El despertar de Park.

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Cuando el sol salió, y la vieja del costado empezó a gritonear a sus bendiciones para que asistan a clases; Chanyeol, el tipo alto de cabellos negros casi ondulados abrió los ojos, e inspeccionó el lugar, todo parecía extraño para él, incluso todo su jodido cuerpo le dolía, incluso el alzar un dedo o hablar.

Chanyeol se quedó mirando el techo por cierto tiempo mientras escuchaba una voz femenina a lo lejos, y que no era de la mujer que amenazaba a sus hijos con que no les haría el almuerzo sino se comían su desayuno.

¿qué lugar tan femenino era ése?
pensó que quizá su conquista de anoche le habría ayudado y llevado a su casa.

Hasta que el sonido de las ollas y el olor del posible desayuno lo embriagó. Tragó duro y hasta entonces se había dado cuenta que moría de hambre y que podría comer un gran banquete que le preparaba la mujer en su casa, Chanyeol necesitaba eso, comer. Necesitaba comida cómo los zoombies necesitan cerebro.

Entonces se fijó en la puerta cuando se abrió y en el chillido de sorpresa de la delgada mujer frente a él.

-cielos, pensé que despertarías hasta no sé, ¿dos días más, quizá?.

Jennie acudió a él con cierto recelo, pero aún así se atrevió a tocarlo, y cerciorarse que no tenía fiebre.

-debes bañarte ¿te sientes en condiciones de caminar o moverte? - Chanyeol negó, no podía hacerlo, pero de algún modo no podía dejar verla, cabello largo castaño, labios bonitos, ojos precioso, todo lo que una mujer llamaba su atención. -debes hacerlo, apestas a alcohol y cigarrillos y el haber sudado no te ayuda en nada.

No podía dejar de hablar, ambos querían saber algo más, Jennie quería oírlo, y Chanyeol quería seguir viéndola hablar porque de algún modo se le hacía gracioso.

-No es que no quiera...-pausó, la garganta le dolió al hablar por lo que su rostro se contrajo por el dolor. Entonces tragó saliva una vez más. - sólo no puedo mover mucho el cuerpo.-afirmó.

Él no quería ser descortés, nunca era descortés. Por muy irritante que a veces era o demasiado quisquilloso y egocéntrico.

Suspiró rendido de la situación ¿cuándo le habían visto en esa situación? ¡nunca! ¡jamás!

-supongo que mi situación es demasiado deplorable, deberías dejar de verme cómo si fuera a romperme o algo.-mencionó ya no teniendo la actitud anterior había aprendido llevar la situación en tan pocos segundos, digno de park.

Park había detestado de algún modo que le mirara de esa manera, como si acudiría a él cuándo se cayera de la cama, porque a Chanyeol jamás habían acudido aún si éste lo necesitaba, nunca para nada del mundo, nadie le había dado tal mirada.

-Sólo cuido de tu persona ¿es eso malo? -cuestionó la menor, y Chanyeol pudo ver la irritación y molestia en su rostro. - te recuerdo que estás en mi casa.

Entonces la interrumpió.

-entonces para qué me trajiste a aquí, ¿quien eres? ¿te conozco? ¿me conoces? - entonces internamente se preguntó sí estaban discutiendo.

Jennie pensaba lo mismo ¿acaso discutía con ése hombre? Ella no quería hacerlo pero su actitud le molestaba ya no parecía dulce y tranquilo mientras dormía, sino alguien diferente, capaz de romper culos sin más.

-No te conozco, jamás te he visto o he sabido de ti. Sólo sé que llegaste, caíste al piso y no hacías más que pedir ayuda ¿dónde quedó el tipo de anoche? -con la mano firme le apuntó con el dedo- arrogante de mierda. - pausó. -no vengas a querer hacerte el importante conmigo, porque no me interesa de dónde vengas, sólo sé que te ayudé a llegar a mi casa, y agradece que posiblemente a estas horas tu cuerpo no esté tirado en cualquier barranco.

Quizá se había excedido pero sus palabras dieron de lleno contra el tipo sentado ahora sobre su cama.

-hice el desayuno.- se puso de pie.

-muchas gracias, pero no.

-¿estás molesto?-preguntó sintiéndose tonta, pero manteniendo la dignidad para salir de allí.

-no.

Su "no" fue tan tajante que joder, jennie no lo conocía, ninguno de los dos sabían sus nombres y estaban en esa habitación, molestos, el uno con el otro. A chanyeol se le fue la magia al oír sus palabras en contra suya.
Quitándose las expectativas de chica dulce que posiblemente sería, por lo que odiaba no poder moverse e irse del lugar.
Y Jennie por su lado odió haber ayudado al hombre arrepintiéndose de haberlo traído consigo.

- ¿cómo se llama este lugar?- chanyeol preguntó justo antes de que jennie cerrara la puerta a su tras.

-Hongdae.- Él asintió.

-Mi nombre es Chanyeol. Park ChanYeol. - entonces ella asomó la cabeza, no podía negar que desde un principio tenía curiosidad de saber su nombre, ya no parecía molesto aún si su rostro seguía así.

-El mio es Jennie.- Por mucho que haya dicho anteriormente ella quería ayudar, hasta quizá ser amigos, o sólo hablar hasta que se reponga, y algo se hizo presente entre los dos, un gran sonido proveniente de la panza del alto, cosa que hizo sonreír a la castaña y avergonzar a Chanyeol.

-¿Entonces sigue en pie el no querer comer?

-¿Pues sólo darme un poco?- preguntó un tanto avergonzado.

-Podría, pero poli siempre decía que comer sopa ayuda a levantarse Después de una mala noche.

-¿Quien es poli? - preguntó el mayor con incertidumbre.

-oh, es una vieja amiga.

Ambos parecían haber sobrellevado el primer encuentro por la mañana, la situación anteriormente tensa, simplemente había pasado a un silencio acogedor.
Por escasos minutos jennie se quedó observando el rostro del grandulon y después sólo se alejó de la puerta, dejando a chanyeol en su mundo. Mundo dónde sus pensamientos no iban más allá del "¿cómo llegué aquí?" ¿con quién?" y entre más preguntas.

Por lo que cuando tuvo el valor de ponerse de pie, caminó hacia la ventana, dónde se quedó observando fijamente las calles. Era un sitio colorido, y posiblemente acogedor; dónde las personas iban y venían, sonriendo, y saludándose todos amablemente. O en todo caso, los niños uniformados corrían para no llegar tarde.

Cielo, para Park el lugar parecía demasiado bueno para vivir.

-ven, y come un poco...

Él giró el rostro y sin decir mucho acudió a ella.

-¿todos los días son así? -le preguntó sentándose sobre la cama, y dándole un pequeño soplo al humeante desayuno.

-¿las personas de aquí?, sí. No será el barrio más exclusivo de la ciudad pero las personas de aquí simplemente son amables, gritonas, peleoneras Y... Suelen venir mucho los universitarios.

Pero todo quedó en silencio cuando la puerta fue azotada con fuertes golpes, jennie sabia de algún modo que todo estaría mal a partir de ése momento, por lo que sin decir mucho acudió al llamado no tardando en recibir al segundo que abrió la puerta los reclamos por la demora de su anterior préstamo para pagar el alquiler de su casa, o intento de casa.

Diablos todo se estaba yendo al caño cuándo con una última amenaza de que sino le pagaba hasta más tarde ella vendría y se llevaría todo lo que tenía.

- Estoy metida en un tremendo lío.- murmuró mirando a la nada, cómo si pudiera encontrar respuestas en ése instante.

-¿problemas de dinero?

-desde que tengo uso de razón, supongo que sí.

-No era mi intensión escuchar, pero.

-no tiene nada, normal.

- te podría ayudar, sólo tienes que hacer algunas cosas.

Entonces eso si llamó su atención, por lo que dejó de mirar a la nada para centrarse en el rostro del desarreglado hombre apoyado en el marco de la puerta.

-suelta todo lo que tengas, soy todo oídos. - le dijo finalmente cerrando la puerta a su tras.-

Fairy ⊰᯽⊱ JenYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora