Capitulo 11

40.5K 1.7K 80
                                    

— ¡Socorro!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— ¡Socorro!

Llevo un buen rato gritando para que alguien abra este maldito contenedor. Gracias a dios no está sucio, solo tiene balones viejos. No se como lo ha hecho James pero no puedo abrir el contenedor y me está dando claustrofobia.

— ¡La madre que te parió James!

Empiezo a patalear con fuerza, no sé cuánto tiempo pasa hasta que alguien desatasca la tapa del contenedor y abre.

— ¿Señorita Melanie?

Mierda.

— Vaya... Hola Carl.

¿Quien es Carl? Larga historia: Cuando mi abuela aún vivía eran dueños de una cadena de empresas que les generaba mucho dinero, de ahí que tuvieran servicio en su enorme casa. Cuando Nana murió, el abuelo hizo que la mayor parte del servicio se fuera, dándoles trabajo en alguna de sus empresas. Carl fue uno de los pocos que se quedaron junto a mi abuelo y que actualmente trabajan para el.

— ¿Que haces aquí Carl?

— Su abuelo me mandó por usted y su hermano, señorita. Quiere que pasen el fin de semana con el.

Una de las cosas malas que tiene el abuelo es que siempre manda a alguien a recogernos sin previo aviso. Nosotros, al no querer que se disguste aceptamos.

— Yo... la escuche gritar y me alarme, ¿Se encuentra bien?

— Si Carl, estoy perfectamente.

Cuando encuentre al asqueroso de James se va a enterar de quien soy yo.

Carl me conduce hasta la limusina del abuelo y me comunica que Alec está en clase y llegará a casa del abuelo más tarde.

Me adentro en el vehículo y Carl empieza a conducir. Me siento muy sola en la parte de atrás así que avanzo hasta quedar justo detrás de Carl.

— ¿Como está Shanon?— Su esposa.

— Perfectamente, ha mejorado sus técnicas de cocina.

— ¿Se puede mejorar la perfección?

— Ya ve que si.— Carl me mira por el retrovisor y sonríe.

— Recuerdo aquel pastel que me hizo por mi sexto cumpleaños. Estaba delicioso. Recuerdo ese día como si fuera ayer.

Carl sonríe con ternura y finalmente llegamos a la mansión del Abuelo, quien está en la entrada con una bata puesta y sus zapatillas de andar por casa.

Salgo de la limusina y me acerco al abuelo.

— Aquí está, mi nieta favorita y la que más amo en este mundo.

— Yo también te amo abuelo.— Digo mientras le abrazo.

— Pasa pequeña, tengo la cena preparada para ti y para tu hermano.

Mi novia hizo un Touchdown © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora