- Madre, ya no lo soporto - rogó el azabache, tragando duramente el nudo que raspaba su garganta.
Estaba dentro de la misma celda en la que lo encerró Odin hace medio año, como castigo por querer gobernar la tierra en buscar de su hijo. Su plan casi se lograba, pero si tan solo Shield no hubiese enviado a sus perros a detenerlo. Ellos le ganaban en cantidad y a pesar de tener bajo su control mental a el agente Barton, éste no le fue de mucha ayuda.
Su madre o la forma astral de ella se encontraba sentada en una silla que había dentro, con un libro en la mano y una taza azul en la otra. Miraba a su hijo con lastima.- Sabes que no puedo hacer nada, esto no está bajo mi poder. Solo Odin puede...
- ¡Es mi hijo! - le gritó con rabia a la mujer frente a él, interrumpiéndola, caminando de un lado a otro con la adrenalina corriendo por todo su cuerpo, sumiéndose en la rabia y la tristeza - Mañana es su cumpleaños número dieciséis.. Me perdí sus primeros pasos, sus primeras palabras, me estoy perdiendo su crecimiento.. ¿No es suficiente castigo ya? ¿No fueron sificientes años para hacerme pagar?
Detuvo sus pasos para cubrir su rostro en un fatídico intento de ocultar sus lágrimas frente a la mujer que sentía su corazón romperse al ver así a su pequeño y no poder hacer nada. Se levantó de la silla para acercarse a él, dejando el libro y la taza en una mesita blanca de allí.
- ¿Dejarías todo atrás para estar con tu hijo? ¿Aceptarías ser desterrado como Thor lo estuvo una vez, para poder pasar el resto de tu vida con él?
- Si. - dijo con determinación, quitando las lágrimas con el dorso de su mano, poniéndose rígido.
- Entonces yo, Frigga, reina de Asgard, esposa de Odin, te destierro - hablaba la mujer, usando toda su magia en su hijo adoptivo y luchando para no quebrarse ahí mismo - a pasar tu vida en Midgard con tu hijo. Conservarás tus poderes Jotun, pero no podrás volver.
- Gracias - lo escuchó susurrar a Loki, antes de que una fuerza lo arrastrara lejos de allí.
Lo último que vio de él fue una sonrisa y nuevas lágrimas, pero ya no eran de tristeza, eran de alegría, de agradecimiento.
Soltó un suspiro antes de dejarle caer de rodillas y reaparecer en su habitación, se abrazó a si misma antes de comenzar a llorar, dejando que las lágrimas llevaran su tristeza.
Arrepintiéndose de la decisión que tomó, y por no haberle dado un último abrazo. Le hubiera gustado decirle cuanto lo amaba, aunque ella sabía que Loki sabría cuanto lo más y lo amará.- Espero que seas muy feliz.
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¡Sólo quiero a mi hijo!
FanfictionLoki tiene un hijo a escondidas de Odin, porque teme que él se lo arrebate como castigo por su comportamiento. Tres meses después de que tuvo a su bebé, Thor accidentalmente revela ese secreto a padre de todo, quien furioso le quita al niño, lleván...