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Tome todo el aire que pude en mis pulmones y exhale todo de golpe, me baje de mi auto, cruce la calle, mis manos me temblaban ligeramente y sudaban un poco,al llegar frente al lugar me di cuenta que estaba cerrada la puerta principal del bar, me iba a dar la vuelta cuando de una pequeña puerta veo salir a ese hombre que me pregunto mi nombre para poder entrar la primera vez que fui, me acerque a él y le pregunte por Serena, él me comentó que ella no se aparecía por ahí más que de jueves a domingo, le agradecí y me diriji a mi automovil de nuevo, una vez dentro me quedé pensando que realmente yo no sabia donde ella vivía, solo me había llevado a casa y a sus oficinas, ella se limitaba a pasar por mi, yo no lo vi mal en su momento, lo tomé como que era una mujer muy atenta pero en realidad yo no tenía ni idea de donde pudiese estar su casa o departamento o donde quiera que viviese, así que no me quedó más remedio que enviarle un mensaje para poder vernos << Hola Serena, será que nos podamos ver hoy?>>, ahora tocaba esperar su respuesta ya que posiblemente tardará por estar el fin de semana incomunicada, arranque rumbo a mi casa, estaba a unas cuadras de llegar cuando escuche como el celular vibraba en el porta-vasos, me detuve y leí algo que me dejo un poquito intrigada <<Claro, necesito platicar contigo de algo preciosa>>, ¿que sería? ¿me daría la cara? ¿confesará todo?, eran demasiadas preguntas que me rondaban por la cabeza, necesitaba despejar mi mente y estar un poco tranquila para ver a Serena. <<Muy bien, pásame por mensaje tu dirección para pasar a buscarte, aprovecho que estoy conduciendo cariño>>, espero ahora pueda sacar un poco de información de su parte ya que siempre es un poco reservada, <<Te parece si nos vemos en ese café, que es como tipo vintage que está cerca del bar, ya que estoy por salir de la oficina>>, ahora si estaba más confundida ya que había estado hace menos de 30min en el bar y ella no estaba ahí.

Me dirigí de nuevo al mismo punto y aparque en el estacionamiento del café, respire profundamente varias veces, más de las que me gustaría admitir ya que me encontraba sumamente nerviosa, me acomode el cabello, no iba tan presentable pero para la conversación que tendríamos no necesitaba mucho preámbulo, baje y camine lentamente a la entrada del café, ella ya se encontraba ahí, estaba preciosa sentada en la última mesa del lugar, muy íntimo, su cabello lo llevaba suelto, leía un libro y tenía una taza de café frente a ella, me arme de valor una vez más para entrar de una vez por todas, me acerque a ella y al sentirme cerca alzó la mirada, en automático se dibujó una sonrisa en su rostro y en el mio

- Hola cariño- dije en tono dulce, para esconder el nerviosismo que sentía, le di un beso en la mejilla.

- Hola Princesa, ¿cómo estás?, ¿dónde has estado estos días mi vida?- tenía una expresión un tanto seria en sus ojos pero no la reflejaba en su rostro. Ahí decidí dejarle una pista para ver qué cara ponía.

- Pues se me da por desaparecer en ciertos días, pero encontré un lugar maravilloso, deberíamos ir ahí cariño, son unas cabañas hermosas, con una vista que te enamoras, por suerte alguien canceló de última hora, me destrozó el corazón porque era un aniversario y se nota que habían pedido muchas cosas especiales para esa velada.- vi su expresión endurecerse y su cuerpo tensarse, ahí decidí arremeter y enfrentar la situación sin más vueltas.

- Serena, lamento que tuvieras que cancelar tu aniversario con esta chica como se llama...- hice como si estuviera tratando de recordar- o si Renata Fiorella- al escuchar esto abrió los ojos como plato y abrió la boca como si fuera a decir algo- no te preocupes de verdad, lo nuestro fue una simple aventura, deberías de buscarla si lo que buscas es no quedarte sola, conmigo jamás pasará.

Estaba hecha realmente una furia pero no quería hacer un escándalo en un lindo lugar como ese, así que decidí levantarme e irme, al hacer esto ella me tomó del brazo y me miró suplicante, yo me zafé de su agarre y salí como alma que lleva el diablo directo al automóvil, todo era verdad, claro que lo era, solo una tonta como yo creería en que fuera una persona con el mismo estúpido nombre, su expresión la delató y no esperaba otra cosa de esto.

La vida de CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora