"Cuando caminamos por el camino de la Verdad, sentimos cómo fluye dentro de nosotros la belleza y la perfección de todo los que somos, de lo que son los demás y del universo. Hemos elegido el camino de la ternura, de la amabilidad, de la compasión...
Cuando separó sus labios de los míos, sus ojos hicieron contacto con los míos, sentí su mirada tan penetrante que me puse de inmediato nerviosa al recordar lo que había pasado hace un instante, de un momento a otro Jimin se había quedado de nuevo dormido, su fiebre seguía alta, así que seguí poniéndole toallas mojadas en la frente y toda su cara, estaba a punto de llamar a su mamá pero antes de eso tomé el termómetro y verifiqué nuevamente su temperatura ¡Había bajado! ¡Por fin! me sentí aliviada, como si literalmente me hubieran quitado un peso demasiado enorme de encima. Al cabo de una hora más llegó su hermana y me relevó, estaba tan exhausta que no sabía como aún podía caminar hasta mi casa y no haberme desmayado. Sólo llegué a mi casa, subí a mi cuarto y ya no supe de mi.
Eran aproximadamente las 11 de la mañana cuando mi mamá entró a mi cuarto tocándome suavemente la cabeza y acariciando mi cabello.
-Min bebé levántate alguien te busca abajo. - mi cara debió de ser todo un dilema ya que mi madre empezó a reírse. -Date prisa no hagas esperar mucho. -Sí, mamá ya voy.- contesté con voz ronca y aún adormilada.
Solamente me paré de la cama, tomé el cepillo para desenredar un poco mi cabello que era todo un revoltijo, los últimos meses he pensado en cortarlo pero no estoy segura, entré al baño y me enjuagué la cara y me lavé los dientes, seguramente sería HeeSook, hoy era sábado y lo más razonable sería que ella estuviera aquí para pasar el rato acostadas haciendo nada o por el contrario jugando y haciendo cualquier tontería que se nos ocurriera.
Baje las escaleras esperando que mi amiga saltara encima mio cuando me viera pero no fue así. Inmediatamente vi la figura de un hombre parado observando fotos que mi mamá tenía de nosotros, me dio tanta vergüenza que quise darme media vuelta para irme por dónde había llegado pero como era de esperar de mi bella suerte tropecé con el primer escalón y caí haciendo que un sonido demasiado fuerte fuera capaz de oírse a 10 cuadras incluso, el hombre volteó de inmediato y corrió hacia mi dirección.
-Dios SooMin ¿estás bien?
-Sí, sólo que me gusta tirarme al piso a pensar de vez en cuando.- se rió de mi comentario bobo y ¡Dios! su sonrisa era capaz de matar a medio mundo, era tan lindo ¿cómo es posible que sea tan guapo?
-A mi también me gusta tirarme al piso pero prefiero que al hacerlo no haya ni ruido ni dolor. - Me reí no estaba segura de si fue a causa de su comentario o de los nervios que tenía. -No fue tan doloroso como se escuchó.
-Ven déjame ayudarte. -me extendió su mano e hizo fuerza para ayudarme a parar.
-Perdón por presentarme de esta manera en tu casa sin avisar pero realmente necesitaba venir porque te recuerdo que el trabajo de matemáticas lo tenemos que entregar en dos semanas y no tenemos absolutamente nada hecho y eso de verdad me preocupa .- dijo con una sonrisa y tocándose la nuca. -Lo siento SeokJin, sólo que en estos días he estado un poco distraída. -Dime sólo Jin, sin formalidades.
-Está bien.- sonreí levemente, sentía que iba a vomitar de los nervios. - Bueno siéntate voy por mi mochila- salí disparada hacía mi cuarto, una vez que llegué cerré la puerta, me miré al espejo ¡No puede ser! me miré y traía mi pijama que consistía en un short deportivo flojos con una camiseta igualmente demasiado grande, parecía una vaga, y que se diga de mis ojos aún hinchados, y mis mejillas todas rosas, me cambié lo más rápido que pude a un conjunto deportivo y una calcetas negras, volví a cepillar mi cabello y tomé las hojas con los problemas de matemáticas, lápices y goma para bajar rápidamente. Cuando iba bajando las escaleras vi a Jin con su cabeza recostada en sillón y sus ojos cerrados, se veía tan tierno así, dejé todas las cosas que traía en la mesa de centro, no quise despertarlo así que subí de nuevo a mi cuarto y llevé conmigo una manta, llegué de nuevo a la sala donde estaba Jin y lo cubrí con la manta, hice aproximadamente un cuarto del trabajo para cuando Jin se despertó dos horas después, cuando abrió los ojos e inhaló profundamente me dio un escalofrío en todo el cuerpo. -No me digas que me quedé dormido... -Efectivamente lo hiciste. -Lo siento, sólo vine desde mi casa a dormirme en la tuya y no hacer nada del trabajo. -No te preocupes, además no hice demasiado, soy muy lenta para esto.
-Pero por lo menos no te quedas dormida en el sillón en lo que esperas que la otra persona baje.
-En tu defensa tardé demasiado, lo siento.
-Es cierto, ya que lo mencionas ¿te cambiaste?- dijo seguido de una pequeña risa.
-Sí, ¿se nota mucho? -Ja ja ja, que graciosa eres SooMin. -Suelo ser muy sarcástica algunas veces.
-Lo sé.- de repente se soltó un silencio incómodo en la habitación. -¿Qué?- dije casi en un susurro pero audible para él. -Si crees que nadie te pone atención estás equivocada, eres una persona bastante rara. -¿Debería decir gracias o sentirme ofendida? -Eso depende de como tengas catalogadas a las personas raras. -Bueno mi definición de raro es algo o alguien que no encaja y es la causa de burla de los demás, es decir a los raros los excluyen. -Bueno respeto tu definición pero esa es la tuya no la mía.
-Entonces Jin ¿Cuál es tu definición de raro? -Diferente, bonito, llamativo, interesante.- sus ojos penetraban hasta lo más profundo de los míos y su seriedad era increíble, ¿Cómo era posible que en un momento estuviera riendo y al otro estuviera tan serio? es injusto. -Bueno creo que tu definición es realmente mejor que la mía, la voy a tomar. -Sería un honor que lo hicieras. Nuestros ojos hacían contacto directo, la tensión se sentía entre las paredes, de repente nos íbamos acercando poco a poco pero un sonido nos exaltó a ambos, Jin reaccionó de inmediato contestando su celular, me hizo una seña de que en un momento regresaba y salió de la casa quedándose en la entrada, yo por mi parte regresé a lo que estaba haciendo antes de que Jin se despertará, cinco minutos más tarde entró Jin y se quedó parado al lado del sillón en el que yo me encontraba viendo el trabajo.
-SooMin, si quieres yo puedo llevármelo y hacer lo que falta.
-¿Estás loco? -¿Cuál es tu definición de loco?- dijo seguido de su distinguida risa. -Vamos a empezar de nuevo. - yo también empecé a reírme pero no era tanto por lo que había dicho si no por la risa de él. -está bien, no lo haremos.
-Bien y contestando a tu propuesta te parece si mejor hacemos lo que falta juntos, me gusta estar contigo, eres divertido.
-Gracias, lo sé, soy el más divertido y guapo de toda la escuela.
-¿Seguro de tu ego va a caber por la puerta de la entrada cuándo te vayas? -No, de hecho me costó demasiado trabajo que entrara la primera vez. -Eres un tonto. -Tú también. Y así fue la mañana y parte de la tarde con Kim SeokJin, llena de risas, bromas y tarea. Tenía aproximadamente media hora desde que Jin se marchó cuando decidí subir a mi habitación y tirarme en la cama estaba quedándome dormida cuando de repente un sonido me despertó. Un mensaje.
*JIMIN*
¿Podemos vernos?
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