Fairy ⊰᯽⊱ JenYeol

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Una delgada mujer de largos cabellos castaño, se sentó frente al chico que posiblemente en ese momento no tenía interés alguno por entablar conversación, más cuando procuraba cuidar de sus heridas para el día de la celebración del aniversario de los 50 años de casados de sus padres.

Ambos se observaron de reojo, no la había visto desde hace cuánto ¿un año? ¿o quizá menos? Seguía igual que antes, incluso más bonita.

-¿vas a decir algo?- inquirió con fingida irritación el joven. Se había emocionado. wendy era preciosa, encantadora y más aún sobre todo tenía ése algo divertido que incluso sacaba sonrisas a cualquiera.

Era la prometida ideal.
Demasiado perfecta, educada, y trayendo siempre pulcramente sus vestidos, pero carente de afecto en cuanto a lo que en un principio fue de ambos.

-realmente no. ¿peleas de nuevo? ¿hasta cuándo más, Park?.- su suave mirar se centró en el rostro del más alto.
Y recordó el porqué vivía de esa manera, el por qué su vida se había convertido en un circuito de carreras o una montaña rusa.

-deberías meterte en otros asuntos, no en lo míos.

-Estas echando a perder tu vida.

-Deja de joder con eso. No me vengas con mamadas de primera, por favor.

Todo había sido un sueño. Chanyeol seguiría los pasos de su padre, dueño de una de las cadenas de televisión más grandes. Seguiría haciendo música.
Él seguiría siendo el tipo que escribiría canciones geniales, e incluso seguiría siendo la imagen de marcas conocidas de ropas o cosméticos.

A sus 26 años él lo tenía todo, hasta que se desvaneció como el algodón del mapache cuándo wendy negó salir con él, negó haber tenido planes de boda juntos por querer vivir una en la que se sentía demasiado cómoda.

-Será mejor que me retire.- mencionó la castaña finalmente poniéndose de pie.

-Sí, mejor. Tu cara sólo hace que mis ganas de comer se me vayan.

-deja de decir tonterías ¿quieres? ya no tienes ocho años. - wendy le miró con indignación.

-nunca. Ahuevonado se nace, no se hace.

-eres un caso totalmente perdido. realmente eres estúpido.-bufó, tomó su cartera y caminó hacía el interior de la casa donde le esperaba un hombre de no menos de 1.80 de estatura.

-más pérdidas que tus nalgas no lo creo. -supuso que wendy tuvo ganas de pegarle, porque su rostro molesto y sus ganas de hacerle de todo menos dejarlo vivir, le trajo paz a su vida.

Pero necesitaba una nueva distracción, nuevos enojos o nuevas caras de terror.
Pero terminó haciendo lo de siempre: Fumar y beber en la oscuridad de su desolada habitación.

las cosas en sí habían perdido color en su vida desde hace mucho, que lo haya negado desde siempre fue un problema, porque cayó en su jodida realidad cuando todo el problema con wendy pasó, desencadenando lo demás.

Él estaba enamorado de wendy, la amaba como nunca había amado; sentía un amor tan profundo que cuando todo se vino abajo, no encontró más remedio que los bajos vicios del alcohol, cigarrillos y fiestas junto a su grupo de amigos. Pero él simplemente había muerto, no había nada más que un ser distinto al de antes. Se había vuelto tosco, mal geniado, un tipo totalmente callado y distinto. Joder ese no era él y lo sabía muy bien pero no hacía ni una mierda por cambiarlo.

chanyeol caminó hasta su balcón, estaba perdido y necesitaba salir de allí. necesitaba hacerlo...o sería peor. Entonces en cámara lenta paso, con toda la fuerza del mundo lanzó y estrelló el vaso con Whisky contra la pared cuando la recordó sonriendo, abrazándolo como las veces en las que ambos lo hacían sobre la cama de su habitación después de terminar juntos gimiendo el nombre del uno.