Pórtico de la casa de Kleo, 2:30 p.m.Fundidas en un beso, Kleo y yo. Después de 10 o 15 minutos besándonos, nos separamos un poco, posé mi mano derecha en sus labios y ella su mano izquierda en los míos, nos miramos y bajamos la cabeza, dimos un paso atrás y estaba a punto de irme, Kleo me tomó de la mano y dijo: ¡Por favor, quédate! ¡Pasa, hice pastel con crema de avellana, también te gusta, anda!. Sonreí y apreté su mano, entrando a su casa y fuimos directo a la cocina.
-Anda prueba- Kleo había cortado un pedacito de pastel y me lo daba en la boca, me sentí completamente diferente en ese momento, jamas me había sentido así estando con Kleo, eran siempre bromas y nos hablábamos un poco rudo regularmente pero en ese momento al comer lo q me estaba ofreciendo y mis labios rozaban con sus dedos, al subir mi mirada directo a sus ojos no me pude resistir, la jalé del cuello para besarla, aún quedaba un poco del postre en mi boca; nos besamos, Kleo me tomaba de la cintura y me ponía contra la barra de la cocina, sus pechos eran muy grandes y al sentirlos rebotar contra mi pecho no voy a negar que me parecía muy excitante, mis manos parecían tener vida propia, la tomaron de su pequeña cintura y sus manos ya estaban frotando mis senos. Nuestros besos se hacían más húmedos, más salvajes; ahora yo la ponía contra la barra y le besaba la nuca, pasando mi mano por su cintura y desabotonando su short, ella volteó su rostro hacia mí, me miró de una forma que no logré descifrar, pero ella me tomó de las mejillas y me acerco a ella para poder seguir besándonos, sin vacilar introduje mi mano debajo de su panti y comencé a estimularla, ya estaba mojada, lo cual hizo todo más sencillo, su vagina era diferente a la de Serena, la de Kleo era pequeña, sus labios muy delgados, dejando su clítoris fácil de estimular, frotaba mis dedos en círculos, Kleo soltaba excitantes gemidos sobre mi boca, moviendo su cadera en movimientos aleatorios, sus nalgas pegaban contra mi vagina y eso me excitaba, al punto de comenzar a gemir al unísono, algo tenían sus besos, su humedad, su cuerpo que me excitaba al instante, era tanto el placer que dejamos de besarnos para solo disfrutar del éxtasis que experimentamos, posé mi mano izquierda en su boca, acariciando sus labios gruesos y a la par seguía estimulando su clítoris, baje un poco más e introduje mis dedos en su vagina, ella suspiraba y decía: "Quiero que me hagas sexo oral, quiero saber que se siente" No sé de dónde tomé fuerzas para cargarla y subirla a la barra, mi juicio estaba nublado completamente, no podía pensar en nada, ni las consecuencias que este arrebato de pasion que sentia en este momento por ella.
Ya en la barra, le abrí las piernas y metí mi cabeza para lamer sus labios, su sabor también era diferente, más suave y me perdía entre sus piernas, Kleo se tapaba los ojos, mientras yo le estaba dando el sexo oral más inesperado, frotaba mi lengua por sus labios y clítoris al mismo tiempo, sus gritos eran más intensos, sus piernas temblaban, hacía pausas para que lo disfrutará más y cuando reanude mis movimientos, comenzó a venirse en mi boca, bebí y sentí sus espasmos en mis labios. En algún lugar de mi mente, no podía dejar de compararlas, Serena aun seguia impregnada en mi a pesar de todo, pero Kleo... en ese momento era completamente mía.
Le di mi mano para que se levantara, y un poco apenada me dio un beso más, pasó su cabeza a mis hombros y con sus piernas me enrollaba de la cintura, sentí su boca.en mi oído susurrando con la voz rasposa: Así que de esto se trata el sexo contigo, es delicioso...quiero más.
Eso logró sonrojarme, esbocé una sonrisa pícara y le dije: ¿Vamos a tu cama? y ella de inmediato contestó Sí, vamos.
Al subir las escaleras que nos llevarían a su cuarto, recordé aquella tarde que sucedió lo mismo con Serena, de repente me sentí fría, me detuve en el quinto escalón, Kleo lo notó de inmediato y no pudo evitar preguntar ¿Pasa algo?, no pude contestarle lo que realmente pasaba así que mentí, le menti por primera vez a mi mejor amiga -No, cariño...todo está bien. Seguí subiendo las escaleras y al llegar a la puerta de su recámara, comenzaba a cuestionarme si esto era correcto, ella era mi amiga, yo no había terminado aún con Serena, tampoco sabía si debía terminar con ella o simplemente olvidar el incidente, al final...ya había terminado todo con la otra ¿no?
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La vida de Camila
RomanceCamila Collins es una mujer que después de la muerte de sus padres, pasa por una severa depresión donde se enfoca en la compañía y deja su vida de lado. Unos años después, ella debe vivir muchas experiencias para poder encontrar a la chica que llene...