Luego de unos minutos el rubio se encontraba enfrente de todos sus amigos, las chicas estaban sentadas en el único sillón grande, mientras los chichos detrás de ellas. El blondo se llevó a la diosa para que ambos pudieran cambiarse, ahora la peliblanca usaba un pantalón negro junto a una blusa roja, y el Uzumaki usaba una pantaloneta azul y una camisa negra.
La peliblanca comía con tranquilidad la comida china que ordeno, mientras los chicos de la clase A miraban a su excompañero, quien estaba de brazos cruzados y con una expresión de seriedad, mirando a cada uno de los chicos y chicas, era como si delante de ellos estuviera el líder de villanos, como si todos estuvieran en la corte y el rubio fuera el juez, ninguno sabía que decir.
— ¡Hey bastardo! ¡¿Qué diablos creíste en dejar la escuela así nada más?! ¡Volverás a clases, y no te dejare ir hasta que demuestre que yo soy el mejor de la clase! — grito Bakugou con enojo al Uzumaki, quien solo cerro los ojos, gritar no era algo que le gustaba a Kaguya.
—Silencio— ordeno la diosa al momento que todos sentían una gran presión sobre sus cuerpos, la voz calmada y serena de la madre del rubio hizo que todos se pusieran dóciles, incluso el explosivo de Bakugou se quedó callado y quieto. —Por favor, les agradecería que no gritaran, esto no es un estadio o la calle para que griten— todos los jóvenes tragaron en seco así como la maestra.
La madre del rubio no era una mujer a la cual no debías desafiar, ahora entendían mejor porque su amigo era serio la mayor parte del tiempo, y porque era el mejor. El Uzumaki solo suspiro para mirar a sus compañeros.
—Sí vinieron para decirme que vuelva, lamento decirles que solo perderán su tiempo, no pienso volver— declaro con seriedad el rubio a sus amigos, todos miraron a la peliblanca, lo mejor era hablar de una forma civilizada.
—Pero ¿Por qué dices eso? Sabes que lo que paso ese día no fue tu culpa, ya se declaró un accidente, y la academia ISAMI acepto la culpa por el mal comportamiento de su alumno, tomar esta decisión es precipitada y extrema por un simple error— dijo Momo a su amigo, a su mejor amigo, aunque no le decía así, con el rubio era con quien ella podía ser natural, y con quien compartía muchas cosas en común.
—Yaoyorozu tiene razón, no digas eso, vuelve con nosotros. La culpa de ese incidente no fue tuya, sino del idiota de Bakugou y ese chico— señalo Jirou, el rubio explosivo iba a reclamarle a su compañera, pero una mirada de la madre del rubio lo dejo callado.
—Ellas tienen razón Uzumaki-kun, no tienes la culpa de lo que paso ese día, además todos los maestros están bien, nada malo les paso— dijo Uraraka, haciendo que los demás maldigan eso, la chica dijo algo que no debía.
—B-Bueno, dejando eso de lado Uraraka tiene razón, no tienes que preocuparte de nada. Mejor vuelve con nosotros, ya vez que eres el único que puede controlar a Mineta y Kaminari de sus pervertidas ideas— hablo Hagakure tratando de calmar las cosas.
—Así es, sin ti Mineta tomo libertad, hoy intento espiar a la pobre de Hagakure-chan— comento Tsuyu esperando que su amigo volviera a la academia.
—Cierto, y como no estabas también intento espiarme a mí. No solo eres un guardián para nosotras, también nos ayudas mucho, y nos haces falta— dijo con vergüenza Ashido, sin saber que la diosa fijo su mirada en ella y las demás.
—Así es, sin ti en la clase el orden se pierde, en especial por Mineta y Kaminari— dijo Iida.
—Oigan, es cierto que a veces apoyo a Mineta pero no es seguido— replico el rubio eléctrico.
—No solo las chicas te extrañan, alguien más también lo hace— comento Todoroki extrañando al rubio.
— ¿Alguien más? — pregunto el rubio al momento que todos se miraban, para asentir al momento que el peliverde pasaba adelante, con la cara roja mientras sudaba y temblaba por los nervios, algo que puso incomodo al rubio al pensar que su amigo era del otro bando.
