Cap.4

244 17 0
                                    

Narra Williams.

Entré a la fiesta y como era sabido todos los militares de alto rango se me acercaron.

 Hablé con ellos por horas entre tragos, hasta que me percaté de la presencia de Erick, el estaba radiante, su traje gris le quedaba perfecto, parecía que tenía una inscripción que decía "Soy irresistible".

 Hablé con ellos por horas entre tragos, hasta que me percaté de la presencia de Erick, el estaba radiante, su traje gris le quedaba perfecto, parecía que tenía una inscripción que decía "Soy irresistible"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el transcurso de la fiesta Erick comenzó a bailar con una chica y no cualquiera, sino Sofía, a quien yo conocía perfectamente.

Aproveché la oportunidad para seguirlo cuando lo vi alejarse de la multitud. A mi sorpresa estaba siendo acosado, luego de deshacerme del acosador ahí estaba yo, acorralándolo como el joven anterior.

—¿Qué te pasa? Apártate. —Insistió el.

—¿Por qué estabas con esa joven? ¿Sabes quien es verdad? ¿Acaso te quieres aprovechar de su estatus para trepar?— Le dije enojado.

—No, claro que no. Estas borracho, vamos a tomar aire fresco. —Me agarró y me llevó al patio.

Es verdad, estaba borracho, nos sentamos en una banca.

Cuando Erick intentó decirme algo tomé su mandíbula y agarré su cadera...acercándolo a mí, miré sus ojos grises y aprovechando su pequeña apertura en la boca le di un buen beso entrelazando mi lengua con la suya, esa boca era suave como algodón de azúcar y sabía a vino. 

El intentaba liberarse pero yo apretaba cada vez más su cadera y me inclinaba hacia él, era eterno, nuestro pecho se rozaba y podía sentir su caliente cuerpo, no hubiese parado pero necesitaba agarrar aire para respirar, además en cualquier momento podía pasar alguien.

Erick quedó en shock.

—¿Qué crees que haces Williams? ¡Eres un tonto! —Se paró enojado mirándome  desconcertado.

Me sentí algo arrepentido, lo había forzado, estaba celoso de Sofi y del maldito acosador, eso me hizo actuar sin pensar, maldito alcohol que me impulsó.

—No se en que estabas pensando, volvamos a la fiesta. —Dijo sin mirarme.

Volvimos en silencio y nos separamos cada uno con su grupo. Al poco tiempo me retiré de la fiesta y volví a los dormitorios, aún no había llegado nadie, estaba solo con mis pensamientos.

No creo que pueda volver a ver a Erick a la cara.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Al día siguiente tuvimos actividad por la tarde. Viajamos para poner en practica el curso de  asistencia médica, en el camino veía de lejos el cabello de Erick estaba sentado adelante de todo.

El destino estaba algo lejos por lo que acampamos a pocos kilómetros del lugar para que el chofer descanse.
Se armó una gran fogata, yo me salí para no cruzar miradas con el joven platino, aún estaba avergonzado por mis actos.

Caminé hasta encontrar el cielo despejado, la luna relucía como nunca. Me senté en un tronco y respiré profundo, el ruido de las cigarras era hermoso.

 Me senté en un tronco y respiré profundo, el ruido de las cigarras era hermoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi soledad fue interrumpida con pisoteos cada vez más cerca. No podía creer lo que estaba viendo, era Erick quien me miró sorprendido, como si yo fuera un animal carroñero que quería devorarlo.

—Pensé que estabas en el campamento. —Dijo confundido.

—Salí a tomar aire.

—Me retiro entonces. —Dijo mientras se daba la vuelta.

—Erick, hazme compañía, por favor.— Rogué un poco.

Él suspiro y se acercó lentamente para sentarse a mi lado. Su pelo y ojos relucían como nunca entre la luna, era tan hermoso como ella.

 Su pelo y ojos relucían como nunca entre la luna, era tan hermoso como ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me caes muy bien Erick y no quiero que terminemos evitándonos. —Le fui sincero.

—Tienes razón Williams, no puedo culparte, estabas borracho. —Nunca pensé que me diría eso, esperaba otra pelea. Aunque estaba algo desilusionado, solo me perdonaba porque estaba borracho, entonces si hubiese sido lucidamente no me perdonaría. Oh ¿que estoy pensando?

—No sabes lo que me alivia escuchar eso. —Fue lo único que pude decir entre una sonrisa fingida.

—No pareces tan aliviado. —Me dio un puñetazo en el hombro, como diciendo "anímate". Esboce otra sonrisa y contemplé la luna.

YAOI - Amado Militar [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora