Lena se encontraba sentada en una de las sillas de su habitación, con el regalo de su hermano Lucas y con Kara en su cama.
Llevaba su sexta copa, estaba lejos de llegar a su límite, y observaba la piel que tenía al alcance de Kara. Habían llevado a la rubia a casa esa mañana aún dormida, lo que le había susurrado no te dejaba despertar hasta que estuvieses totalmente recuperada de las horas de sueño que pudiste o no perder.
Su hermana se había encargado de cambiarla esa mañana, ella no se atrevía a tocarla, cuando había llegado esa tarde antes de la interrupción de su hermano Lex, había llegado a su cuarto y se había encontrado con la imagen más bella que sus ojos habían presenciado. Kara se encontraba entre sus sabanas completamente negras, con el cabello revuelto y solo con una camisa de botones ancha que a Lena le encantaban, para sus días de flojeras, pero en Kara se veía completamente sexy, además de que solo llevaba esa camisa y sus bragas.
Lo que más le llamó la atención fueron las marcas en todo su cuerpo, mordidas y arañazos, así como chupetes, eso le hizo fruncir el ceño como esa mañana que casi logra un desastre, pero no fue hasta que vio una marca que ella solía dejar en sus amantes la cual pasaban días y a veces semanas en desaparecer, dos L's entrelazadas, una justo después de la otra. Y enseguida llegaron a ella un torrente de imágenes de lo que habían sido sus noches de tormento, por los sueños tan intensos que tenía con Kara.
Al parecer no había sido la única que los había tenido. Se acercó viendo de nuevo la marca que la había descontrolado esa mañana.
Había cerrado los ojos un momento rememorando como había sido creada. Como había sentado a Kara en su regazo de espalda a ella con sus piernas abiertas dejando expuesta su entrepierna.
Aún podía sentir la sensación de sus dedos jugando con los jugos de Kara, como los esparcía por sus pliegues, dar pequeños masajes al clítoris de la rubia de manera suave, presionando solo lo necesario. Como las uñas de su pequeña amante se clavaban en sus glúteos, como sus dedos encontraban la entrada de la vagina de Kara y se deslizaban fácilmente en su interior, estimulando con su pulgar el clítoris de la rubia, mientras su mano libre presionaba sus senos erectos uno después el otro.
Recordaba haber puesto en cuatro a la rubia, mientras ella se frotaba contra ella humedeciéndola, Lena estaba por llegar a su ansiada liberación, pero no quería llegar sola, mientras presiona su entrepierna en los glúteos de Kara, con una de sus manos buscó la entrada de su compañera para penetrarla y que llegasen juntas, y así lo habían hecho. Justo cuando alcanzaron el clímax, mientras se reponían estando recostadas sobre la cama Lena había clavado sus dientes en el cuello de la rubia, ganándose una protesta de esta, que solo le había provocado una risa tonta, que la rubia había decido vengarse, torturándola antes de conseguir su siguiente orgasmo.
Dejó de lado su ensoñación cuando escuchó pequeños ruiditos, era la rubia que se movía inquieta en la cama y Lena se había acercado para comprobar que nada malo le había pasado. Le revisó detenidamente, y le sorprendió el ver la marca de su cuello roja, como si recién se la había hecho, comprobó el estado de las bragas de Kara, y como esperaba, estaban mojadas, Kara había revivido su recuerdo.
Le cambió de ropa interior, aseándola y dejándola descansar, ella se había retirado hacía el baño con una sonrisa.
Para cuando había llegado la hora de la cena, esta había sido sola, más tarde fue cuando su hermana se le unió y luego Lex y el regalo de Lucas.
Ese regalo la había dejado en la mayor de las incertidumbres. Había cumplido las indicaciones de su hermano, lo había abierto en la soledad de su habitación, bueno no tan sola porque la rubia estaba ahí.

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Comme animaux
FanfictionContiene SMUT. Si no te gusta, puedes seguir avanzando. Gracias por su atención. Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Todo les pertenece a sus magnifico creadores. o solo deje que mi trastornada imaginación le diera un nuevo rumbo.