- ¿Mamá? ¿Tú crees que es normal ver cosas que no son?
- Mmm...cosas como que.
- No sé, cualquier cosa.
- Yo creo que no, por algo hay especialistas que tratan eso, tienes internet, averigua.
Típica respuesta de mi mamá, la adoraba.
- Buenos días - dijo Yanelis - Erick necesito que me hagas un favor.
- Que quieres.
- Que cuides a Thiago, no puedo llevarlo al trabajo, te pagaré no te preocupes.
- ¿Y Chris?
- No puede venir hoy, dijo que tenía que hacer unos trámites con urgencia.
- ¿Trámites de que?
- ¡Ay Erick! que sé yo - dijo mientras servía su desayuno - él solo trabaja aquí, no voy a meterme en sus asuntos personales.
- Tú eres su amigo, pregúntale - habló mi mamá.
Desde hace días andaba muy preocupado por cosas que tenía que hacer, ya no hemos salido como antes.
- Luego lo llamo y está bien - miré a mi hermana - yo lo cuido.
- Algo debiste aprender con Christopher supongo - rió - ese chico cuando tenga un hijo será un gran papá, a mi pequeñito lo cuida excelente.
- La verdad sí ¿de dónde aprendería tanto de niños?
- Yo también sé de niños - interrumpí - ya verán que bien se portará mi sobrino.
- Erick, trata de no consentirlo tanto, nada de golosinas ¿eh?
- Si Yanelis, lo sé - me puse de pie - voy a empezar mi día de trabajo.
Últimamente Thiago estaba durmiendo más de lo normal, quedaba demasiado agotado.
- Hola Christopher, soy Erick.
- Lo sé, tengo tu número.
- Oye te llamo para saber porqué no vienes.
- Cosas personales.
- ¡Uy que misterioso! La verdad te llamaba porque tengo que cuidar a Thiago, necesito saber que hacer.
- Pero si estás siempre ahí, cómo no vas a saber que hacer.
- Solo dime los horarios de cada cosa, yo me las arreglo con él.
- Thiago almuerza justo a las doce del día, trata de no darle mucho jugo, tiene que reposar un rato para que no le duela el estómago, otra cosa que se lave los dientes y tienes que vigilar que lo haga porque no le gusta mucho hacerlo...
- Oye con calma, que pareces vecina de barrio de tanto que hablas.
- No te ayudo entonces, le das un beso de mi parte.
¿Colgó? Odio que hagan eso, al menos ya tenía solucionado medio día con Thiago.
Apenas despertó le dije que tendría que quedarse solo conmigo. Lo bañé, le puse su ropita, le hice desayuno y lo puse a ver la televisión, esto no estaba tan difícil.
Cómo todo tío consentidor siempre guardaba golosinas para darle a escondidas, no sé porqué Yanelis no lo dejaba comer tantas, era un niño y tenía que comer.
- El tío Chris ¿te dijo algo de por qué no venía hoy? - me senté a su lado.
- Por sus papeles - dijo sin dejar de mirar la televisión.
- ¿Que papeles?
- No sé - se acercó a mi oreja para susurrar algo - lo escuché mientras hablaba por teléfono.
Se tapó la boca mientras reía, sabía que eso no se hacía pero yo no lo regañaba.
- Ten - le entregué un chocolate - no le digas a tu mamá.
- No.
- ¿Te agrada Christopher?
- ¡Muuuuuuchooooo! - abrió sus pequeños brazos.
- A mí también - sonreí.
- ¿Mucho?
- Muuuuuuchooooo - abrí los brazos imitando su gesto.
