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Anne clavaba su mirada a Gabriella, quien comía poco a poco. Sus pensamientos eran los normales al ver a Gabriella : "¿Está comiendo?". 

Ni ella, ni siquiera sus padres si lo podrían creer. 

Ambas estaban en la cafetería del hospital. Para Anne se hacía costumbre estar ahí. 

—¡Cariño! —la madre de Anne se acercó a ellas.

—Hola —saludó con una sonrisa Gabriella. Anne también.

—Anne, tengo que irme, volveré por la tarde, ¿está bien? —Anne solo asintió luego de que su madre dejara un beso en su frente. 

Gabriella miró a la puerta de la cafetería, tal vez, esperando a alguien.

Pero en vez de aquel chico con ojos verdes que Gabriella pensaba que vendría hoy, entró Kate y Megan. Las dos se sentaron en la misma mesa que la suya.

Ambas compartieron miradas, como un saludo.

En sus platos había lo mismo, la misma comida que ellas nombraban mierda.

—¿Gabriella? —dijo Megan acercándose a ella y mirando el plato con sorpresa.

Gabriella levantó la mirada, a punto de llorar.

Mierda y más mierda. Se sentía tan mal...

Ella solo quería recordar lo que era comer sin preocupaciones, quería ser normal.

Quería no dar pena, no quería ser una enferma.

Pero lo era.

Anne la miró con preocupación, se levantó de la silla y le dió un abrazo.  No quería que se sintiera sola, no quería verla tan débil.

La puerta se abrió, dejando paso a un chico con pantalones ajustados.

Ese era Calum.

Llevaba unas gafas de sol negras y su pelo alborotado. 

Anne se limitó a mirarle.

—¿Que se le habrá perdido aquí? —preguntó Kate a las demás. Veían al chico venir con paso lento.

—No lo sé —contestó Anne sin saber nada. 

No sabía que él estaba ahí por ella.

Todas lo miraron cuando el chico llegó a su mesa con una sonrisa timída.

—¿Se te ha perdido algo? —le preguntó Megan levantándose de su silla. 

La mirada de Calum bajó hacia el escote de Megan. 

<< Oh, Michael sabe lo que hace >> pensó. 

Era un hombre, algo normal.

—Chaval, eres un cerdo —dijo Megan sentándose otra vez a la silla y mirándole con odio. Kate empezó a reír mientras jugaba con sus dedos.

Anne lo miró, << ¿estaba ahí por Megan? >>.

—No es por nada, pero esto es un hospital, no un lugar de ligue. Gracias y adiós —Calum se sorprendió por el comentario de Anne.

Vale, se había admitido a sí mismo que era idiota.

—Oh, no. Yo venía aquí para darte esto —y de su bolsillo sacó una rosa. Una rosa azul. 

—¿Una rosa azul? —preguntó ella sorprendida. Calum se la acercó más para que la cogiera.

—Sí. Simplemente he cogido la rosa que más me acordaba a ti, y esta me acordaba a tus ojos. Además que la tipíca rosa es muy cliché —Anne mostró una sonrisa.

<< Tierno >> pensó ella.

—Y eso era todo. Tengo unas semanas de fiestas y... me preguntaba si algún día de estos quisieras salir conmigo —Calum bajó la mirada mostrando nerviosismo. 

—Oh... Claro... —la chica sonrió mostrando sus dientes. 

—Bueno...

—Gracias, Calum —Anne se acercó más al chico hasta darle un beso en la mejilla y girarse para seguir comiendo.

Calum junto con una sonrisa se fue, ya que afuera le esperaba Ashton; quien le había acompañado con su coche. 

—¿Seguro que no quieres entrar? —le preguntó Calum a Ashton.

Ashton miró a Calum y a la puerta del hospital varias veces. Calum rió.

—No... Da igual, nos están esperando —dicho esto, Ashton arrancó.

Por otra parte, dentro del hospital, Megan y Anne esperaban juntas en unas sillas, a que un doctor las visitara.

—Y dime, ¿como empezaste con esto del cáncer? —le preguntó Megan deslizando sus manos atrás del cuello.

—Llevo más de un año... No es fácil vivir normal —contestó Anne jugando con las puntas desgastadas de su suéter.

—Mi vida básicamente era una mierda, por eso me metí en esto —Anne la miró sin saber  —Cuándo te sientes sola, quieres ver a alguien apoyándote pero a la vez no. Ya estás acostumbrada a esa soledad que... No te importaría morir o tal vez hacer más mierda tu vida. Por eso comencé con las drogas, pensaría que iba a salir de mi soledad y de mi miedo a la muerte con eso, pero no, fue todo lo contrario.

Anne la miró sorprendida.

—Cuándo tenía ocho años quería tener dieciocho para ir a esas fiestas y emborracharme a no más poder. Quería tener dieciocho para enamorarme por primera vez, para vivir la vida por mi cuenta. Pero... estoy aquí encerrada, y estoy enferma... Quiero volver a tener ocho años, Anne —la chica soltó un sollozo bien fuerte, Anne solo se limitó a abrazarla —Por una vez en mi vida quiero salir de esto, de esta mierda joder. Quiero poder vivir como alguien normal. Quiero ser amada y poder amar. Quiero tantas cosas que nunca podré tener, Anne...

—Las puedes conseguir. Te prometo... Te prometo que saldrás de esta —Anne la abrazó más para luego separarse. La miró atentamente. Megan era guapa, guapisíma. Tenía el pelo negro, muy negro y era blanca de piel. Sus ojos azules destacaban, aunque sus ojeras estaban ahí para quedarse un buen tiempo. Tenía un pirsing en la ceja y dos aros pequeños en la oreja izquierda.

Megan sonrió.

La puerta se abrió dejando ver al doctor.

—Empezaremos... por Megan —la chica se levantó y sonrió a Anne por última vez. 

Anne pensó y pensó... ¿y si la que no sale de esta, es ella? ¿Y si el cáncer la vence?

HOOOOLA, SE QUE HE TARDADO MUCHO PERO HE TENIDO QUE HACER MUCHAS COSAS (LA VERDAD ES QUE BUE). LA VERDAD ESQUE NO TENÍA COMENTARIOS Y PUES LOS COMENTARIOS ME ANIMA A ESCRIBIR.

AQUÍ TENEÍS.

VOTAR Y COMEEEEEEEEEEENTAR.

BESOS Y ABRAZOS Y RISAS (JAJAJAAJJAJAJA).

PREGUNTARME ALGO SI QUEREÍS QUE YO RESPONDERÉ EN EL OTRO CAPÍTULO. 

Y... ¿QUÉ OS PARECE? 

Free Her. (Calum Hood fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora