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Kleo

Después de que Camila se fue de casa, dejándome muy confundida por su beso de despedida, me vestí sin dejar de pensar en eso, sabía que no podía quedarme con todas esas dudas, me sentía arrepentida por haberme aprovechado de la vulnerabilidad de Camila, pero fue un impulso y la culpa me estaba matando, ella es una de las personas que más me importa, si no que es la única que me importa. Me fui a uno de mis bares favoritos donde estaba la hermosa cantinera Tina, era un tipo restaurante bar, había una barra, con mesas y sillas por doquier, llegue y me senté en la barra, donde de pronto vi salir a Tina con una caja de botellas.

- Hola linda, que milagro que vienes a este tu humilde bar!- decía Tina con una sonrisa dibujada en su rostro- te sirvo lo de siempre preciosa?

- Hola Tina, sip pero esta vez vamos a acompañarlo con algo de comer, muero de hambre!- y no era mentira, después de tanta actividad la noche anterior, lo menos que necesitaba era dejar de comer.

- Claro que sí cariño, te va a gustar lo que yo misma te preparare.

Salió de la barra dirigiéndose a la cocina del restaurante bar, pues ya eran la 1pm, Tina era una mujer hermosa, era pequeña 1.55cm aproximadamente, delgada, con los músculos marcados sobre todo en su abdomen, ya que hacia mucho ejercicio, unos ojos color chocolate muy hermosos, que combinaban perfecto con esa tez bronceada que poseía y mi amiga desde que me embriague en este bar cuando me di cuenta que comenzaba a sentir cosas por mujeres hace ya un año atrás, ella me alentaba pero yo nunca había pasado de un hola con las chicas, llegue a salir un par de veces con alguna pero eramos mas amigas que otra cosa, cuando comencé a sentir cosas por Mila, no sabia que hacer y me sentía muy mal ya que era mi mejor amiga, Tina me ayudó mucho a descifrar mis sentimientos, a ponerle nombre a todo lo que sentía, ella fue un faro de luz ante la oscuridad que había en esa parte de mi vida, Tina se había acercado mucho mucho a mi ,era mi confidente así que por eso vine a que me ayudara a saber que rayos hacer con lo que había hecho la noche anterior, que para mi fue la más maravillosa de mi vida.

- Listo preciosa, que lo disfrutes!, te traje jugo de naranja porque no traes muy buena cara para lo de siempre.- Tenía razón, incluso no se me antojaba alcohol por el momento, pero se que mas tarde lo necesitaría.

- Muchas gracias Tina, esto se ve delicioso.- Me había traído unos chilaquiles con arrachera, cosa que en el menú no había.- Emmm... Tina...

- Mmjumm- Ella se encontraba de espaldas acomodando las botellas que hacían falta en el stock.

- Tina...yo...necesito contarte algo- Ella se dio vuelta y me miró con una ceja levantada- ammm, como decirlo.- Mi cara estaba más roja que un tomate.

- Solo dilo Kleo, no creo q sea tan malo, anda.- Su mirada me daba confianza así que inhale muy fuerte.

- MeaprovechedelasituacionymeacosteconMila- Dije de manera rápida soltando todo el aire de una, vi como ella abría los ojos como plato.

- Que tu que?!-la escuche levantar el tono de voz y me tape la cara con mis manos, poniendo mis codos sobre la barra.- Kleo mírame por favor!

- No puedo Tina, se que la embarre muy feo!- no podía sacar mis manos de mi cara, estaba asi o mas roja.

- Kleo!- se escuchó que respiro profundamente- Mira lo importante es que sabes que hiciste mal, y creo que deberías hablar con Mila, lo más pronto posible si es dable, ella seguro esta igual que tu en este momento.- baje las manos de mi cara para enfrentarla.

- Pero y si no quiere verme Tina?, que voy a hacer, no lo soportaría, ella es todo para mi.- mis lágrimas habían tomado vida propia y salían aunque trataba de frenarlas con todas mis fuerzas.

La vida de CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora