+•Lucifer•+

N U E V E

Mía

Estaba haciendo nada en la habitación hasta que el tal Parker abrió mi puerta.

Parker: ven, querida. Lamento que te pase esto. Es el peor castigo de todos.

Mía: No es mi cumpleaños para que me regales tu hipocresía ni tus opiniónes, así que mejor guárdalas para alguien que les dé más interés que yo.

Parker: Solo decía.

Parker me llevaba con mis manos esposadas en la espalda,caminando entre pasillos y pasillos, y un poquito mas puertas y pasillos. Estaba mirando el piso, pues ya ver tantas puertas iguales me desconcierta y me Marean. Estaba caminando de lo más tranquila hasta que Parker paro de cantazo y casi me saca los brazos de sitio. Mire frente a mi y la puerta decía "Látigos y Visiones".

Mierda.

Entramos a la sala y había una silla al parecer muy incómoda y muy fría ya que se veía como si estuviese congelada.

Parker: tu te sientas en la linda silla blanca.

Mierda, se refiere a la congelada. Fui muuuuy despacio a esa silla "blanca" y me senté cautelosamente ahí me di cuenta que todavía llevaba la camisa de el puesta solo con mi tanga debajo. Esto dolerá muchísimo. Justo cuando me senté se prendió como una televisión como la misma que estaba en mi habitación. Y salía mi mamá riendo.

Mamá: JAJAJAJA, hoy es para estar de celebración. Al fin esa niña perezosa se largo de nuestras vidas wujuuuu!!!

Dylan: Esa idiota que se robaba mi comida. Gula la castigará personalmente en el infierno.

Mamá: JAJAJAJ que buen chiste, pero ni el. Será el mismísimo Lucifer. Por ser tan inservible en la vida y después de ella.

Ya no podía ver esto. Ya estaba destrozada. No quería verlo ni escucharlo. Quería que despertara viva. Quisiera haber dicho que no a ese maldito trato con Dios. Quisiera que todo hubiese Sido un sueño. Pero a la misma vez le doy gracias a Dios por estar muerta y dejar de estorbarle tanto en sus vidas como dicen.

Empeze a llorar y gritar para no escuchar nada. De la nada Parker se paró muy rápido del suelo y me miró. Con una mirada distinta. Muy distinta.  Me cogió por los hombros y me movió de un lado a otro como si me estuviese batiendo. Luego me cogió del brazo derecho,demasiado fuerte para mi gusto y puso mis dos brazos en un barandal como los de ballet y saco un látigo de no sé dónde y así sin más que decir ni pensar, me empezó a golpear . Primero brazos,luego piernas , muslos, manos espaldas hasta que llegó al lugar que me temía, mi trasero. Me pegaba tan duro que sentía un corte profundo cada vez que me pegaba. Empezó duro muy duro. Halo un poco la camisa hacia arriba con poco a la imaginación. Dios que vergüenza que hice para merecer esto. Trate de bajar la camisa pero me dió en la mano con el látigo. Empezó otra vez con el látigo.