Los personajes no me pertenecen, exclusivamente a sus creadores. Mundo alterno, época actual. Contenido adulto.
Deseo de mujer...
Candy escuchaba atenta el monologo del orador, llevaba ya mas de un mes acudiendo al grupo AAS, adictos al sexo, era un grupo de apoyo, su metodo y programa era muy parecido al de los de cualquier adiccion. Tenia que asistir a estas sesiones y compartir con todos los presentes, todavía no se habia animado a exponer su experiencia, le causaba una gran vergüenza pararse en el estrado y contar su vida, de hecho pensaba que esto estaba demás, después de asistir con el psicólogo, este le recomendo asistir a estas pláticas, le ayudaría demasiado convivir con personas que han pasado lo mismo. Aunque no queria hacerlo, se vio obligada dado que si no asistía, perdería su empleo. El la doctora Kelly habia tratado el supuesto caso de suicidio, pero fue descartado, dado que sólo sufrió un episodio de depresión por la reciente muerte de su esposo, pero Candy logró abrirse con su doctora y le confió su estilo de vida sexual y de como no puede detenerse, solo quiere tener sexo sin importar nada más. Aunque se habia jurado jamas estar con otro hombre sus deseos y ganas la sobrepasaron y pues... volvió a caer y lo peor es que de alguna manera hecho a perder, lo que sería el inicio de una linda amistad.
Flash back
Después de que dieron de alta a Candy, el acercamiento de Albert tuvo exito y se hicieron muy buenos amigos, Albert la buscaba todos los días, pasaban muy buenos momentos, Candy sentía unos enormes deseos sexuales, queria estar con él y era un suplicio, pero se obligaba a pensar en Anthony y en su promesa de no caer en lo mismo. Albert era una muy buena persona y caballeroso, por primera vez quería tener una amistad que no tuviera nada que ver con la atraccion sexual.
Candy se pudo dar cuenta de la diferencia entre Albert y los demás, Albert es un hombre honesto, culto, respetuoso, caballeroso, noble y demasiado divertido. Nunca imaginó que él tuviera interés en tener una amistad con ella. Por primera vez no se sintio acosada sexualmente, aunque ella quisiera desnudarlo y montarlo hasta quedarse sin fuerzas por alguna razón no quería llegar a eso con él, ya que se sentía muy reconfortada y segura, este hombre le transmitía paz y tranquilidad. Después de que la dieron de alta habia convivido con él de manera sana y tranquila. Había hecho cosas que no había hecho con Anthony, por ejemplo. Salir a tomar un café, al cine, de pic nic, a una feria de pueblo, hacer ejercicio, ver películas de comedia en su casa, pasó momentos muy divertidos con Albert, pero también era una gran tortura ya que su cuerpo le exigía, tener acercamiento sexual, Candy evitaba al máximo cualquier contacto, se sentía desesperada, estresada, le sudaban las manos, su cuerpo ardía como si tuviera las fiebres, y su vagina le dolia de lo inflamada que se le ponía por los deseos carnales, su cuerpo pedía a gritos yacer con un hombre. Albert notaba su estado.
- Candy, ¿te sientes bien? Te ves muy roja de la cara. Dijo Albert tocando su rostro. - Oh! Te sientes demasiado caliente! Candy se mordia los labios para no jadear como potra en celo dado que sólo quería que Albert la desnudara y le penetrara con fuerza y experimentar un larguísimo orgasmo, deseaba sexo y sexo...
- Albert, este... me siento un poco resfriada, no te importa dejar lo de nuestra salida para otro día. Sólo quiero descansar. Dijo Candy con voz entre cortada.
- Candy podemos quedarnos aquí...
- No, disculpame, solo quiero descansar, después nos ponemos de acuerdo. Le dijo casi empujandolo y sacandolo de su casa, si Albert permanecía un segundo mas, lo seduceria y tendría sexo hasta que su vagina sangrara.
Albert sabía lo que le pasaba a Candy, por eso no había insistido en quedarse y mucho menos seducirla, sabía que estaba tomando terapia y pronto entraría a un programa de adictos al sexo. Claro está Candy no se lo había dicho, pero él sabía que asistiría.
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DESEO DE MUJER
RomanceCandy White casada y presa por sus más bajas pasiones... sabe que está mal, pero su deseo es más fuerte que todo... remordimientos y lujuria avasallan su vida. Que le espera a una mujer que es víctima de una adicción.