Corazón Destrozado

5] Narrado

Día 46 [mi distracción]

Hoy al despertar, me encontré que tras la ventana llovía a cántaros y al sacar la mano por esta, supe que debía abrigarme más de lo habitual para no resfriarme por el aire fresco que hacía.

Fui al baño para hacer mis necesidades y ducharme, para luego vestirme y bajar a saludar a mi madre, entre más cosas.

-Buenos días, mamá -saludé y besé a mi madre en la mejilla al verla semitumbada en el sofá-, ¿Cómo te encuentras?

-Como si quisiera tirarme de un quinto piso -se quejó-. Hijo, este dolor de ovarios me está matando.

-¿Primer día? -pregunté mientras andaba hacia la cocina a preparar un café para mí y un té a ella.

-Sí, primer día de infierno -dice antes de suspirar-. ¿Te has dado cuenta de que está lloviendo? -cambia de tema.

-Sí.

-¿Vas a ir en coche, verdad? -vuelvo a afirmar mientras le llevo el té- Gracias.

-Denada -me siento a su lado y me tomo el café relajadamente. Extrañado por el silencio, suspiré y pregunté-: ¿Qué pasa?

-Me he enterado de que ha entrado una nueva chica en la universidad...

-Qué raro -murmuré en voz baja sin interrumpirla.

-... ¿Cuándo tenías pensado que decírmelo? -siguió hablando.

-¿Era información obligatoria que dar? -pregunto sin darle asunto al tema.

-Sí, soy tu madre -responde de forma obvia.

-¿Y tú cómo sabes que hay una nueva en clase? -mi madre coge el móvil y me enseña la pantalla.

[Número desconocido]: Una nueva alumna se ha unido a la clase. La chica se llama Elena y su madre Inma. Dice mi hijo que la chica es un amor de persona.

Muchos mensajes más había después relacionados con de la noticia "bomba"-¿Desde cuándo tienes el número de una madre de mi compañero? -pregunto interesado.

-Desde que se lo pedí cuando me la crucé un día por la calle -dice espontáneamente. Abro la boca para reprochar el por qué lo hizo, pero en vez de eso, termino mi bebida y la llevo a la cocina.

Vuelvo al baño y me lavo los dientes, seguidamente me peiné y coloqué una colonia.

-¿Me vas a responder o no? -exige mi madre.

-No me acordé de decírtelo y no sabía que te interesaría -respondo sinceramente. Me pongo mi chaqueta y una bufanda.

-¿Ya te vas? -pregunta viéndome coger mi maleta, preparándome para marchar.