SIN DESPEDIRME

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Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Contenido adulto.

Sin despedirme...

Y ahí estaban ambos frente a frente, sorprendidos...

Albert

" Dios no lo puedo creer, es mucho más hermosa a como la recordaba aquella noche, donde fui testigo de sus más bajos instintos.. su rostro refleja cansancio, tristeza y dolor, nada que ver con aquella mujer lujuriosa y apasionada carente de juicio y pudor... mis ojos ven a una mujer vulnerable. Eran los pensamientos de Albert"

Candy...

"Por Dios! Es idéntico a Anthony... Candy no reparó en el parecido que tenía este hombre con su esposo... No, no es idéntico este hombre es más alto y su cabello es rubio arenoso, y sus ojos son tan azules como la claridad de un cielo en primavera, su mirada es limpia y honesta... ¿honesta? Que cosas pienso, no lo conozco, pero porque siento que es un hombre bueno"

Ambos se miraban fijamente, por un minuto, pero parecía que había pasado una eternidad...

Por fin candy salió de su estupor, se acercó sacando un pañuelo de su bolso... su intención era dárselo para que el se limpiara, pero le nació hacerlo ella.

- Como lo siento.. de verdad mi intención, no fue lanzarte el helado. Se disculpó candy roja de vergüenza. Mientra le pasaba el pañuelo por sus ropas.

Albert estaba embelezado, no le salía palabra alguna. - Pero que demonios me pasa... dile algo,. Fueron sus regaños mentales.

- Es...te no te preocupes. Por fin pudo contestar. - Me lo merecía. Candy se quedó sorprendida con la repuesta. Albert se dio cuenta de inmediato que la había regado todita, pero no tenía que decir que antes del helado arrojado el tenía algunos pensamientos lujuriosos, ya que imaginó que ambos tenían sexo lujurioso en la camilla de un hospital... por eso pensó que se merecía el helado en su rostro.

- Disculpa... dijo Candy desconcertada.

- Lo que pasa que iba distraído y pues... me atravece en tu camino y de eso soy culpable... era la estupidez más grande que estaba diciendo Albert. -Pero que tonto soy.. pensó Albert sintiéndose tan torpe.

Candy entre cerró los ojos por la respuesta tan ilógica. Pero le causo demasiada gracia y sin poder evitarlo soltó una carcajada.

- Jajajajajaja jajajaja Candy río con ganas... Albert no podía dejar de verla se veía tan hermosa y sin más se contagió y los dos rieron de buena gana.

Jajajajajaja jajajajaja (ambos)

Albert no podía dejar de admirarla, después de ver en ella tristeza y desesperación verla sonreír así le pareció la mujer más bella jamás vista en su vida.

Candy de pronto dejo de reir, recordando que tenía que regresar al hospital faltaba poco para que Anthony entrara a cirugía. - Pero, ¿qué diantres estoy haciendo? Debo ver a mi esposo antes de que entre y yo aquí... riendo como una idiota, soy una mala persona, Anthony sufriendo... no merezco ningún momento de diversión. Pensaba.

- Bueno... me disculpo de nuevo, no fue mi intención, adios. Dijo Candy despidiéndose. Albert vio nuevamente como ese hermoso rostro se apagaba. Albert reaccionó rápido y presentó.

- Hola, me llamo Albert Andrew y tú, ¿cómo te llamas? Dijo Albert extendiendo su mano. Aunque ya sabía casi todo de ella obviamente no le diria. Candy se quedó sorprendida, era la primera vez que tenía acercamiento casual y carente de sexo y aunque le parecía muy atractivo por no decir guapísimo, quizás debido a la preocupación por la cirugía o quizás el hecho de que este encuentro fue accidental, por primera vez no pensó en cogerselo hasta dejarlo sin fuerzas. De hecho le cayó muy simpático y tierno... así que no lo pensó mas y le aceptó el apretón de manos, y sin pensarlo más.

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