Sueño diurno (Bobdong)

13. Donghyuk

-¿Cómo te fue? ¡Contá, contá! –Yunhyeong se paró junto a mí, emocionado.

-"Hola, Jiwon. ¿Cómo estás? Yo también estoy bien, gracias por preguntar. ¿Llegaste hace mucho? Espero no te haya hecho esperar demasiado. Disculpá la demora. Sigo con los horarios alterados por mi viaje a Alemania. La pasé muy bien allá, pero me alegra estar de vuelta. Qué bueno que podamos juntarnos hoy y charlar. ¿Preferís que nos sentemos acá donde estás sentado ahora o querés caminar un rato? Así me contás cómo te fue con Donghyuk el fin de semana, ¿te parece?" –Pronuncié aún sentado, con un tono con el que daba a entender que yo esperaba recibir algo de lo dicho. Por lo menos un "hola".

-Hola, Jiwon. Bla, bla –Dijo burlón.

-No estoy para chistes -Contesté.

-¿Es por lo que tus padres dijeron mientras comían?

Anoche después de cenar, bombardeé con mensajes a Yunhyeong para que habláramos, porque las hirientes palabras con las que mis padres se refirieron a la gente no-heterosexual no me hicieron nada bien, y necesitaba hablar con alguien que no fuera un homofóbico irrespetuoso. Ahora sí que jamás les diría mi orientación sexual a mis padres.

-No quiero tocar ese tema. Ya hablamos mucho de eso ayer -Suspiré-. Prefiero hablar de Dong.

-Bueno, entonces contame –Sonreía expectante.

Probablemente él ya estaría pensando en el nombre de mis futuros hijos con Donghyuk, aunque eso fuera biológicamente imposible.

-Bueno, em... -Intenté acomodar mis ideas para comenzar a contarle sin enredarme.

-¿Em? –Me dio la impresión que si levantase medio centímetro más las cejas, ya no le quedaría más frente- Dale, decime. ¿Cogieron?

-¡Yunhyeong! –A veces me daban ganas de taparle la boca con cinta para que no dijera cosas inapropiadas tan alto en público- ¡No digas esas cosas! –Miré alrededor nuestro, y parecía que nadie había escuchado.

-Vos casi ni venís a este parque, así que nadie te conoce. ¿Qué te importa lo que piensen estas personas de vos? ¿Los vas a volver a ver o algo?

-No, pero... -Desvié la mirada, tratando de buscar una excusa.

-Pero nada.

Me agarró del brazo y fuimos hasta un banco para sentarnos a la sombra, más apartados de la gente que disfrutaba del sol y aire fresco. Sabía que él esperaba detalles, pero yo tenía en claro que lo que podría detallar no sería de su agrado.

-Contame, dale –Se sentó sobre una pierna en el banco, quedando de frente a mí.

-No es para nada lo que te imaginás, te digo de verdad –Le advertí.

-¿Cogieron?

-No.

-¿Lo viste o te vio desnudo?

-Tampoco.

-¿Aunque sea le diste un beso?

-Ni cerca.

-¿...Y qué mierda hicieron, entonces? –Llenó su pecho, inflándolo en parte con aire y en parte con decepción.

-No estábamos solos –Inicié como pude.

-¿Trío? –Puso mirada pervertida.

-Yunhyeong, ¿qué diría tu mamá si te escuchara decir estas cosas? –Espeté.

-¿Y qué diría la tuya si supiera que no sos hétero, y que te encanta el porno, especialmente el porno gay? –Contraatacó.

-Touché –Ambos hacíamos cosas que nuestros padres no aprobarían, y de lo que jamás se enterarían. O por lo menos no por nuestras bocas.