Free Her. (Calum Hood fanfic)

XVIII

Antes de todo quiero decir: quiero que quede en claro la historia de cada una(por parte de las chicas) antes de entrar en el hospital. Por eso cotorro mucho sobre ellas. A partir de ahora, supongo, ya habrás más Anne y Calum.

Bc me preocupa de que no os guste que sea así.

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Kate cerró el libro que se estaba leyendo, lentamente.

Le encantaba leer, una de las cosas que no se encontraban en todas las chicas.

Ya que todas ellas, según como decía Kate, se emborrachaban o iban a tener el tipíco lio de una sola noche.

Ella, incluso antes de estar en el hospital, se pasaba las tardes leyendo.

Se levantó de la silla y fue a buscar a Anne.

Necesitaba contarle a alguien su historia.

Al menos necesitaba ser escuchada.

Y Anne era la única que le trasmitía confianza.

Se paró en el pasillo al ver a Megan y Anne, abrazadas.

—¿Qué ha pasado? —preguntó ella.

Anne la miró y se acercó a ella.

Le abrazo bien fuerte.

Kate, se sintió querida.

Se sintió amada por una amiga al menos.

No se sintió sola.

—Su madre se ha ido —respondió Megan cruzando los brazos —Dice que no puede aguantar ver a su hija sufrir.

Kate estaba identificada.

Su madre también se fue. Dejando a ella y a su padre solos.

Solos sin nadie más.

—Anne... —susurró. Y le abrazó otra vez.

Megan se fue a su habitación otra vez, y Kate se quedó mirando a Anne.

—Supongo que me buscabas por algo, ¿no? —dijo Anne entrando con Kate en su habitación.

—Quería contarte mi historia.

Anne la miró sorprendida.

Nunca pensó que Kate le iba a contar algo de su vida fuera del hospital.

Nunca.

—¿A sí de rápido? Wow.

Kate soltó una pequeña risita.

—Sí.

Las dos se quedaron en silencio durante cinco minutos largos.

—¿Y entonces? —rompió el silencio Anne.

—Ah, sí.

Tenía miedo, tenía miedo de que Anne no la entendiera o la llamara loca.

Lo que solía pasar cuando le contaba su historia a alguien.

—Cuando vas al instituto cambias, de amistades, de gustos. Cambias en general. Y yo cambié, todos cambiaron. Pero cuando, a tus compañeros, no les gusta tu cambio, te marginan.

Anne cerró los ojos lentamente y asintió con la cabeza. Nunca le había pasado eso, pero más de una vez se había encontrado sola.

—Cambié a lo que siempre quería ser pero nunca tuve la oportunidad por miedo a que me dijeran algo. Por miedo a que me criticaran o algo así. No soporto las criticas. Y así empecé. Tenía tres amigas, eramos inseparables. Luego tuve dos, y luego una... Y luego ninguna. Me quedé sola y la única persona que estaba conmigo y mi soledad era alguien que solo yo podía ver —una pequeña lágrima cayó.