+•Lucifer•+

O N C E

Mia

Han pasado 84 cuatro años. Mentira solo han pasado dos semanas desde que tengo las esposas. Ya me acostumbré a ellas, tenemos una relación así como Woody y su sombrero.

Tengo tanta mala suerte. A cada rato Froy me pregunta porque no me quito las esposas, y le contesto siempre con un: tengo miedo de que me dé un ataque de ira o de nerviosismo y destruya el infierno. La realidad es que hace una semana yo me iba a quitar las esposas pero cuando me fui a lavar mis dientes ya que era temprano, la pequeña llave se fue por la tubería. Díganme orgullosa, pero no podré aceptarlo hasta que el se de cuenta.

Mia: Pinche niño más inocente. Pensé que Lucifer seria un poco más listo o al menos un poco más malo o que se yo, como el típico niño malo , pero es tan inocente que se me hace que expulsaron al ángel incorrecto del cielo- digo un poco enojada- ni siquiera se da cuenta que a cada rato estoy forcejeando con ellas!

Froy

JAJAJAJAJAJA se cree que no me he dado cuenta. Lo sé desde que le pasó. Al parecer no se ha dado cuenta que tengo cámaras en todas las habitaciones.

Tonta e ingenua. Es tan tonta que ni siquiera se da cuenta de que he estado aprovechando estas tres semanas para poder matarla. Hasta ahora no he encontrado nada. Tendré que mandar a uno de mis demonios a buscar algo más arriba, en mi antiguo hogar. Aunque no lo crean, hay un par de ángeles corruptos que no se cómo Dios no se ha dado cuenta. Les compraré información con huesos humanos molido. Por si no sabian, los huesos humanos molidos son la cocaína de los seres sobrenaturales.

Después de un tiempo de reflexión existencial, llamé a uno de mis demonios más cercanos, Manuel,o sea mi primer demonio y hermano. Es uno de mis mejores amigos. Lo que detesto de él es que parece más bien un ángel bienhechor. Es el demonio más manzo hasta que se meten con algo de su propiedad o con mucho valor sentimental, ahí se vuelve el mismo diablo, o sea, yo, pero un poco menos cool. Yo soy único e inigualable, ¿que esperaban?

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Me encontraba con Manuel en mi lugar de trabajo. Hablando del método de encontrar información. El es al que casi siempre mando con los ángeles corruptos por información del cielo.

-Esta vez tienes que ser un poco más fuerte con ellos, esta vez necesito información, pero no del cielo si no de el Ángel Guerrero.

- Bien, ¿que es lo que quieres saber?

- absolutamente todo.

- bueno, me voy ahora para allá.

Mía

Estaba aburrida en mi habitación cuando llega un señor con comida. Me molestó por el hecho de que ni siquiera tocó. Solo abrió como si fuera Juan por su casa. Le iba a cantar insultos cuando empezó a acercarse a mi algo raro y sospechoso. Retrocedí hasta chocar con la pared, pero seguía caminando hacia mi con paso decidido. Tenía miedo así que puse mis brazos frente a mi cara en forma de miedo por si me fuera a reventar a madrazos ahí mismo. Justo frente a mi se paro, sacó una llavecita y me quitó las esposas.

- Oye, no te pedí que me las quitaras. Me quería quedar con ellas puestas. - a quien engaño. Quería quitarmelas desde el primer día que las tuve para dormir. Es un horror

- El Jefe no cree lo mismo- dijo para mirar a un punto fijo de mi habitación, para ser exactos, detrás de mi armario, e hizo una seña como los soldados, con el dedo índice y el dedo corazón al la altura de su frente. Se dirigía hacia la salida con su honor por las nubes.

- oye, hombre honorable que hace poses de militares. ¿Por qué mi comida está en mi cuarto? Siempre Como Afuera.- dije con obviedad y reproche.- Dato Curioso del día: siempre como a fuera.

-Dato curioso del día: el jefe no quiere que salgas de tu habitación ni para retocar tu feo tinte color moco de gorila.- dijo con astucia y con un rastro de risa.

Tras las palabras dichas por el, salió.
Diría "dejándome con la palabra en la boca" pero siendo sincera no tenía nada con que contestar eso. Me asombre un poco y me tomó por sorpresa que me contestará asi de esa manera tan burlesca.