Capitulo 14

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Dicen que el día perfecto no existe, pero dos damas en ese preciso instante podrían discrepar ante tal hecho. Porque para ellas ese día lo era, y no era para menos, era el día en que sus vidas se unían en matrimonio por primera vez y que nuevamente enlazarían sus almas para reencontrarse en otra vida.

Lena había llegado al castillo Luthor sola, ya que su prometida haría una escala en Escocia, para visitar la tumba de sus padres, una conmemoración en la que ella no era bienvenida al ser descendiente de Morgana, solo los descendientes de Merlin tenían pleno acceso al lugar.

Dos días después arribaban los familiares más cercanos y amigos, dentro de los cuales llegaban Lillian Luthor madre de Lena, así como Eliza Danvers madre adoptiva de Kara. El castillo Luthor se llenaba de vida, mismo castillo que alguna vez le perteneció a Morgana.

Una de las maravillas de ese castillo era el hecho de que aún prevalecían rastros de magia de la misma Morgana, así como los de la misma Marley. Prueba de ello fue el hecho de que Lena esperaba a su amada en la entrada del castillo y desde que la rubia había puesto un pie en la propiedad los jardines se colmaron de las flores más rebosantes.

Y pequeños detalles seguían surgiendo mientras se organizaban y ultimaban algunos retoques para que el gran día pudiera llevarse a cabo sin ningún contratiempo. Uno de esos detalles fue el hecho de apariciones de pinturas de la rubia, siendo Marley, de Morgan y de la misma Morgana.

Ese perfecto día que marcaba el inicio y el después de un futuro prometedor había iniciado con Lena siendo despertada por su hermana y su amiga Nora. En otro lado de la habitación cuando Alex había cruzado la puerta de la habitación, Kara se encontraba ya en pie.

-¿Has dormido algo? – Cuestionaba Caitlin la cual estaba ingresando en ese momento a la habitación.

-Claro que he dormido, Tess se aseguró de susurrar algunas palabras en mi copa durante la cena – Contestó Kara con fingida molestia.

-Algo me comentaron – Comentó divertida Alex – Pero al parecer no hicieron mucho efecto –

-Si lo hicieron, pero la ansiedad que me trae este día es un poco mayor – Susurró la rubia un poco apenada.

-Es normal, vas a casarte hermanita – Aseguró Alex.

La rubia sonrió sin poder evitarlo, ese día se unía en matrimonio a la mujer que amaba era un tiempo precioso y lo había esperado por tanto tiempo, al menos su yo del pasado. Aunque ya tenía todo preparado para ese día se sentía un poco ansiosa.

Lo primero en la lista era darse un baño y tomar el desayuno con sus damas de honor porque por muy tentador que era el aparecerse en el cuarto de Lena y darle un beso de buenos días, su cuñada había susurrado algunas palabras a los cuartos en lo que se alojaron por separado.

Las amantes se prepararon en cada detalle de su arreglo, desde el cabello hasta el calzado, a la rubia como a la morena no se reconocían en el espejo, era la magia que el ambiente dispersaba.

Cuando la hora llegó todos los invitados se encontraban reunidos en los jardines del castillo, los arcos del pasillo por dónde entrarían las novias había sido decorado con Lisianthus rojos intercalados con plumerias blancas, algunas decoraciones en tonos verdes y azules el pasillo mismo era de color verde celeste, las sillas de los invitados eran de color blanco perla y la mesa del juez que presidía la boda era del color del pasillo.

La música inició a sonar y los invitados estaban de pie para ver entrar a Tess seguida de Nora en sus vestidos de damas color azul y acomodándose en lado izquierdo, seguidamente entraba Lena del brazo de Lucas, la morena se encontraba radiante y con una brillante sonrisa aunque no menos nerviosa de lo que había estado al despertar esa mañana.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2020 ⏰

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