Capítulo 7: Promesas.

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"El príncipe de todos los saiyajins, el súper guerrero dorado, el descendiente de la familia real y de la raza más pura y poderosa..." escuchó Trunks en sus pesadillas, la voz de su padre atormentando cada vez que repetía con ímpetu y orgullo cada palabra. "...un príncipe que ha pasado a ser rey, tomando cargo del linaje real. Siendo una familia guerrea, mantener el linaje y el título es lo primordial, dejándole la herencia de sangre a su primogénito, para conservar el orgullo y la fortaleza de la raza..." sus ojos, profundamente negros, angostándose para poder infligir el mayor desprecio y vacío profundo. "...pero tu Trunks..." ese vacío llenándose de nada más que simple decepción. "...tú no lo mereces..." el aire escapándose de sus pulmones, la sensación de su boca secarse de la impotencia y auto desprecio. "...me has decepcionado..."

----------------------- (Por Trunks)

Cerré los ojos con fuerza para volverlos a abrir con suma dificultad, estaba demasiado aburrido y distraído como para prestar atención en lo que decía el profesor en ese momento. Había pasado una semana desde que Goten me había vuelto a hablar sin explicación alguna, creo que finalmente reconsideró el tema de Marron, al final, ninguno de los dos la ve lo suficientemente seguido como para ella piense algo, o lo que sea que tuviera que pasar, porque en el fondo sigo sin creerme esa historia.

No había podido verme con Gohan desde aquel día que le comenté lo de Goten, las cosas en la escuela nos distanciaban un poco, por algunas tareas por parte de los dos no nos pudimos reunir el sábado anterior. Pero definitivamente me sentía mejor con Goten de vuelta, y de mucho mejor humor. Se veía realmente feliz, y eso me gusta, aunque debo admitir que aparte de su renovada alegría, lo he notado ligeramente agresivo y a la defensiva conmigo. Atribuyo ese hecho a la idea de su enamoramiento, así que su comportamiento es algo que me mantiene tranquilo, tarde o temprano se le pasara y volverá a actuar como antes. Aunque en realidad tampoco es que me moleste, solo es que espero y se mantenga tranquilo.

Dejé ir un suspiro cansado y recargué la cabeza sobre la palma de mi mano. A mi lado, Kyou soltó un bostezo y comenzó a picarme un costado con la punta de su dedo para llamar mi atención. No le miré, mientras trataba de concentrar nuevamente mi mente en las explicaciones absurdas del maestro, pero conocía muy bien a mi amigo, sabía que no se frenaría solo porque le ignoraba.

Estaba comenzando a hartarme de tener que pensar en todo momento en lo mismo, Gohan no se salía de mi mente, las situaciones, las palabras, las miradas, los sentimientos. Quería verle, pero a la vez deseaba no hacerlo, cuando estaba con él me sentía verdaderamente vulnerable, me sentía débil e indefenso, la inseguridad y el miedo me invadía. ¿Miedo a que? No lo sabía, pero atribuía ese hecho a mis emociones hacía con él. En ocasiones solía actuar como tonto, o decir cosas sin sentido y sin pensarlas antes, eso era a lo que mamá y el resto del mundo llamaban al amor, a estar enamorado, y eso me hacía sacar mi lado flaco.

No es que no me gustara la idea, es que estando así me sentía muy vulnerable, vulnerable a lo que pudiera lastimarme, temeroso de poder amar más sin recibir nada a cambio, inseguro acera de lo que debía hacer o sentir. Era lo que quería, pero no era lo más correcto. Aunque algunas sospechas crecían dentro de mi cabeza, no podía asegurar totalmente la idea de que Gohan sintiese lo mismo por mí. La idea de imaginar que no, me llenaba de miedo y angustia, pero la idea de considerar que era así, me llevaba a sentir el mismo, o incluso más miedo que la idea anterior.

Miedo de saber que pasaría entonces, y la duda del por qué no lo había mencionado hasta ahora. Si así era, en realidad no estaba seguro de contar con la fuerza necesaria como para afrontar las cosas que nos depararía, pero confiaba en Gohan, lo suficiente como para saber que pasara lo que pasara, todo saldría bien. Aunque esa confianza no disipaba del todo el miedo.

Tocando en las puertas del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora