Parte 18

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"cuando el hoy termine...

 siento que el mañana será diferente."

Sus padres a la edad en el que se habían separado habían acordado simplemente desaparecer por completo debido al riesgo que significaba estar ambos cerca el uno del otro. 

Negar que su cuerpo entero había reaccionado de la manera más territorial del mundo, era una mierda, incluso para él mismo. Su preocupación había aumentado desde el segundo tres en el que la mención de la desaparición de Jennie había llegado a él.

Había pasado tanto tiempo, mucho años a decir verdad, que cuando la vio aquella noche totalmente ebria y feliz de estar en los brazos de Park, pensó que no era ella, la verdad simplemente dudó.

pero llegó el momento en el que observando las revistas detalló a profundidad la imagen de la menor impresa en la caratula, y para sacarse de dudas pido información de la ultima foto de jennie que no tardó en obtener. 

Y así fue como el calor llegó posiblemente a hacer magia, sintió esa emoción que un adolescente suele sentir ante la chica que le gusta, era inexplicable y fue cuando movió todas sus influencias, hasta que dio con ella. 

Había conocido a zico hace muchos años en china cuando ambos acudían a la misma escuela elemental, de la misma manera había conocido a Jackson; pero el primero, de hecho, era sin duda un amigo muy cercano debido al curso de de ingles al que habían asistido juntos después de clases los fines de semana. 

Entonces no le fue difícil abogar tanto después de una pequeña charla con él. 

—yo...—intentó empezar a decir, con voz neutra intentando que los nervioso no lo abarcaran por completo. 

—¿tú?...— indagó jennie no creyendo lo que sus ojos empezaron a ver; era él, Mino estaba parado a dos metros y sus manos picaban por tocarlo y saber si era él o un sueño más. — has vuelto...— musitó la menor dando dos pasos, acortando un poco más la distancia hasta que sin esperar mucho, se fundió entre sus brazos.  Apretó a Mino con la misma necesidad un enfermo a la vida. 

todo tipo de pensamientos fueron esfumados, era él quien la apretaba entre sus brazos, era Mino quien le decía que ahora estaba bien, que no le pasó nada, y llenaba de besos. Su corazón lloró, y sus ojos lo reflejaron cuando prontamente lagrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas. 

—te odio, te odio mucho— empezó ella a reclamar aquello que siempre quiso decir, que muchas veces practicaba frente al espejo cuando era una niña.

—perdón, en serio, perdón. 

—me dejaste, te fuiste sin decirme nada.

—me obligaron, nos obligaron, a mi familia, a mi, a todos. 

todo parecía mágico, todo aquel lugar había cerrado tan solo por eso, los clientes se habían retirado en masa y realmente a poli muy poco le importaba, se había sentido tan culpable por haberla dejado sola, por haberle dado la libertad y haber llegado hasta ese punto. Pero mucho más feliz al ver a un joven mino, tan maduro y sonriente como siempre lo recordaba. 

—casi diez años, o más.— dijo la mujer tomando sus manos.

—te he extrañado tanto por igual— sonrió el joven apretando las envejecidas manos de la mujer.  

—pienso que deberías sólo pegarle.—añadió jennie secando sus lagrimas con la camisa de Mino que lejos de molestarle la acurruco mucho sobre su pecho. 

—pienso que ambos merecen un golpe.— 



Fairy ⊰᯽⊱ JenYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora