La vida de Camila

6.

Llegamos a mi casa, me sentía sumamente nerviosa, abrí la puerta, debo confesar que me temblaban las manos, la invite a pasar, me di vuelta y cerré la puerta, sentí sus brazos rodear mi cintura y su boca pegarse a mi cuello dándome pequeños besos, eso era algo que debilitaba mi juicio, al llegar a mi oído me susurro <<No podía esperar más para estar así contigo princesa>>, me sonroje un poco, tomé sus manos y la guie hasta mi habitación, ella era muy tierna, me daba besos en el cuello, lamia el lóbulo de mi oreja, pero tenía miedo, miedo de no llenar sus expectativas, seguro una mujer como ella había estado con muchas mujeres con experiencia, y yo? bueno yo solo tuve un par de experiencias escolares y nadamas, en verdad me sentía aterrada y ella terminó por notarlo.

- Princesa, estas bien? si no estas segura de hacer esto, lo entiendo de verdad, yo solo quiero que te sientas cómoda.
- No, no es eso, es solo que...
- Es solo que... que princesa?
- Que... me da miedo el no gustarte.

Me sentía tan insegura, como nunca antes en mi vida, en que momento me llegó a importar tanto la mujer que me abrazaba en ese momento. Ella comenzó a besarme de una forma más tierna aún, y me susurro al oído que lo haría con delicadeza.

En ese momento, cerré mis ojos, inhale profundo para relajarme, mientras Serena me seguía besando el cuello,sentía como se erizaba cada centímetro de mi piel. Serena lo notó y sonreía de forma picara mientras subía a mi boca, yo la mire fijamente al sentir su lengua lamiendo mis labios, los separe un poco para dar paso a su dulce lengua, poco a poco me iba recostando más en la cama.
Serena con su mano derecha me tomaba de la cintura y yo con mi mano izquierda comenzaba acariciar su espalda, sentía su pecho sobre el mío y no se si era mi corazón o el suyo el que sentía en ese instante, esto era más de lo que imaginaba, mis dedos sentían su suave piel, era tan hermosa, su aroma era tan embriagador que me hacía volar.

Serena me preguntó: puedo quitar tu blusa? a lo que yo sólo asentí con la cabeza.
Entonces, suavemente iba deslizando mi blusa dejando al descubierto mi bra color vino de encaje que había elegido (claro, debo estar preparada) entonces ella abría sus piernas para acomodarse encima de mí, con sus manos comenzaba acariciar mis senos, me miró y exclamó: princesa, eres tan hermosa- se inclinó y comenzó a besarme, su cabello caía sobre mi rostro, con el pulgar de cada mano, iba abriéndose paso debajo de mi bra, con su dedo índice comenzaba a frotar mis pezones, mi piel estaba ardiendo, no había sentido esta excitación jamás en mi vida.
Con un poco de timidez, rodee su cintura y comencé a subir hasta despojarla de sus prendas, me sorprendí al darme cuenta que no llevaba sostén, pase mis manos suavemente sobre sus pechos, mientras sentía sus labios apretar los míos.

En ese momento, sonaba su celular, desperté del éxtasis de golpe, a lo que ella reaccionó:

- Shh shh, no es nada importante, princesa.
- Quizás es de tu traba... - Serena me callaba con un beso dulce, se acercó a mi oído..-
- Esta noche, sólo somos tú y yo.-me susurro de una forma tan sexual, que me moje aún más-.

Ponía mis manos sobre la almohada y se entrelazaban nuestros dedos, seguimos besándonos y ella comenzaba a moverse lentamente, debo confesar que sus movimientos me hacían desear ponerla sobre la cama y lamer todo su cuerpo, pero temía ser muy tosca.

Poco a poco iban bajando sus labios a mis pechos, pasaba su lengua alrededor de mis pezones, lamía todo mi pecho, solté un gemido y lo que hizo me sorprendió más, metía mi seno en su boca, succionandolo tan exquisitamente, que no podía parar de gemir, me soltó la mano izquierda para acariciar mi cuello, descender a mi otro seno,lo acariciaba mientras seguía besando el otro, su mano descendía más hasta llegar a mis bragas, desabotonaba mi pantalón y con mis manos sólo podía acariciar su hermoso cabello y espalda...