23

96 12 0
                                    


Hemos llegado al fondo, casi vacío. Estos restos resecos son como confeti que encuentras en la calle de una fiesta a la que nadie te invitó. Pero debo admitir que solían formar parte de algo hermoso.

JungKook me dijo cuando salimos por ahí aquel fin de semana que seguramente querías que te descubriera, que se terminara, y que por eso acabamos en Willows después del entrenamiento. Pienso en eso una y otra vez. Aunque creo que simplemente te equivocaste de estrategia. He visto cómo sucede en los partidos, de repente los otros se abalanzan sobre ti y la pelota desaparece en el instante en el que tus ojos vacilan, en un leve momento de distracción. Te sucedía algunas veces, cuando te ponías fanfarrón o no habías dormido lo suficiente.

– Dios, necesito un café – dijiste al salir del gimnasio –. Con mucha leche y tres de azúcar.

Yo, como un idiota, saludé con la mano a Jimin y te tomé del brazo para arrastrarte conmigo.

– Vamos a Willows – dije.

– ¿Cómo? ¿Por qué no a mi casa?

– Jin se está cansando de mí – respondí –. Además, quiero ir a casa de Lottie. Hoy es el día perfecto para invitarla.

– Bueno, vamos para allá – dijiste –, pero ¿por qué a Willows? Me aseguraste que nunca ibas a querer flores.

– Son para ella – exclamé –. Luego te puedes tomar un café en Fair Grounds mientras yo le escribo una de estas.

– ¿Una qué?

– Mira. Bonitas, ¿eh? Hizo una película sobre volcanes.

– ¿Dónde las conseguiste?

– Las compró Nam.

– Así que ¿las cosas han mejorado entre ustedes?

– Sí, estamos bien.

– Estupendo. Debe haberse acostado con alguien, Hoseok dijo que estaba demasiado nervioso, incluso en clase. ¿Vino a verlo la chica de Los Ángeles?

– Es una larga historia – respondí.

Asentiste con desdén y luego recordaste que se suponía que debías escuchar ese tipo de cosas.

– Cuéntamelo frente a un café – dijiste.

– Las flores primero.

– Taehyung, no sé. ¿Flores? ¿Para qué?

– Porque ella es una estrella de cine – contesté – y nosotros... digamos que unos muchachitos de prepa.

– Vamos a tomarnos un café y a hablar de ello.

– No, me dijiste que Willows cierra temprano.

– Sí – admitiste, eras bueno en matemáticas –. Por eso propuse el café primero.

– YoonGi.

–Taehyung.

Nos quedamos quietos, enojados el uno con el otro, pero sabiendo, al menos yo, que se trataba de otra pelea efectista.

– Todavía falta para la fiesta – dijiste, como si eso pudiera oscilar la balanza a tu favor.

– Ya te lo dije – exclamé. – Hoy es un buen día.

– No lo sé – balbuceaste.

– Bueno, lo es. Es la manera perfecta de invitar a alguien a un evento, ¿no crees? – esto era una insinuación, ojalá no tuviera que admitirlo, para que me invitaras al baile de fin de curso. No lo habías hecho, no lo hiciste, eres un cerdo –. Vamos a Willows.

Nunca Fuimos Nada | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora