PRIMER ENCUENTRO

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Los personajes no me pertenecen, exclusivamente a sus creadores. Contenido adulto sexo explícito. Queda advertido.

Primer encuentro.

Habian pasado dos semanas, Albert seguia con la espinita de saber de Candy, George lo tenía en ascuas, lo estaba esperando lo vería en unos minutos, ya le tenía la información. Albert estaba en su despacho. Tocaron dio el pase.

- Adelante.

- Buenas tardes señor Andrew. Dijo George mientras sacaba una carpeta con lo investigado. Le extendió los documentos a Albert, por un momento dudo en tomarlos, realmente había hecho investigar a esa mujer, indagaria su vida privada. Eran sus cuestionamientos. Pero pesó mas la curiosidad y los tomó. Leyó detenidamente.

Le tomó varios minutos leer todo, mientras lo hacía se sorprendía, decía todo referente a ella y apretó los labios cuando la supo casada, también le sorprendió leer que estuvo detenida por tener relaciones en un parque, además vio también que a ella y a su esposo los obligaron a ir a terapia por ser diagnosticados adictos al sexo, pensó y ahora entendía el por que esa hermosa mujer había follado sin pudor en un baño público. También se enteró que trabajaba como enfermera en un hospital y de la enfermedad que aquejaba a su esposo, que se encontraban en lista de espera de un donante, que no llegaba y que ella era la que sostenía el hogar. Albert se quedó sorprendido, por lo leido, analizando la situación y fuera de desistir, quiso saber más de ella y conocerla. George veía a su jefe y amigo cabilando la información en un principio le extraño demasiado que Albert le pidiera este favor, pero no le extrañaba ya que dada su personalidad de buen samaritano y querer ayudar a las personas, eso es lo que pensó George, Albert quería ayudar a esta chica que le pareció una mujer sencilla y de buenos principios, pero al leer lo de su supuesta adicción le pareció una broma, está mujer no aparentaba para nada ser una obsesiva del sexo, no cuadraba con su personalidad, de hecho sondeo en el hospital y todos hablaban maravillas de ella dado que es una eficiente enfermera quirúrgica.

- Albert, sabes que jamás cuestiono los motivos de tus decisiones, pero, ¿qué intención tiene esto? ¿porqué te interesa el perfil de esta joven? Preguntó. Albert obviamente no diría que la deseaba y moría por estar con ella, no era de caballeros y lo sabía, pero como había fantaseado con ella. Pero ahora que sabía que llevaba diez años de casada y que su marido está gravemente enfermo y que era adicta al sexo, se sentía pésimo, nunca se imagino que esa despampanante mujer sexosa, viviera una gran pena. Se debatía por dejarlo pasar o buscarla y ayudar o sólo talvez tenerla en su lecho aunque sea una sola vez.

-¿Albert? Volvio a preguntar viendo distraido a Albert otra vez.

- Es una amiga, me gustaría ayudarla. Contestó Albert pero George no le creyó dado que el conocía a todas sus amistades, pero no dijo nada mas. George salió dejando lo sólo.

- Candy White, 26 años casada y sin hijos, volvió a leer, dejaré esto al olvido, no debo aprovecharme de la situación. Pensó Albert decidido tirando el sobre con la información en el cesto de basura. Lo dejaré al destino.

Candy se habia prometido mantenerse alejada de los problemas, si problemas ya que cuando su libido se activa su mente y razón valen sorbete. Ya no saldría con sus amigas, menos ahora que Anthony habia tenido un episodio.

Flash back

Salió de la bañera, le extraño que Anthony no estuviera despierto echando la bronca lo vio en la cama, se acercó a él y lo vio como muerto estaba frío y pálido, entró en pánico no quería creer que el estuviera muerto, como profesional lo revisó y vio que tenía pulso aunque muy débil, siguió el protocolo y llamó a la ambulancia.

- Tony mi amor, Por favor lucha, tú eres fuerte no debes ni puedes dejarme, ¿Qué haría sin ti? Eres lo único que tengo. Pensaba Candy en la ambulancia. Lo internaron de inmediato. El doctor lo revisó. Candy al ser enfermera del hospital pudo estar presente, se dio cuenta lo mal que estaba.

- Candy, está muy mal y débil, necesitamos intervenir. Comentó el doctor y amigo. Candy sintió que la tierra se le abría aunque sabía el panorama le dolía demasiado. Candy sabía que no había llegado el donante.

- Candy no te preocuoes, Por la noche llegaron un grupo de muchachos terriblemente accidentados están graves y quizás no vivan y algunos en sus identificaciones dice que son donantes de órganos. Quizás alguno de ellos sea compatible con Anthony. Dijo Josua dando esperanza y aunque se escuchará cruel para obtener un corazón sano desgraciadamente debía ser de alguien que muriera. Cruel pero una realidad.

- Dios quiera que sea posible. Contestó Candy esperanzada.

Final Flash back

Candy salió a dar un paseo por un parque cerca del hospital, por la tarde se llevaría a cabo la operación, rogaba a Dios para que su querido Anthony resista la operación, para desgracia del joven que murió ayer por la noche, es la esperanza de vida de Anthony, el panorama es incierto ya aunque sea compatible quizás su organismo débil lo rechace o muera en la operación. Josua le había explicado el panorama pero ella lo sabía, sabía que era una difícil operación sólo un milagro sería un éxito. Así que salió a que le diera un poco el aire, se sentía triste, con miedo y se sentía tan sola. Y lo estaba sola sólo lo tenía a él a su esposo, dado al modo de vida que llevaban jamás hicieron lazos con otras personas y pues familia no tenían eran prácticamente huérfanos, por eso cuando se conocieron se agarraron el uno con el otro, sólo eran ellos dos, para bien, para mal y en las buenas y en las malas, Candy se juró que jamás lo abandonaría.

Candy se sentó en una banca, observó a toda la gente reunida, niños jugando, parejas paseando de la mano, algunos deportistas corriendo alrededor del parque, hacia tanto tiempo que no disfrutaba de esto, y como hacerlo si su esposo se debatia entre vivir o morir. Vio a un señor vendiendo globos, sonrió recordando cuando Anthony le compro todos a un señor sólo para complacerla, después vio un carrito de helados y se le antojó comprar alguno, se acercó y compro uno de vainilla el favorito de Anthony por alguna razón quiso comprarlo atra vez de ella quería darle ese gusto, aunque era delicioso le supo amargo dado a su estado de ánimo, no quería llorar jamás había sido así llorar pero últimamente sus ojos no obedecían y lloraba. Sin pensarlo más tiró el helado quiso atinarle a un cesto de basura pero en ese momento se atravesó alguien y lo ensucio todo.

- Ay! Por Dios disculpeme no quise ensuciarlo. Dijo Candy y en ese momento lo vio a su rostro y se quedó.

Albert había terminado sus labores y salió de sus oficinas, por alguna razón no subió en su auto, se le antojó caminar un rato y decidió hacerlo en un parque cerca de sus oficinas, había estado todo el día en juntas y reuniones y se le antojaba estirar un poco las piernas y respirar aire puro, estaba exhausto se quito el saco y la corbata, se arremango su camisa, dejo portafolio en el auto y salió. Llegó al parque inmediatamente se sintió muy bien observó todo el panorama, estaba muy concurrido como siempre, vio a gente haciendo ejercicio, niños jugando, globero etc. Buscaba una banca quería ver el ir y venir de la gente, estaba en eso cuando de repente la vio, si estaba ahí sentada Candy, esa rubia que lo traía hecho un idiota, aunque decidió dejar todo por la paz quiso indagar referente el comportamiento de un adicto al sexo, no había dejado de pensar el día que la escuchó gozar en el interior de un baño. Se acercó quería verla de cerca, vio como comía un helado en cono, ver esa boca degustar ese helado le provocó un pinchazo en su entrepierna. -¡Por Dios! ¿Qué me pasa? Solo es un helado. Vio que traía su uniforme de enfermera, se le veía realmente sexy y sin querer pensó en el juego de rol, la enfermera y su paciente teniendo sexo rudo en la camilla de un hospital.

De repente sintió que algo lo golpeó en el rostro y se percató que era un helado, helado que en apenas unos minutos era degustado por esta bellísima mujer.

- Lo siento, perdón, perdón... mil disculpas repetía Candy avergonzada. Se acercó sacando un pañuelo de su bolso, rápido lo limpio pero inmediatamente que lo miró a los ojos, ambos se quedaron perplejos y se detuvo el tiempo.

"Cuando me enamoro, a veces desespero cuando me enamoró, se detiene el tiempo, me viene el alma al cuerpo, sonrió...

Cuando me enamoro."

Continuará

Chicas aquí les dejo actualización gracias por dejar sus comentario, me hacen el día.

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