Corazón Destrozado

11] Narrado

Día 84 [ayuda a la vista]

-¡Buenos días! -saluda con alegría al entrar a clase, recibiendo la mayoría de contestaciones por los demás- Buenos días, ¿cómo despertaste? -me pregunta mientras se sentaba a mi lado.

-Desperté como me dormí -dije con desdén. Soltó una carcajada y me alagó diciendo: "¡Eres muy gracioso!". No sé si es demasiado ciega como para notar mi desagrado o solamente se está burlando de mí-. No te he contado ningún chiste para que te rías así -Elena se limpiaba una lágrima de alegría mientras sonreía, al mirarla. Me miró con un brillo en sus ojos que cautivaría a medio planeta, si quisiera.

-Me hizo mucha gracia tu comentario, me pareces divertido -dice y llaman su atención los chicos y chicas que estaban en la puerta hablando. Éramos los únicos sentados y esta, al levantarse para ir con ellos, dijo:-. Ahora vuelvo. No tardaré -se fue con los demás y al estar solo, cojo mi cuaderno y me pongo a escribir en él.

-¿Divertido? ¿Enserio? -bufo en murmullos molesto mientras dibujaba tachones para calmarme- Por mí no vuelvas nunca -contesto para mí mismo. Levanté mi vista y vi a la loro con las mejillas sonrojadas, sonriendo hacia quien estaba detrás de la puerta-. Idiota... -murmullo volviendo la vista al folio, deseando que el profesor llegue.

-No, aún no, pero pronto. Por cierto, no le digáis que ni él lo sabe -le escuché decir antes de que sonara la campana a nosequién, que estaba detrás de la puerta. Pero, por los "uuuuh" y la risas de los demás, diría que es algo que debía averiguar. Algo más interesante que mi propia existencia. 

Vino el profesor y empezó la clase pero, por primera vez en hace tiempo, no presté atención en la explicación y me concentré en lo que acababa de ocurrir.

Una cosa estaba clara: a quien le había dicho eso no era de nuestra clase, ya que se encontraba fuera. La segunda pista es que estaba relacionado con un chico, cosa que no me parecía extraña ya que tiene más amigos que altura.

Primera opción: Puede que nosequién sea una chica y las dos estén coladas por el chico ese. Apunté en un papel doblado aparte.

-Rost, continúe leyendo -pide el profesor. Miro el libro del temario e impresionado pienso "¿Por qué mierda tengo que leer?" Sé que leo bien, pero eso es abuso para mis cuerdas vocales-. ¿Rost, algún problema? ¿Te has perdido a mitad de la lectura? -pregunta extrañado. Antes de yo hablar, Elena puso un dedo a principio de un párrafo "Mierda, sí que he estado desconcentrado. Han leído casi una página y no me he percatado". Leí sin contestar la pregunta y después me siguió Elena luego de que pasara mi turno.

Al ella acabar, me miró con una ceja alzada y murmuró acercándose a mí: -¿En qué piensas tanto? ¿Una chica te ha enamorado, o qué? -preguntó con burla. Un par de flashes con la persona que ha causado un caos en mi vida se cruzaron por mi cabeza. Sentí un apretón en mi pecho y mis ganas de averiguar sobre el chico de Elena se fueron al garete.