Nota: Este ffc continiene escenas de lemon, se recomienda discrecion.
Capitulo I2
"¿Un error?"
Marinette se acorruco más en la calidez que le transmitía las sabanas. Pero la molesta luz del sol interrumpió su querido sueño, la hizo refunfuñar. Abrió los ojos pestañeando para acostumbrarse a la claridad.
Era extraño porque siempre se aseguraba antes de dormir; correr la cortina de la puerta del balcón para que los rayos del sol no penetraran a su habitación y poder dormir más tranquilamente.
Se desesperó, sintiendo el cuerpo alertardado y por esa accion; descubrió que los músculos los sentía adoloridos. Músculos que no sabía que podían dolerle. Se sentó lentamente con una mueca en los labios noto que tenía puesto una de sus batas delgadas y debajo de esta estaba desnuda… ni siquiera llevaba la ropa interior.
Curioso.
Trato de pensar que había pasado la noche anterior y lo único que logro recordar por el momento fue que tuvo un sueño bastante erótico con cierto gato negro. Su rostro se ruborizo. Jamás había tenido un sueño tan vivido, juraba que aun podían sentir los besos en su piel y sus masculinas manos acariciándola de mil maneras.
Se palmeo las mejillas para salir de su ensoñación, pero esa acción solo produjo un pinchazo en su cabeza. Gimió por lo bajo. Tenía una molesta presión más parecida a una ligera jaqueca en las sienes y la boca la tenía completamente seca.
Diablos, ¿Que había hecho ayer? Se sentía horrible.
Con cuidado y midiendo sus pasos se dirigió al cuarto de baño. Las piernas apenas podían sostenerla fue un milagro llegar sana y salva. Mientras se duchaba también se percató del dolor en sus partes íntimas, trago hondo, ese sueño había sido DEMASIADO realista al parecer.
Al regresar a su habitación tras ponerse una ropa mas cómoda; Tikki la estaba esperando sentada en su escritorio con una galleta en sus manos. La Kwami le sonrió ampliamente con una extraña mirada como si fuera cómplice de algún secreto. Marinette entrecerró los ojos, algo pasaba y no se había esterado de ello.
Con un suspiro tomo asiento nuevamente en su cama. Era el lugar más cómodo para su adolorido cuerpo.
—Tikki… ¿Que paso anoche?—pregunto confusa y realmente muy curiosa.
—Dímelo tu Marinette—dijo con una risilla.
La pelinegra podía jurar que la criatura estaba sonrojada, pero era difícil saberlo por su intenso color rojo.
Con el dolor de cabeza ya controlado por la aspirina que se tomó. Se dedicó a meditar lo sucedido. Recordaba vagamente estar en la dichosa fiesta de San Valentín. Había mandado a volar a Alya a donde Nino y ella había estado bebiendo ponche sin parar. Lo siguiente fue que… Había bailando como nunca a pesar que sus movimientos eran torpes y nada coordinados, también había reído como una demente a cualquiera lo suficientemente tonto como para intentar entablar una conversación con ella. Prácticamente había hecho el ridículo, ya que ella jamás se comportó de esa manera.
Se sintió avergonzaba, seguro que seria el nuevo tema de los chismes por los próximos días, hasta considero faltar a clases. Pero no era una opción para finales de carrera.
Luego había tomado la estúpida decisión de ir caminando a casa. Quiso golpearse la cabeza contra la pared, dios que imprudente había sido. Pero… ahora recordaba haber cantado a todo pulmón una letra de una canción que tenía en su mente desde hace años por estar tan identificada con ella. Había entonado la canción desde su corazón.

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La Bella Durmiente Mlb
AventuraLa bella durmiente » Adrien no ha visto a Marinette en los últimos tres años. Un reencuentro que parecía ser el comienzo de una normal y tranquila relación sería la puerta a una costumbre inquietante y confusa, llevándoles a dudar de todo lo que con...