte tal vez también podían dar con el de Zimo. — ¿Dónde está Steve? —se alarmo inmediatamente cuando noto que las manos del traficante aún estaban manchadas de sangre, al menos Bucky se había ido desde temprano a la jefatura.

—Aún está vivo si es lo que te preocupa. —respondió mirándolo con interés. —Ángel mío, deberías saber que este es uno de mis territorios. —Al escuchar eso Peter sintió como le faltaba el aire, ningún lugar era seguro para él. — ¿Dime este es el oficial que te gusta? —pregunto molesto.

— ¿Dónde está Steve? —ignoro totalmente la pregunta de Rumlow.

—Inconsciente en el pasillo, tus eres el que decide si vive o muere. —sonrió divertido al ver como el rostro de Peter irradiaba miedo.

—Rumlow, por favor. —gimoteo Peter.

—Las cosas serán así ángel mío, vienes conmigo sin pelear y el oficial vive. —saco una pistola de su chaqueta y la miro como si fuera la respuesta a todo. —O lo mato y tú vienes conmigo a la fuerza.

—Iré contigo. <<

Unas horas después de haber logrado conciliar un poco de sueño Rumlow había ingresado al sótano para cerciorarse que Peter estaba bien, con el llevaba una caja con regalos para Peter como si eso recompensara todo lo que le estaba haciendo.

—Ángel mío despierta. —Rumlow sacudió un poco al castaño para poder despertarlo totalmente.

—Buck...—murmuro adormilado, el traficante frunció el ceño molesto pero trato de controlarse.

—Despierta. —hablo con molestia, su voz resonó en la habitación e hizo un rasposo eco en el sótano que logro de terminar de despertar a Peter.

—Rumlow, ¿Qué quieres? —pregunto reincorporándose.

—Te he traído algo. —le dijo extendiéndole una caja, el menor la tomo curioso y al abrirla noto que en ella había un paquete de chocolates, un libro y un reproductor de música.

— ¿Acaso tratas que mi secuestro sea más agradable? —pregunto Peter con clara indignación en su voz, iba decir algo mas pero el puño de Rumlow impacto contra su rostro.

— ¡Te he dicho miles de veces que no me respondas así! —tomo a Peter de las manos y lo obligo a ponerse boca abajo.

— ¡No por favor! —los ojos chocolates de Peter comenzaban a lagrimar. — ¡Por favor! —sus fuertes sollozos no se hicieron esperar así como Rumlow tratando de callarlos a golpes. — ¡Lo siento! —se disculpó al instante de sentir como el mayor sujetaba sus manos con una soga.

—Haces que me descontrole en todos los sentidos. —lo sujeto del cabello para levantar su cabeza y besar su mejilla. —Entiende que no quiero terminar matándote a golpes, no se me controlar y tú lo sabes. —con su mano libre trato de bajar el pantalón de Peter, y este solo se limitó a sollozar...

Mientras tanto al otro lado de la cuidad estaba James Barnes sin su uniforme de oficial esperando a alguien fuera del famoso bar de mala muerte de Weasel.

—Debes de estar desesperado para venir aquí. —dijo un hombre acercándose a James con una cerveza en la mano. —Los hombres de traje azul tienen una tarifa más alta.

—Pagare lo que sea. —respondió James encendiendo un cigarrillo, en estos momentos era lo único que apaciguaba su impotencia. — Tengo la sensación de que el la está pasando peor de lo que mis compañeros creen.

—Si se trata de Rumlow, las cosas siempre se ponen peor. —torció la boca y le dio trago a su cerveza. —Dime a quien tengo que encontrar.

—Su nombre es Peter. —dijo mostrándole la foto que le habían sacado el día que lo arrestaron. El joven mercenario abrió sus ojos desmesuradamente de la impresión de ver quien era su objetivo.

—Encontrare a ese hijo de puta y le cortare la garganta con una katana. —Wade lanzo con furia la botella de cerveza a la pared. —Lo encontraremos vivo.

¡Hey Buck!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora