‹CAP 3: Infancia›

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Argentina estaba acostada en su cuarto, Uruguay y Brasil estaban en plena pijamada y las paredes no aislaba mucho el ruido.
-Mierda vamos a estar así hasta las 5 de la mañana...- protestaba con unas ojeras gigantes.
Era hermana mayor de Uruguay,pero no su madre, aparte que el pibe tenía 17 recién cumplidos, no podía ser más hincha pelotas para caerle con "ya duermansé chicos", así que se quedó callada.
Estaba leyendo algunos libros de clásicos de su país.
Ahora acaba de terminar un libro de Alfonsina Storni, ya que pensó que leyendo poemas  le iba a dar sueño, pero no funcionó.
Se levantó y agarró un libro cualquiera que se encontró de Julio Cortázar y se puso a leer.
Pensó que el terror la iba a espabilarse para aguantar durante la noche.
Puso algo de rock nacional que fue lo más reciente que se encontró en su playlist y se puso a leer.
Estaba sonando "Música Ligera" de Soda Stereo cuando se empezó a dormir, aunque esa canción no fuera para nada tranquila.
Se quedó en un sueño profundo.
Allí se vio de niña.
Estaba jugando con su espadita de madera que le regaló su madre.
[N.A: Yo hago que los padres de los americanos (por ejemplo) son las colonias que dejaron los imperios que estaban en las tierras de lo que era el país al independizarse (no se si me explico bien)
En el caso de Argentina seria la colonia española que estuvo acá, en este caso sería el Virreinato del río de la Plata, y los padres tener todas las características de los pueblos nativos del pais. Como en Argentina hubieron muchos es como una mezcla de tradiciones y características de cada uno]
Estaba en unos hermosos Rosales, con rosas carmesí.
Estaba pegando a un viejo árbol que estaba en el medio de estos.
De pronto llega un niño.
De lejos no lo distingue bien.
Ella ya era libre, pero ese niño llevaba como una especie de esposas.
Era un país colonizado.
Se veía triste.
Era un pequeño con pelo despeinado, color castaño, con profundos ojos rojos detrás de sus grandes lentes.
-Hola!- se le acercó ella alegre.
-Hola..-dijo triste ese niño.
-Un gusto- y puso su mano en la del otro niño.
-Queres que te ayude a sacarlas?- y le señaló las esposas.
-Mamá se va a enojar mucho..-dijo asustado.
-Mi mamá también se enojó cuando me libré, pero ahora estamos mejor-. La pequeña niña no paraba de sonreír.
Sus ojos marrones como su pelo castaño se veían iluminados cuando miraba al pequeño.
-B.. bueno- dijo mostrando una pequeña sonrisa.
Así la niña lo acompañó a su hogar.
Tuvieron que pasar por la cordillera, la cual la niña le temía un poco
[N.A: en este caso no es la misma cordillera, es solo una montañita, en este caso es más chiquita ya que directamente son países así que..]

El niño la ayudó a cruzar y así llegaron a su hogar.
Ella lo ayudó a encontrar las llaves y lo liberó.
Corrieron antes de que los vea la madre del pequeño.
Llegaron hasta los rosales de vuelta y se sentaron debajo de ese árbol.
-Gracias- de dijo el pequeño jadeando de tanto correr.
-De nada- le respondió la pequeña segura y también exausta por la corrida.
-Cual es tu nombre?- y el niño la miró fijo con sus profundos ojos rojos.
-Soy Las provincias unidas del Río de la Plata- dijo con tono de elegante.
Ambos rieron.
-Dime enserio-
-Mmmm...soy Argentina, y vos?-
Ahora era ella quien lo miraba con sus ojos marrones.
El niño pensó por un rato. Ahora era libre y podía tener su propio nombre.
Se le pasaron unos cuantos en mente, pero al final se decidió por uno.
-Chile -
Los dos estuvieron jugando y hablando de lo que sabían de sus padres (osea solo padres, no en general de padre y madres porque serían las costumbres de sus pueblos originarios de los que hablaban).
Luego esa escena desapareció.
Argentina se despertó escuchando "Tu cárcel" de Los Enanitos Verdes.
Había perdido la página que había estado leyendo del libro, pero no le importaba.
Hacía tanto que no tenía un sueño más lindo que ese.

·•R O S E S•· «ArgChi» [C.H] (old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora