Desde hoy comenzaba su última semana como niñero, luego ya se dedicaría por completo a los últimos detalles de su boda.
Se me hacía difícil pero intentaba no demostrarlo, incluso no lo trataba mal, quizás estaba siendo un idiota.
Ese anillo en su dedo me recordaba a cada momento que no era mío, que era de otra persona a la cual seguramente le hacía el amor frecuentemente, que la llenaba de cariño, que toda la atención era para la persona con la cual formaría su vida y no conmigo.
Intentaba ver el lado bueno de la situación, esto me estaba demostrando que debía conocer mejor a las personas, a él lo consideraba mi amigo porque nos llevábamos bien y compartíamos de vez en cuando en fiestas, pero quizás nunca lo fue realmente.
Todo fue mi culpa, yo lo traje aquí pensando que sería una buena opción para Thiago, lo fue obviamente. Fue mi culpa el querer experimentar con él, fue mi culpa inducir a que acepte mis curiosidades, fue mi culpa haberme acostado con él, fue mi culpa haberme confundido.
- ¿Quieres ir con nosotros? - su voz me hizo volver en sí.
- ¿A dónde?
- Thiago quiere salir, pensaba llevarlo a dar una vuelta al parque para que juegue.
- Vamos tío - tomó mi mano y la de Christopher.
- Supongo que sí - reí.
Hace tiempo no salíamos así, los tres, creo que Thiago quería disfrutar a lo máximo estos últimos días.
Me senté en el césped a ver cómo ellos jugaban, algo que siempre voy admirar de él, es la capacidad y paciencia que tiene con los niños.
Terminé por recostarme en lo que miraba el cielo lleno de nubes, buscaba una que otra forma y las dibujaba al aire con mi dedo índice, a veces me reía solo por las cosas que mi mente imaginaba.
- Yo también quiero - se recostó Thiago a mi lado.
Comenzó a hacer lo mismo que yo, por momentos tenía una que otra batalla contra él porque no decidía que formaban las nubes.
- ¿Que ves ahí? - habló Christopher para mí.
- ¿Dónde?
- Ahí - apuntó una nube.
- Mmm...nada en realidad, es solo como una línea, como un camino - analicé.
- Sí, como un camino - dijo provocando que lo mire - tienes que seguir tu camino, tienes que seguir siendo ese chico alegre.
- Claro que lo seguiré siendo, me queda mucho por vivir.
- Gracias por tanto - dijo de pronto - fueron buenos momentos.
- No te despidas aún, todavía no es el momento.
- ¿Me vas a extrañar? - preguntó a lo que quité mi mirada de él.
- No lo sé, no puedo decir que sí porque aún no te vas, pero tampoco puedo decir que no porque los sentimientos no se mandan y no sé con claridad que me pasa contigo.
- Te entiendo - tomó mi mano.
- No hagas eso.
- ¿Por qué?
- Porque no está bien - me solté de su agarre - no te corresponde hacer esas cosas conmigo.
El silencio se apoderó de nosotros, estábamos los tres con la mirada en el cielo, Thiago intentando descifrar las formas de las nubes, Christopher quizás pensando en su futuro y yo pensando en la forma de que esto me dañe lo menos posible.
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Mañana pensaba hacerles un maratón de capítulos, pero eso significaría terminar la novela mañana, no quedan tantos capítulos 🤔
