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Entonces ¿volverás? — preguntó una pequeña Jennie con un suave mohín en los labios, al chico de once años que no hacía más que sonreír junto a ella en una de las tantas banquetas del lugar.

—volveré, te lo aseguro.— le revolvió los cabellos no sin antes abrir los brazos hasta finalmente abrazarla muy fuerte.— y jugaremos mucho.

Cuando ambos se conocieron, Jennie tenía siete años de edad, se mantenía siendo una niña callada y con el rostro apacible tal como su madre Chaelin le había enseñado.
Pero una tarde debido a su torpeza, había caído entre medio de los arbusto de su casa con la finalidad de coger a una pequeña mariposa blanca, pero gracias a un ocurrente niño que lejos de ayudarla primero, se burló de ella, causando que sus mejillas se tornasen rojas y de los ojos se deslizaran calienten lágrimas, pero lo más sorprendente es que jamás había emitido sonido alguno.

Desde ése momento ambos habían hecho una rara relación de amigos, Mino por su parte visitaba todos los días las casa de Jennie, mientras su madre hacia la limpieza dentro de ésta.

—entonces yo iré por allámencionaron al mismo tiempo ambos menores.

La guerra contra los seres del espacio y los rebeldes se había convertido en una lucha imparable cada tarde, donde los vestidos de Jennie pasaban de ser bonitos y presentables a ser un terrible desastre que hacia reír a su madre mientras su padre no los veía.
Y las ropas de Mino,.siempre terminaban con algún rasguño que simbolizaba su lucha en el combate.

Realmente fueron buenos tiempos incluso si después muchos niños más se hubiesen acoplado a sus juego, por mucho que su padre en ése entonces se haya enterado, ella no dejaba de hacer aunque se lo hayan prohibido.

Pero la diversión había acabado, cuando ambos esa tarde se despidieron porque el padre de Mino había sido llamado a servir en otro lugar y que por obvias razones no iban a quedarse allí más tiempo.

Desde la partida de Mino, todo había perdido color, ya no salió a jugar con nadie y casi vivió enclaustrada en su habitación, de los amigos de había hecho en ése entonces ninguno volvió a buscarla más que uno de los niños que solía venir con su padre porque ambos mayores parecían tener asuntos de mucha importancia.
No lo recuerda, no lo recuerda en absoluto porque apenas lo miraba subía a su habitación, porque no era Mino, no era él, y en su pequeña inocencia pensaba que sino era Mino con quién jugaría, no lo haría con nadie más, incluso con LiLi que acudía a ella pero era demasiado pequeña cómo para jugar a lo que jugaba con Mino, e incluso Jisoo, era demasiado dulce cómo para jugar con ella a cosas que no eran más que a la casa de las barbies.

Hasta entonces ella esperó a Mino, pero él jamás volvió.

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Los días habían pasado sin más, no quiso entrar a clases puesto que realmente el último sueño con Mino le había afectado.

—¡Jennie Unnie! — la voz de Lisa le sacó de sus pensamientos cuando finalmente se encontró sentada a su costado. — tienes mala cara hoy. ¿tienes algo?

Fairy ⊰᯽⊱ JenYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora