El verano había comenzado, y como todos los años, Peter quedaba libre de responsabilidades en los primeros días de diciembre, ahora podía dormir hasta tarde sin que una molesta alarma lo despertara temprano. — ¡Peter! ¿Ya estás listo? — Excepto hoy. Le había prometido a su tía que le acompañaría a hacer las compras.
— ¡Aquí estoy, aquí estoy! — Exclamó algo agitado. Había olvidado lo de las compras, no lo iba a negar, y por poco se queda dormido (pero los gritos de su tía lo salvaron). Tomó su mochila, unas bolsas tejidas (no iban a pagar por ellas) y los dos salieron de casa muy animados.
Últimamente no había visto a Wade; los exámenes finales lo mantuvieron ocupado un par de semanas y, en este momento, podríamos decir que extrañaba sus estupideces. Ya lo tenía claro, sobre lo qué sentía, pero quería ver rogar un poco a Wade, más bien, quería estar seguro que él sintiera lo mismo para así evitar derramar lágrimas más adelante.— ¿Cuál podríamos llevar? Tiene un buen precio pero no me convence, ¿Rojo o naranja? — Peter se mostró indiferente, solo estaban eligiendo mermeladas y ya se estaba complicando la vida. Desvió su mirada hacia la derecha, encontrándose con un hombre alto y musculoso (No hay que exagerar), vestía una campera color rojo oscuro y llevaba puesta la capucha, oh vamos, estábamos entrando en verano y las temperaturas no indicaban ni una pizca de frío. Lo observó con atención unos minutos, por lo menos hasta que se dio la vuelta dejando ver su rostro, mierda, era el mismísimo Wade Wilson. Tan rápido como sus piernas se lo permitieron, salió corriendo a esconderse detrás de unas de las estanterías, cuando sintió que ya no podría verlo se asomó con mucho cuidado y noto que se encontraba hablando con su tía, a veces olvidaba que tenía una tía buenísima (riquísima, por otro lado).
Observó esa escena con recelo; Wade le mostraba una enorme sonrisa mientras que ella reía, ¿De qué podrían estar hablando? Y una voz llamándole le saco de sus pensamientos.— ¡Peter, ven aquí! — Exclamó aquella voz, para su mala suerte, su tía. Sintió como su corazón casi se salía por su boca, debió verse como un total estúpido. Con cautela se acercó, manteniendo una distancia considerable. — Buenas, Wade... — Le saludo dándose cuenta que ni siquiera le había dado tiempo a su tía de presentarlos uno al otro, ya fue descubierto.
— ¡Oh! ¿Ya se conocían? — Preguntó con sorpresa. — ¿Dónde conoces hombres más mayores qué tú? — Y ahora lo hizo con un tono mas serio, como el de una madre regañando a su pequeño hijo, pensaba que conocía la rutina de su sobrino; despertar, desayunar, salir al colegio, pasar la tarde en la casa de su amigo, volver y dormir... Eso era lo que él hacía, o creía que hacia.
— Conocí a su sobrino mientras compraba un emparedado. — Contesto Wade al percatarse del miedo en los ojos de su hombre araña, ¡Ese maldito sabía perfectamente que Peter no quería ser descubierto! Y mucho menos que conociera la verdad del cómo conoció a Wade, sería vergonzoso y extraño, tan solo imaginen; “
Ya se encontraban saliendo de la tienda. Ella notó a su sobrino mas animado, parecía divertirse hablando con aquel hombre. De repente, se le ocurrió una idea. — Peter, puedes ir con tu amigo, yo me tomaré un taxi. — Y sin dejar que el menor contestara, paró un taxi, que milagrosamente pasaba por ahí, se despidió de los chicos y se marchó sin mirar atrás.
— ¿Estabas celoso? — Preguntó Wade cortando el incómodo silencio.
— ¿Qué te hace pensar eso?
— Sentí tu mirada. Esa sensación es de celos.
— Pff, ¿Por qué sentiría celos de ti?
— Porque te gusto.
Y esas palabras fueron suficientes para poner al arácnido como un tomate. — ¡Como sea! ¿Por qué compraste tanta comida chatarra? — Preguntó para cambiar de tema.
— Tenía pensado quedarme en casa y ver unas películas... Voy a ver Star Wars, ¿Quieres venir? He notado que eres un gran fan. — Soltó como si nada. Él mayor estaba tranquilo, mientras que Peter se mostró sorprendido ante aquella pregunta y, aunque dudo mucho al principio, aceptó.— ¿Qué te he dicho acerca de espiarme en la escuela?
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Día tras día. - Spideypool.
RandomPequeños relatos de la vida de Peter Benjamin Stark Rogers junto a Wade Winston Wilson. Sin duda, una aventura increíble.