air catcher ☆ yoonmin

5

Amaba leer.

Además de escribir y dibujar, leer era una de mis pasiones. Era por eso que en mi cuarto se encontraban estantes repletos de libros, en donde también guardaba mi cuaderno de dibujo al azar.

Había aprobado todos mis examenes de mitad de año y me sentía muy pleno, muy feliz. Seokjin no estaba en casa ese día.

Generalmente mi madre trabajaba hasta la noche, mientras que Seokjin y yo no coincidimos con los horarios. Muchas veces él seguía dormido cuando yo me iba temprano en la mañana y cuando volvía en la media tarde él ya estaba en casa, con su nuevo amigo.

A la noche generalmente se iba, no me interesaba a dónde por lo que no era de preguntarle.

Decidí leer un libro para matar el tiempo, el único que todavía no había empezado de toda mi estantería porque me lo regalaron para mi último cumpleaños.

Leí el título en voz alta "Frankenstein".

Nunca me imaginé que un personaje tan monstruoso y tan caracterizado como estúpido en la caricaturas en realidad era sabio y muy pensador. Terminé ese libro cuando tenía 24 años.

Entonces, ¿Por qué no comencé a leerlo a los 18, que es el momento que les estoy contando?

Justamente, cuando estaba por leer las dedicatorias y el prefacio, algo en los estantes se movió. Se había caído un papel que estaba apoyado sobre Frankenstein. Un papel rojo. Lo miré curioso en el suelo, no recordaba que eso fuese mío. Lo levanté alzando ambas cejas, estaba escrito.

"¿Cómo se ve tu alma?".

Me pareció demasiado extraño porque esa definitivamente no era mi letra. Entonces examine mejor de dónde había caído. El papel rojo estaba entre mi libro de Frankenstein y mi cuaderno de dibujo.

El único que había estado en mi habitación y había tocado mi cuaderno era "Suga".

Abrí los ojos sintiendo mis mejillas teñirse de rojo, no sabía por qué pero sentí algo muy extraño en el pecho. Comencé a respirar agitadamente.

¿Cómo se veía mi alma?

Como ya dije antes, yo era muy joven y estas cosas me descolocaban el sistema. ¿Un extraño dejándome un papel así? ¿No era que yo era transparente?

Decidido, tomé una lapicera negra y conteste debajo.

"Todo se ve oscuro."

"Suga, no entres más a mi habitación."

Lo dejé en el mismo lugar, colocando el libro de Frankenstein en la estantería. Luego tomé un abrigo, le dejé una nota a mamá y me fui a la casa de Jungkook. Pasé la noche con él.

Al día siguiente llegué a la mañana, era sábado. Seokjin no estaba en la casa pero mamá sí entonces desayuné con ella. Me dijo que mi hermano había pasado la noche con un amigo en el living, jugaron videojuegos y a la mañana se fueron a Dios sabe dónde.

Traté de pensar en positivo, mi hermano tenía muchos amigos y no era necesario que se haya tratado de "Suga". Me tranquilice. Pasados unos treinta minutos fui hasta mi habitación y me encontré con otra sorpresa.

El cuaderno de dibujo estaba sobre la cama abierto en una de sus páginas. Se mostraba esa cara borrosa que yo siempre dibujaba, con tantas manchas en el rostro como pude retratar, tan detallado como aparecía en mis sueños. Arriba había otro papel, esta vez azul.

"¿Te acordas cuando te dije que eras muy transparente? 

Creo que somos iguales.

Mi alma también se ve oscura.

No voy a entrar más a menos que vos quieras."

Rápidamente cerré el cuaderno y lo escondí en mi armario. Comencé a ponerme nervioso cuando escuché la puerta de entrada y voces. Una voz gruesa pero suave hizo contacto con mis oídos, estaba saludando a mi mamá. Cerré con llave y me acosté a oscuras.

No sabía por que me sentía así, era un combo entre miedo y malos presagios. Apoyé mi cara en la almohada tan fuerte como pude notando la cara borrosa que se mostraba en mi mente otra vez. Esa cara horrible de aspecto desbordante, que me hablaba en mis sueños con voz gruesa pero no suave.

Nadie sabía de mis sueños, ni de mis dibujos, pero "Suga" supo de ellos tan sólo viendo un cuaderno.

Escuché pasos que subían la escalera, las risas de mi hermano pero no eran acompañadas por otras. De repente en el silencio de mi habitación se escuchó como un susurro perdido en el viento.

—¿Está en la casa tu hermano?— Me paralice otra vez, notando la incógnita. Había preguntado por mi.

Me hacía sentir extraño.

—Seguro que si, él no es callejero como nosotros.—Mi hermano se rió pero "Suga" no. Se escuchó como entraban a su habitación y luego un portazo.

Me dormí minutos después tapado en la comodidad de mis frasadas, pero mi pecho se encontraba saltarín e indescifrable.

"Suga" era un tipo violento que me había empujado dos veces y luego me había dicho mentiroso en la cara. ¿Acaso era el mismo que me preguntaba como se veía mi alma?

¿Quién diablos era "Suga"?