VISITAS INESPERADAS

2.1K 137 5
                                    

CAPÍTULO XII

Un mes después...

Ha pasado un tiempo desde que deje de contarles cómo iban las cosas entre Alejandro y yo, aunque puedo decirles que las cosas siguen igual.

Ahora vivo en Baja California con mi familia, después de todo lo vivido decidí que no quería descansar el año y medio como les había contado, tener mi mente en blanco solo ayudaba a pensar en él más de la cuenta y no me estaba beneficiando en nada, por ello le pedí a mi padre un lugar en su empresa de acuerdo a mi formación académica.

Mi trabajo ahora consiste en verificar que todas las cuentas contables estén en orden y que los pagos de impuestos se efectúen al día para evitar futuros problemas.

Joaquín por su parte el día que llegamos a casa de mis padres me entregó un alhajero hermoso que tiene incrustadas piedras preciosas. Consta de ágatas, cuarzos de todos los colores existentes, amatistas y ámbar. Están distribuidas de manera exquisita por todo el alhajero. Aunque me dijo de dónde provenía lo sigo teniendo, él tenía miedo de que lo tirara a la basura, pero para su asombro decidí guardarlo como la joya más preciosa que puede haber porque ese pequeño regalo es el último que recibí de Alejandro.

Por otro lado mi hermano no ha visto ni hablado con Marta desde que nos fuimos de Mérida, pero cada día que pasa la desea más. Yo le digo que no deje pasar más tiempo, que vaya por ella.

Todo apunta que dentro de tres días me hará caso y se irá para ya no estar solo, Pablo y yo ya dijimos que lo acompañaremos en su aventura de amor. Por lo menos hasta hoy es el plan que tenemos.

Hablo todos los días con Marta para saber si Joaquín tiene todavía una posibilidad y cómo deben de pensar ella no lo olvida, todavía lo ama, por eso le doy alas a mi hermano para que vaya por ella.

Como les decía mis días de trabajo son un poco relajados, no estoy esclavizada en la empresa de mi padre como yo creía que sucedería, solo trabajo medio tiempo y generalmente las tardes las tengo libres para salir a donde quiera. Pero casi siempre la paso en casa con mi familia, disfrutando de ellos. Por ahora no tengo pareja o algo que se le parezca. Después de mi mala decisión creo que lo mejor es estar sola, por lo menos en este momento es mi prioridad.

Me encuentro sentada en el jardín de la casa revisando unos papeles cuando de repente llega Lola asustándome un poco.

—¡Colibrí disculpa por asustarte, no era mi intención! Tienes visita, te vengo a informar para que las atiendas.

—¿De quién se trata?

—Son las niñas... —antes de que me pueda decir de quién se trata mi madre aparece acompañada de Daniela y Vanesa.

—Mira quiénes te visita cariño —déjenme decirles que la palabra cariño ya la tolero más, nunca pude decirle a mis padres que me molestaba y hoy me alegro de no haberlo hecho, porque me gusta que me llamen de forma afectiva.

—Chicas ¿qué gusto verles? —saludó a las hermanas de Alejandro demostrándoles la felicidad que siento por verlas, las estimó mucho, el poco tiempo que las conocí fueron muy buenas personas conmigo.

—Reichell que gusto verte ¡estás radiante!

—Gracias Dani, ¿Qué tal el viaje? —antes que contesten se genera otra pregunta en mi mente?—. Oigan, ¿cómo supieron mi dirección? —es Vanesa quien contesta a mi segunda pregunta.

—Oye, pero qué preguntas. Fue fácil encontrarte, eres una celebridad por estos lugares. Pasando Guadalajara todo el mundo conoce a la familia Montalbo y los hoteles de estos.

—Jaja si, la gente es medió chismosa por acá, pero no soy nadie importante tampoco exageren, díganme ¿Qué les trae a mi lindo estado?

—Nos decidimos escapar Daniela y yo un rato de Mérida, no hay mejor destino que venir a visitarte. Hace más de un mes que no sabemos nada de ti.

—Ya sabes, después de tu ruptura con Alejandro.

—Por favor ese tema no lo quiero tratar —por más que intento no logro sonar feliz—. Hablemos de temas más lindos, ¿tiene donde hospedarse?

—De hecho acabamos de llegar, esperemos nos recomiendes un buen lugar, estaremos aproximadamente tres días después tenemos que regresar a la horrible realidad.

—Sí, solo nos dimos una pequeña escapada, papá no nos dio más tiempo.

—Por favor chicas por el hospedaje no se diga más, se quedarán en casa, no necesitan hotel o algo parecido. Hablaré con Lola para que les aliste unas habitaciones.

—¿De verdad? ¿No crees que molestemos?

—Reichell no queremos dar molestias, solo queríamos verte y...

—Desde luego no es molestia, ustedes son bienvenidas no tienen que preocuparse por nada, estos tres días serán más que suficientes para que la pasen bien.

—Te agradecemos todo, pero tenemos que decirte nuestros verdaderos motivos —como siempre la sinceridad hecha mujer habla, Vanesa solo le da un codazo—. No queremos ser hipócritas, estamos aquí para hablarte de Alejandro.

—Daniela quedamos que eso se lo diríamos mañana en la mañana no ahora que la acabamos de ver.

—Lo siento hermana, sabes que no me gusta andarme con rodeos, me gusta hablar de frente y con Reichell no podría ser diferente, ella es nuestra amiga y merece que le hablemos con franqueza.

—Bueno en eso tienes razón, debe conocer nuestras intenciones desde un principio, que nos perdone si no nos comprende, pero no podemos seguir como antes.

—A ver chicas por si no saben sigo aquí y estoy escuchando todo, díganme ¿qué les trae realmente por acá?

—¡Oh Reichell! —los dedos de mi amiga se entrelazan por el nerviosismo que tiene—. Nuestro verdadero motivo es para hablarte de Alex.

—Vanesa por favor no quiero tocar ese tema.

—No Reichell, por favor escúchanos, no pierdes nada y nosotras ganaríamos mucho.

—Amiga por favor, prometemos que cuando nos escuches no tocaremos más el tema.

—Está bien, no pienso llevarles la contraria, pero por favor después de esta platica no tocaremos el tema, tienen que prometer dejar de insistir.

—Desde luego, no tocaré más el tema.

—Yo igual, no te molestaremos más. Escúchanos detenidamente porque es importante que sepas.

—Vamos hablen de una vez porque me están dando miedo. Pero esperen, Lola nos traes unas bebidas por favor.

—Desde luego mi niña ¿señoritas que desean tomar? —después de que Lola anota las bebidas de las chicas nos quedamos de nuevo solas. La intromisión de ella ayuda para tomar más valor.

—Ahora díganme ¿de qué se trata?

—Como dijimos es de Alejandro de quien te tenemos que hablar. Después de su ruptura está muy diferente, le pego fuerte perderte.

—Sí, no es el mismo, solo trabajo y trabajo, no tiene vida social, es solo un cuerpo que deambula.

—Siempre está sumido con sus pensamientos. Se dejó crecer la barba, solo la corta cuando papá le insiste. Está muy desaliñado, no le importa para nada su aspecto.

—Sale temprano de casa y regresa tarde, pero siempre está en la oficina. Por favor Reichell habla con él.

—Por favor, aunque ya no estén juntos pídele que se ocupe de él. Extrañamos a nuestro chico. A mi familia la está desesperando que no reaccione. Es como si estuviera en otro lugar, su cuerpo solo se mueve de manera mecánica.

Estoy que no me creo todo lo que las chicas dicen. No, Alejandro no puede estar pasando por eso, él que están fuerte, tan recto, tan...

—Mi padre nos mandó porque él ya no soporta más que se dañe de esa manera.

—¿Tu papá está de acuerdo con que hable con él?

—Eso júralo, él quiere que regresen, desea que estén juntos, pero sabe que eso no será posible, por eso necesita que lo convenzas para que salga con otra persona, aunque esa no seas tú, si con eso garantiza su mejora, está de acuerdo.

—Pero ¿qué puedo hacer? Él decide lo que hace, yo no tengo nada que ver en esto.

—Lo sabemos, pero si le dices con suerte recapacita.

—Reichell por favor ayúdanos, solo te pedimos una llamada.

Por más que me rehusé yo también quiero verlo bien, si mi intervención ayuda, aunque sea un poco debo intentarlo.

—Está bien, lo haré por tu familia, tratare de hablar con él, más no prometo nada. Si gustan puedo hacerlo personalmente porque tengo programado un viaje justamente dentro de tres días para Mérida.

—¿Es en serio?

—Claro Daniela, me voy con todos mis hermanos por un asunto de Joaquín. No sé si se acuerdan de Marta... —y sin más les cuento nuestros planes de cupido.

—Eso suena grandioso, ojalá logren su objetivo, ella es una buena chica.

—Sí, es única. Como les decía hablaré personalmente con él, ustedes no se preocupen, ojalá sea de ayuda y no lo perjudique más.

—Entonces no hablemos más, Reichell se van con nosotros de regreso.

—¿Vinieron en el jet?

—Así es, por eso no tienes pretextos para decir que no —¿tanta es la necesidad como para mandar a las chicas solo a eso? ¿En jet? ¡Dios ayúdalo! ¿Alejandro que te pasa? ¿Porque te dañas de esa forma?

—Chicas no prometo una gran mejora con su hermano, pero si les juro que haré todo lo que pueda para que entre en razón. Ahora díganme ¿a dónde quieren ir?, porque solo les quedan dos días aquí.

Como siempre cambio de tema, no me apetece saber nada más. Me siento triste por saber que Alejandro se esté destruyendo. No sé si es mi culpa, pero al menos eso siento.

—Nosotras no conocemos nada de por aquí, tú que eres la experta dinos ¿qué lugares podemos visitar?

—¡Oye! Nos tienes que acompañar ¿no eres mala anfitriona verdad?

—¡Desde luego que no! Prepárense que hoy salimos por la noche a bailar, ahora sí puedo —muevo mis piernas con un ligero baile—. Hace mucho que no lo hago, con ustedes me apetece salir.

—No se diga más, hoy nos vamos de fiesta.

—Es bueno ver que tú no estás como Alejandro, pensamos que estabas mal o algo por el estilo. Veo que tú no lo quieres igual.

El tono es un poco de reproche. Pero no le llevo la contraria. La verdad es que no saben nada de mi dolor, de mis sentimientos por él.

¿Cómo puede decir eso Vanesa? Amo con toda mi alma a su hermano, sólo porque están aquí me estoy haciendo la valiente, pero no me defiendo, no llegaría a nada.

—Eso no es cierto, mi colibrí ha estado muy amargada este último mes, no es la misma. Solo porque están aquí es que ella se quiere hacer la fuerte y... —juro que si no estuvieran ellas aquí mataba a Lola en estos momentos por indiscreta.

—Lola por favor no hables locuras.

—¿Es cierto? ¿Aún lo amas?

—Mira Dani, sí lo amo o no es algo que no importa porque entre nosotros no hay futuro. Por favor, prometieron no tocar más el tema.

—Aunque tienes razón sólo queremos lo mejor para ustedes, pero sabemos que son extremadamente tercos. No dudes que sí podemos ayudar en algo lo haremos, quieras o no.

—Sí, digo lo mismo, es más si necesitan algo me dicen niñas y yo les ayudo. Estos dos locos no pueden seguir haciéndose daño.

—¿Saben que sigo aquí verdad?

—Por supuesto que sabemos, pero no nos importa, lograremos nuestro objetivo. Estamos seguras que nos agradecerás después.

—Ya dejen sus cosas. Lola lleva a Daniela y Vanesa a sus recámaras. Chicas solo espérenme un momento, en lo que se instalan termino mis pendientes para que podamos salir sin problema alguno.

—Está bien te dejaremos de molestar con lo de mi hermano. Nos vamos a instalar. Cuando estés lista nos avisas nosotras te estaremos esperando —de repente me dan un gran abrazo, por un momento me recuerdan a Alejandro porque ellas son una pequeña parte de él y, siento como si estuviera cerca de esa pequeña parte.

—Antes de que llore por su culpa me voy a terminar el trabajo.

—Sabes que los queremos mucho Reichell y lo único que todos deseamos es verlos feliz, él no te fue infiel cariño, nosotras metemos las manos al fuego por Alejandro. Te juro que es inocente y si sigues en ese plan o mejor dicho si siguen en ese pensamiento solo se dañaran, ya perdieron un mes, no pierdan más tiempo. No digas nada —me interrumpe cuando estoy a punto de hablar—. Solo piensa en nuestras palabras.

Sin más plática me voy de nuevo al patio a terminar mis pendientes, ellas se quedan deshaciendo maletas.

La única forma de no pensar en él es sumergirme en algo que me haga estar entretenida, aunque ellas estén aquí pienso seguir en mi plan de olvido.

Cuando todo queda listo voy en busca de Daniela y Vanesa para irnos de baile. Decido llevarlas al Babadook. Como siempre están perfectas para salir.

Esta noche es de chicas por lo que mis hermanos quedan excluidos. Incluso mis sentimientos por él quedan en el olvido.

Llegamos al bar y la pista no nos es suficiente porque como una vez me dijeron son unas muy buenas bailadoras, entre canción y canción nos la pasamos girando toda la noche.

Después de mucho tiempo me siento viva, feliz. Aunque sea por unas horas.

Como a las tres de la mañana decidimos poner fin a nuestra salida ya que como les he explicado mañana me toca trabajar y no quiero llegar trasnochada.

Nos hemos puesto de acuerdo y cómo voy a viajar no quiero abusar de mi poder en el hotel, por eso pienso trabajar estos tres días mi turno normal y salir con ellas por la noche, como bien dije no quiero abusar de papá.

Todas estamos muy contentas estás tres noches yendo de fiesta en fiesta. Por pequeños momentos mientras disfruto en compañía de ellas puedo olvidarme un poco de su hermano.

Pero cuando estamos tranquilas y la música para me acuerdo de él y de lo mucho que me gustaría salir a bailar y disfrutar de todo aquello que pudo ser y que desafortunadamente no se logró por su culpa, estupidez y por su falta de respeto a una mujer.

Es en ese momento cuando mis sentimientos cambian porque recuerdo los verdaderos motivos de nuestra separación.

El «bello» Alejandro desaparece para darle paso al ogro que jugó con mi corazón.

GRUÑÓN PARTICULARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora