Espectáculo

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La niebla no dejó que se aparecieran los focos de colores, pero eso a las personas no les pareció de gran importancia. 

Los ojos de todos los espectadores se encontraban en el trapecista que intentaba desarrollar un peligroso salto. 

El público mantuvo la respiración cuando el trapecista soltó el columpio, y como si este estuviera parado sobre un árbol transparente, caminó por el aire hasta aterrizar en el banquillo. 

Los gritos eran ensordecedores.

Una Mirada Rápida Dentro de mi MenteWhere stories live. Discover now