Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Contenido adulto, sexo explícito. Queda advertido.
Sin saber como parar!
Candy seguía en su lucha por darle una gran calidad de vida, se mataba en sus turnos para comprar los medicamentos que eran realmente costosos para que Anthony se mantuviera estable, pero cada día su salud se veía desmejorada, se sentía triste y exhausta, lo único que la mantenía de pie, era su segunda vida, sabía que era incorrecto en siete niveles diferentes, y cada que le era infiel a Anthony se sentía liberada, pero cuando se pasaba la emoción del momento le venían los remordimientos y las culpas. - Anthony amor, Perdóname. Pensaba Candy mientras acomodaba unos medicamentos.
- Hola Candy, ¿Cómo vas? ¿y Anthony? ¿Todavia no tienes noticias para lo de su operación?
Preguntó Mary amiga y compañera.
- Ay! Mary la verdad estoy muy desesperada, no tenemos noticias y lo peor es que Anthony cada día está más decaído y muero de miedo el pensar que cuando llegue el donante, Anthony este demasiado débil y no resista la operación. Dijo Candy con preocupación. Mary admiraba a Candy, otra mujer en su lugar ya hubiera botado a su marido dejándolo hundir en su miseria pero Candy, no era ese tipo de mujer en su mente tenía muy bien arraigado lo de en las "buenas y en las malas" pero con Candy era "en las malas y en las peores" Mary ha sido testigo de como Candy ha luchado por sacar a su marido adelante, la ha visto padecer y trabajar duramente para poder costear todo lo que ha necesitado, por eso no la ha juzgado respecto a sus aventuras, que aunque muchos podrían criticarla duramente, ella no lo hacía dado que si no fuera por esos momentos quizás su amiga ya hubiera muerto antes que su esposo. Además a ella no le tocaba juzgarla. Candy ya era un adulto.
- Candy vamos al cine, se está estrenando 50 sombras liberadas de Grey, y como sabes no podemos perdernos esta parte... Christian Grey esta hecho un forro! Ademas que hoy no doblamos turno, podemos ir a la última función,¿cómo ves? ¿te late?
- Mary, no lo se es que Anthony,
- Anda vamos, no me gusta ir sola, Lisa estará trabajando en horario nocturno y no me puede acompañar. No seas así! Vamos si. Suplicó Mary. Candy sopeso el asunto.
- Ok, pero deja de ponerme esa cara de bebé chillón, jajaja pero sólo vemos la película y ya, nada de que quieres ir después a cenar o a tomar copa ni nada de eso vale?
- Ok, ok, ¡aburrida!
Siguieron en sus labores, llegó su salida, se acicalaron, Candy era muy hermosa rubia con una melena con rizos bien definidos, que le llegaba a la cintura, su cuerpo estilizado nada exagerado pero muy bien proporcionado, toda su ropa le lucía estupendo, no importaba lo sencillo que fuera siempre lucia despampanante y llamaba la atención. En esta ocasión portaba unos jeans entallados a media cadera, botas altas y un suéter verde botella que no solo resaltaba su estrecha cintura, si no que sus hermosos ojos verdes hacían contraste esemejando dos preciosas esmeraldas, no necesitaba de maquillaje, su rostro terso sin impurezas, y rasgos finos la hacían lucir fresca y jovial.
- Vaya Candy, ¡Woooop! Que bien te lucen tus piernas y esos glúteos de infarto! Me encanta como te vez vestida así. Elogiaba Mary, iban montadas en un taxi, se dirigían a una plaza muy conocida eran alrededor de las nueve su función iniciaría a las diez con veinte, les daría tiempo de comprar su entradas y sus palomitas.
Mientras tanto unos jóvenes leían las opciones de la cartelera.
- Mikael, no hay nada bueno y no pretenderas que entraré ver esa película de las cincuenta sombras, no me late ver a un wey azotando las nalgas a un estúpida que piensa que es placer infinito que la amarren, someten y le dan duró.
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DESEO DE MUJER
Lãng mạnCandy White casada y presa por sus más bajas pasiones... sabe que está mal, pero su deseo es más fuerte que todo... remordimientos y lujuria avasallan su vida. Que le espera a una mujer que es víctima de una adicción.