Locura
El 'no' esperado día había llegado más rápido de lo que deseaban. Era un domingo en la mañana y Steph había despertado a Tony más temprano que los días anteriores para llevarlo pronto a casa de sus padres, donde seguramente ya les esperarían con las pertenencias de Tony y un Jarvis dispuesto a llevarlo al internado.
Ambos sabían que su semana juntos se había terminado; lo confirmaba el hecho de que Tony estuviera de mal humor y no quisiera dirigirle la palabra.
Steph suspiró resignada al ver que Tony no probaba su desayuno y sólo permanecía cruzado de brazos y con un mohín de disgusto en su rostro.
-Tony, debes comer.
-No quiero.
-¿Puedo saber por qué?
Tony no respondió inmediatamente. No quería decirlo porque sabía que iba a llorar. Estuvo unos minutos más en silencio haciendo un puchero antes de decidirse a hablar.
-Tu vas a llevarme a casa.-Respondió frunciendo su ceñito y mirando mal a la rubia.
Steph quiso sonreír pero sólo obtuvo una mueca rara y forzada.
-Tengo que hacerlo.
-¡No si no quisieras deshacerte de mi!-Gritó el niño, con su carita acalorada por el enojo.
Steph se llevó una mano al rostro, apretando el puente de su nariz como signo de la frustración que le hacía sentir Tony. Sabía que había sido un error de su parte haberse apegado tanto a ese niño. No era correcto que los niños crearan tanta dependencia por otros adultos fuera de su círculo familiar, pero había sido muy difícil que no sucediera cuando el pequeño sabía quién era ella; un ídolo, una heroína.
-Tony, basta.-Murmuró. Quitó la mano de su rostro y miró al niño con firmeza. Oh, se iba a arrepentir de ésto.-No puedo cumplir tus caprichos cada que se te antoja, tienes que obedecer a tus padres y punto. No hay más discusión aquí, ya te lo había dicho.
Los ojos de Tony se llenaron de lágrimas y Steph se arrepintió al instante; vaya, y yo que creí que podría durar firme con él más tiempo.
-¡Te odio!-Gritó Tony con fuerza y luego bajó de un salto de la silla y corrió a la habitación que había ocupado durante su estancia con la Capitán.
La soldado quiso que alguien llegara y la abofeteara. Se sentía más cobarde que nunca en su vida. Sabía que Tony la miraba como un héroe, tenía esa extraña ilusión de que ella siempre le salvaría de todo lo que le hacía daño o lo hacía sentir mal, pero eso estaba lejos de suceder porque Tony debía aprender que sus padres no eran los villanos y Steph no quería alimentar esa idea, yendo en contra de lo que Howard y María decidían por su hijo, por más que su mente le gritara que lo que estaban a punto de hacer era incorrecto de muchas maneras.
Definitivamente el día ya había comenzado bastante mal y no tenía pinta de mejorar. Todo apuntaba a que la locura apenas estaba por comenzar.
***
Le costó más de lo esperado lograr sacar a Tony de la habitación, por el simple hecho de que hizo un gran esfuerzo por no aprovecharse de su súper fuerza y sacar al infante de su encierro.
Después de que lo persuadiera, había tomado la maleta del pequeño genio y luego lo tomó de la mano para salir juntos a buscar su motocicleta.
Ambos se montaron en el vehículo con sus respectivos cascos, Tony sobre el tanque frente a ella, mientras ella se encargaría de llevar la maleta en una de sus manos y conducir con la otra. Sí, era peligroso, pero al carajo con eso, necesitaba algo de adrenalina para dejar salir el estrés acumulado en tan sólo unas horas.
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1.Mi pequeño Tony (TERMINADA)
FanfictionStephanie Rogers no esperaba sobrevivir a tal choque contra el hielo, pero como siempre, el destino le pateaba el trasero y se reía de ella. Y ella quería patearle el trasero a Howard, ¿o no?