Capitulo 1

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La habitación se encontraba en penumbras lo único que se podía escuchar era la respiración agitada de dos personas, ahí yacían una joven morena de piel blanquecina y unos bellos ojos color esmeralda, con ella se encontraba una rubia de piel blanca y con unos ojos del color de los zafiros.

Lena se llamaba la morena que en ese instante recorría con su boca la tierna piel del cuello de la rubia que respondía al nombre de Kara, la cual gemía en su oído enciendo de una vez más a la morena.

Los besos fueron descendiendo sintiéndose en la piel de la rubia como la seda contra su piel, pero en este caso eran unos labios que desperdigaban besos húmedos que le erizaban la piel, la mujer morena llevó uno de los pezones de la mujer a sus labios, lo succionó y luego le soltó con un leve "Plop" repitió la operación mientras sus manos descendía hacia el sur de su compañera, la cual estaba aferrada a su cabello buscando desencadenar más contacto.

No pasó demasiado tiempo para que la rubia iniciara sus suplicas. Y la morena no se hizo esperar, atendió la necesidad de su amante una que estaba de lo más complacida por ser ella la causante de tal anhelo.

Sus dedos se abrieron paso entre los pliegues de la que hacía llamar su mujer, de su propiedad y no se saciaría de repetirlo, Kara le pertenecía.

-Por favor - Pidió la rubia.

-Calma pequeña - le contestó la mujer - Déjame saborearte un poco más -

-Lo has hecho toda la noche, no creo aguantar más - le respondió la rubia bastante cuerda para la situación que se estaba creando en su entrepierna.

-No he escuchado quejarte en ninguna de las ocasiones que te he tomado - le regresó Lena.

-Esta vez si ya no creo alcanzar...- Su voz se cortó un momento al sentir como Lena introducía dos de sus dedos en su vagina - ...Estoy...que no...doy más... -

-Descuida pequeña, prometo dejarte descansar, por esta noche - le aseguró la mujer.

Y la plática se dio por terminada y Lena inició a dejar una reguera de besos en donde su boca se posaba, pero a medida que sus embestidas hacia la rubia se hacían más repetitivas y con más fuerza, los besos se habían convertido en mordidas y las caricias de Kara en arañazos.

Lena mantenía el ritmo lento y constante, sintiendo claramente la contracción de las paredes vaginales de Kara sobre sus tres dedos, era una sensación de la cual nunca dejaría de sentir como la más grata de sus existencia, presionó un poco más para luego hacer las embestidas más lentas, sabía que su pequeña amante no daba para más, desde esa tarde le había asaltado y no le había dejado salir de esa cama, solo cuando necesitó probar bocado fue que se separaron un poco. Los gemidos y el inicio del tiritar del cuerpo de Kara indicaban que estaba a nada de llegar, se apresuró para que su pequeña llegara al tan ansiado orgasmo.

Un grito de frustración salía de la boca de Lena Luthor ese lunes por la mañana, había despertado de nuevo mojada, a veces le parecía increíble el hecho de que siguiera viva después de sueños tan intensos.

-Esto tiene que ser una jodida broma - Gritó la morena desesperada.

Llevaba teniendo esos sueños por dos semanas consecutivas, la razón de sus males "Kara Danvers" o "Zor-El" como era su verdadero apellido. Su hermana mayor prácticamente le había arrastrado a National City para que le ayudara a dirigir LCorp, ya que ella se encargaría de su nueva adquisición; CatCo, una de las empresas de medios más grandes de National City.

Al parecer su dueña quería jubilarse y que mejor manera que vendiendo su empresa. Pero su problema estaba en la reportera, en esa pequeña que la estaba volviendo loca; todo había sucedido el día que se presentó como la nueva CEO de LCorp, su día había iniciado de la peor manera posible.

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