Tocando en las puertas del cielo

Capítulo 8: Amores verdaderos...

"El amor verdadero..." dejó ir una sonrisa sarcástica, "...es para siempre" cerró los ojos mentalizando esa perspectiva. "-Pues yo ya no creo en ninguna de esas dos palabras..."

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Giró sobre su cama para mirar la pantalla de su celular encenderse y apagarse indicando una llamada entrante, era la quinta vez que sonaba pero no había contestado en ninguna, sabía quién era, y estaba demasiado molesto y triste como para ponerse a escuchar escusas innecesarias. El timbre silenció y tomó el celular entre sus manos leyendo el nombre nuevamente: "Son Gohan"

Lo dejó sobre su mueble y se giró clavando sus ojos en el techo, seguía enfadado con la idea de que había desaparecido todo el día sin avisarle, olvidando su compromiso por completo, era un tonto. Siseó y presionó los labios en una mueca más triste y decepcionada que molesta. Eran más las ganas de querer verlo que las intenciones de ir a entrenar, porque el entrenamiento sí que lo había recibido, y vaya que le dolía todo a causa de ello.

Se reprimió a él mismo por no contestar o escuchar a Gohan, quizá de verdad tenía una buena justificación para haber faltado, algo más que solo ir a cazar la comida y abandonarle, algo que realmente valiera la pena el haberlo dejando plantado. Después de todo su objetivo principal se había realizado, compartir una batalla con Goku, el héroe y salvador del universo, el hombre más fuerte del mundo, recibir y poner a trabajar su cuerpo el cual se estaba desmejorando a falta de un verdadero ejercicio.

De un momento a otro las ganas y la necesidad de querer ver y hablar con Gohan lo invadieron, llenándose de dudas acerca de la actuación del mayor, de seguro si había pasado algo y él estaba exagerando, por supuesto que su mentor no olvidaría un compromiso como ese, mucho menos después de aquella demostración de afecto por parte de ambos.

Se revolvió en su cama y clavó sus ojos azules en su teléfono, debatiéndose en llamarle y disculparse si era debido, seguramente Gohan estaba preocupado, intentando comunicarse con él para pedir perdón, o algo. Y él no había querido contestar. La culpabilidad lo invadió y se sentó en la orilla de su cama tomando su móvil, contemplando la pantalla y las teclas meditando entre si debía o no llamarle ahora él. Pero las luces se encendieron marcando nuevamente una comunicación entrante por parte del otro muchacho. Dudó solo un segundo más antes de llevarse el aparato al oído.

-Bueno...- musitó de manera indiferente.

-¡Trunks! ¡Al fin contestas! Estaba a punto de ir a buscarte...- dijo con verdadera preocupación, pero el chico de cabellos lavanda solo resopló algo irónico.

-estaba durmiendo... ¿Qué sucede?- se justificó, fingiendo desentendimiento, pero sin poder ocultar de todo su molestia aun latente dentro de él.

-ammm... bueno, yo... quería disculparme. Sé que quedamos de vernos hoy, te prometí que entrenaríamos, lo sé, pero es que... tuve un pequeño improvisto con Goten y... no pude volver a tiempo... yo...- fue interrumpido por la voz de Trunks, quien comprendió un poco el asunto cuando mencionó a Goten, si se trataba de él podría estar bien, su amigo andaba algo ido últimamente y quizá compartió su problema con Gohan, acerca de Marron.

-no te preocupes, Gohan, está bien, de verdad... además entrené con tu papá después de todo...- contestó y dejó ir un suspiro no muy convencido.

-sí, mi papá me comentó sobre tu visita, la verdad es que le agradecí mucho ese gesto, después de que llegamos a casa mamá estaba muy enojada, pues tardamos mucho en volver, así que nos castigó a los tres y tuve la oportunidad de hablar con él...- explicó algo avergonzado y bromista, dejando ir una leve risita después de eso.