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Jen, recuerda a su madre de la manera más dulce posible, incluso si muchas veces le hubiese dejado atrás o nunca casi hubiese hecho nada frente a algunas situaciones.
Pero la recuerda con amor, ése amor en el que ambas se deban después de leer un libro de cuentos o jugar a las princesas en casa.

ೃ୭

Observó a Chanyeol, la manera tan pausada de hablar teniendo escapes de gracia, se le hacía algo extraño.
Porque jamás había cruzado más que un hola y chau con los chicos de fotografía.

Pero entonces, no supieron en qué momento ambos terminaron hablando de sus vidas.

Teniendo por una parte a un acaudalado hombre de dinero, quizá temporalmente no suyo pero con dinero.

Y por el otro lado a una no tan grandiosa mujer, que guardó ciertos aspectos de su vida sólo para no obtener compasión.

Sí, jennie ocultó una sola cosa de su vida.  Su familia, cambió ciertas cosas por otras, no es que se avergonzara o algo, sólo que no era correcto decirlo, no a un desconocido que podría hablar tanto cómo si fuese algún presentador de televisión.

—entonces harás eso ¿me entendiste? — jennie se perdió, chanyeol lo notó pero era divertido verle parecer prestarle atención cuando nunca haya sido así. — deberías prestarme atención, no voy a repetirlo una tercera vez.

Las heridas aún esa tarde estaban tan vivas que cualquier mal movimiento o una mueca le dolía hasta hacerle fruncir el culo.

—estoy dispuesto a ayudarte con lo del dinero, siempre que me ayudes.— la miró con obviedad.— Necesito sorprender a mi hermano y padres llevándoles una linda chica el miércoles, joder hubiera llevado a Tiff o Nayeon, hasta incluso a Dara, pero todas ellas son tan jodidas.

Entonces la menor se le quedó mirando con la cara de pocos amigos que siempre traía.

—¿me estás jodiendo?

—no

—eres pendejo.

—lo soy, pero no lo digas con esa cara.— sugirió dándole igual la misma cara con fingida molestia.

Eso le hizo sonreír, vaya tampoco negaría que el hombre tenía su gracia.
Por lo que sólo aceptó la magnífica idea.

—entonces pasas por mí el miércoles ¿verdad? — preguntó.

—si. Así que a lo que venga SeHun te doy el dinero que debes a la mujer esa.

—Me parece justo.

Jennie dejó el pequeño sofá para dirigirse a la ventana dónde lo único que veía era nada, estaba en silencio el lugar estaba demasiado silencioso.

—oye, park. ¿debo ir con vestido, verdad? — la respuesta era demasiado obvia, sólo que jennie no tenía vestido bonito alguno, y por un momento se lo pensó demasiado.
Y a chanyeol le tomó por sorpresa su pregunta, pero sus respuestas se vieron interrumpidos con el sonar de su teléfono.

SeHun había llegado.

La castaña lo supuso, pues había un pelinegro de mandíbula afilada, y con rostro un tanto serio pero masculino, montado en uno de esos autos deportivos súper caros,  llevaba unas gafas de sol negras y cuando se bajó yendo en dirección a su modesto hogar, vestía un saco largo negro acorde con el tiempo esa tarde; la verdad es que estaba totalmente de negro sólo los cordones blancos de su zapatilla hacían diferencia en su outfit.

Realmente había olvidado que era así cómo la gente de dinero se vestía, porque podrían ponerse las ropas más estúpidas y seguirían viéndose cómo un jodido Dios.

Fairy ⊰᯽⊱ JenYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora