Reasons why I love you || Izzy Stradlin

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Izzy

Llegamos al entierro agarrados de las manos, ella tenía la mirada baja con mis lentes circulares negros puestos mientras yo miraba al frente.

Después de ese beso nada pasó porque realmente quería cumplir la promesa de que haríamos de todo cuando esto acabase, tal vez sea hoy, tal vez sea mañana. Realmente no lo sé.

Durante el transcurso del entierro, Mary se aferraba a mí al mismo tiempo que lloraba silenciosamente, lo que yo hacía era abrazarla y besarle la cabeza, donde le susurraba cosas calmantes. Era bastante doloroso verla así.

– ¿Quieren que los lleve a su hotel? –Preguntó Katherine cuando finalizó el entierro. Miré a Mary dándome cuenta que tenía la mirada perdida.

– Mary –Sacudí su hombro levemente, ella parpadeó rápidamente y miró a su alrededor–, Katherine se ofrece a llevarnos al hotel...

– Sí está bien –Me interrumpió para alejarse de mi e irse al carro de Katherine.

Kate y yo nos miramos resignadamente para ir detrás de ella. Noté que Mallorie no estaba con Kate por lo que supuse que la había dejado al cuidado de alguien en este tiempo.

– No quiero que la dejes en estos momentos, Izzy. Sé de lo que es capaz cuando está sola en situaciones fuertes, lo viví en el setenta y siete –Suspiró y pasó un mechón de su cabello a su oreja.

– ¿Qué pasó en ese año? –Le pregunté.

– No soy ella para decirte, y no creo que te quiera decir en estos momentos –Me miró con pena.

– De acuerdo, puedo esperar.

– Prométeme algo, Stradlin –Tomó la manga de mi chaqueta y me detuve, la miré esperando a que hablara–; prométeme que no la dejaras sola. Eres el primer hombre que ha tratado a Mary de una manera diferente a como ha sido tratada, ni siquiera Jani te llega a los talones. Sí, él era educado y todo eso, pero tiene problemas con el alcohol y contaba con problemas de depresión. Júrame por lo que sea que no la dejarás jamás.

– Lo juro.

( . . . )

Llegamos al cuarto de hotel; lancé mi chaqueta al sillón y Mary se fue directo al cuarto, le seguí por el hecho de que no quería que hiciera algo mientras estuviera sola.

La encontré dándole la espalda a la puerta, me acerqué lentamente mientras pensaba qué hacer o decirle y no fue necesario porque giró al instante y me besó rápidamente.

Puso sus manos en mis mejillas y yo puse las mías en su cintura, atrayéndola más a mi. Me besaba desesperadamente y no tardó para que su lengua y la mia se encontraran.

– ¿Qué... qué fue eso? –Pregunté al terminar el beso y la miré confundido.

– Quiero aprovechar las cosas cuando se me presente la oportunidad, Izzy –Me miró fijamente a los ojos y suspiró–. Quiero que tú y yo seamos uno mismo

Me alejé de ella y le miré incrédulo, ella tenía la cara sería dándome a entender que no era broma y que realmente había escuchado bien...

– No, no lo haré, recuerda qué te dije –Señalé.