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Un amor de antaño, una simple ilusión, un amor carente, un amor de niños.

el que ChanYeol le haya mencionado con firmeza que ella sentía atracción hacia él, no hizo más que atarantarla, dejándola floja, débil y con cierto dolor que la dejó sumisa.

Tarde o no, había dolido la primera  vez darse cuenta que le gustaba, ya que ella llevaba el luto de un amor de niños, en su inocencia pensaba que mino un día aparecería y le regañaría, pero no, fue igual de duro darse cuenta que Mino tampoco acudiría, así como aceptar que gustaba del tipo narcisista que había ayudado y ahora no tenía salida.

De ChanYeol le gustaba su forma sencilla pero elegante de ser, la manera de tratar a sus amigos, e incluso su manera de relacionarse algo altiva. Le gustaba su risa tonta, cómo las veces en las que la veía en el escenario ser torpe y no dudaba en burlarse, y su vez retar a su mal genio. Le gustaba que a pesar de una farsa, le gustaba la manera en cómo la tomaba en brazos y en frente de todos unía sus labios con los suyos para después decirle "lo hiciste genial". cielos, ChanYeol era lo más cercano a un novio feliz que soñaba tener, que se le hacía irreal, ChanYeol era irreal para ella que no dejaría que jugase con sus sentimientos, aún si no lo hacía, más valía prevenir antes que lamentar.

Cuando se miró al espejo una vez más parecía estar bien, al final le gustó el resultado, no era de fiestas pero aquél vestido rojo le animaba a bailar.

Lisa la tomó de las manos y feliz de la vida la guió hasta el auto de taeyong que las esperaba una amplia sonrisa.

— creo que me enamoré. — le hizo mención, y jennie no respondió más que con una sonrisa torcida.

—mejor vamos, que luego nos perdemos lo mejor.—

La chica de largos cabellos rubios le sonrió hasta mostrar esa hilera de blanquecinos dientes que le encantaba ver cuando lisa era feliz. Pues le contagia ese humor que podría ella misma sentirse así, feliz, liviana y fuera de problemas aún si tenía un montón de cosas sobre sus espaldas.
Y Jennie no quería eso, no quería que nadie dañara a tan preciosa sonrisa, ni mucho menos ella que con tanto amor le abrazaba.

—Jen, ¿tu novio no se va enojar?— preguntó taeyong.

—es mi novio, no mi dueño.

—tons yo quiero ser tu dueño— ambos se miraron, pero taeyong iba más decidido a que la castaña creyera en sus palabras, pero la voraz mirada que le dio fue suficiente para que se callara y suspire pesadamente.

—no gracias.

Lisa se burló muy fuerte a su costado.
después de todo aquello seguía siendo divertido después del primer momento en el que los tres se conocieron.

Taeyong venía apresurado y del apuro no vio que venía justo un apresurada jennie y de un momento a otros cayeron juntos al suelo dónde se miraron por varios minutos sin saber que decir ya que la castaña había caído de una manera tan dramática que pensó que se había desnucado, mientras que el ahora rubio, pensó que un ángel Demonio se había colado en su camino.

El trayecto al lugar fue ameno cuando ambos jóvenes se dieron cuenta que seguir de ése modo no era nada productivo a sus relación de amigos que habían ido forjando juntos con el pasar de los días.

Después de ese impasse los tres quedaron sorprendidos, aquel lugar parecía inmenso, aquél lugar parecía tan jodidamente animado que el eco de la música saliendo por una de las tres puertas les dieron ganas de bailar. Así que juntos fueron por la puerta número dos la puerta general el del medio. La puerta número uno daba directamente al segundo piso, y mientras que el tercero era uno que llevaba al tercero un sitio más privado, uno donde concurría la gente de la más alta sociedad que de vez en cuando bajaban cómo los dioses de dinero que eran para mezclarse con la gente común como ellos.

Fairy ⊰᯽⊱ JenYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora