Su corazón era semejante a una cebolla.
Capa tras capa tenías que trabajar sus sentimientos, un cuchillazo no era suficiente si no gustabas derramar lágrimas.
Nadie tuvo la paciencia, nadie intentó descubrir el corazón del hombre.
Ni un huevo de oro logró ganar la simpatía del sujeto, ni las armas más filosas, ni el material más costoso, sin duda no una mujer con la suficiente paciencia.
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Una Mirada Rápida Dentro de mi Mente
Short StoryCuento cortos. Si, solo eso. Vale la pena checarlo, no tardas más de 10 minutos. Muy abstractos y bizarros. Todo lo que pienso en la madrugada.