ÁNGELES Y DEMONIOS [JOERICK]

Capítulo 11: Sentimientos mezclados.

Nos besamos... Y literal que cuando sentí sus labios junto a los míos mí mente se puso en blanco.

No sabía que pensar, ni siquiera sabía porque habíamos terminado en esa situación, en fin me sentía raro y nervioso.

Escuchamos rudios y eso hizo que nos separemos de momento.

Giramos hacia la puerta y estaba parada la señora Núñez, madre de Agustina.

-Hmm.- dije.- no es lo que parece solo fue una....

-Un beso nada más.- me interrumpe Agustina.

-Si eso.- dije nervioso mientras su madre se acercaba hacia nosotros.

-Chicos, menos mal que los vi yo y no tu padre.- responde refiriéndose a su hija con un tono de paz que la resalta siempre.- yo no diré nada de esto pero lo único que pido es que no se repita y mucho menos en este lugar.

Para empezar no se la veía del nada bien, se le notaba a simple vista sus ojos cansados, como si hubiese llorado todo un día, aunque traía maquillaje se le podían ver sus ojeras.

-Si pastora.- dije yo.- lo siento no volverá a pasar.

-Asi es mamá, fue culpa mía lo siento.

-Esta bien, los perdono... Solo venía para decirte hija si querías ir a almorzar conmigo, hay algo de lo que tenemos que hablar.

-Claro mamá, adelantate, voy detrás de ti.

-Está bien, hasta luego Joel.- dice y me sonríe.

-Adiós señorita Núñez, que ande bien y que Dios me la bendiga.- dije muy respetuoso tomandole la mano.

Cuando ella se dio la vuelta me la quedé mirando hasta que cruzo las puertas por las que había entrado, con mis cejas en alto y una de mis manos tocando mí cuello, luego dirigí mí mirada hacia Agus.

-Oye Joel, con respecto a lo que pasó, lo siento en verd...- y la calle con un beso.

NO PREGUNTEN PORQUE LO HICE OKEY? LA VI MUY MAL Y ME DIO PENA.

-Aunque dijimos que no lo haríamos aquí te lo doy igual...ahora ve que te espera tu madre, luego te escribo.- hablé sonriéndole, y su cara de "felicidad" si así se podría decir no se le quitaba.

-Esta bien, hablamos luego, bye.

-bye.

Finalmente volví a lo que estaba haciendo, prendiendo la consola, conectando claves, probando los micrófonos y demás cosas.

Una vez terminado tomé mis cosas y me fui a casa.

En el camino iba pensando en el beso que me había dado Agustina,
¿Me habría gustado? ¿Me habría confundido? ¿Acaso me habria comprometido? Ese tipo de preguntas me hacía durante todo el camino.

Al llegar a casa subí a mí habitación y me acosté sobre mí cama mirando el techo, no había almorzado porque no me apetecía, y en todo el día no había agarrado el móvil, tampoco quería hacerlo, pues según yo, una parte de mí estaba decepcionado y otra parte estaba rara, nunca había dado mí primer beso y eso lo hacía aún más interesante.

Me levanté y me dirigí hacia mí escritorio, en mí computador puse música de Ed Sheeran, volví a mí recámara y mientras mis oídos apreciaban las canciones de mí artista favorito me dormí.

Al despertar mis amigos estaban en mí habitación, uno estaba en el computador, y el otro se encontraba en un sofá que tenía yo ahí.

-Porfin bella durmiente.- dice Johann.