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Bokuto se cambió a la velocidad de la luz, se arregló y salió literalmente corriendo hacía la casa de Akaashi.

Golpeó dos veces pero nadie atendía. Dio un tercer golpe, y se giró para irse, pero la puerta de abrió.

-¡Nos vemos, Akaashi!

La rubia le plantó un beso en la mejilla.

Bokuto se quedó como estatua al ver tal escena, la chica pasó por al lado y le dedicó una mirada horrible, pero eso no importaba porque acababa de ver a Akaashi siendo besado por alguien más.

-Hola Bokuto, llegaste rápido, pasa...

No, no quería pasar, quería irse.

-Akaashi, ay no, me acabo de acordar que deje la estufa prendida al lado de la cama!!

-Pero estamos en veran...

-CHAU.

Bokuto se fue corriendo, y cuándo llegó a su casa, respiró profundo, entró y gritó:

"MAMÁ ME ROMPIERON EL CORAZÓN"

Ahí estaba Bokuto comiendo helado, llorando y contandole a su mamá todo. Absolutamente todo. Pero tuvo que frenar cuando golpearon la puerta y la señora tuvo que ir a atender.

-Perdón Akaashi, Bokuto está muy ocupado hoy, no va a poder salir...

Bokuto se tensó, Akaashi había ido a buscarlo, no dejaba de preguntarse el porqué.

-Hijo... -Su madre interrumpió su estado de shock- Akaashi no quiere irse, dice que sabe que no estás ocupado y que quiere explicarte la situación.

Como pudo, articuló su respuesta: "que pase entonces."

Akaashi pasó y siguió a Bokuto que caminaba hacía su pieza en silencio.

Una vez adentro, el pelinegro se quedó parado frente a su mejor amigo, quién se había sentado mirándolo y claramente esperando la explicación.

Akaashi estaba nervioso, porque por primera vez veía a Bokuto serio. Ni siquiera un rastro de esa chispa que siempre traía consigo. Estaba ¿enojado? Keiji no lo lograba adivinarlo. Así que simplemente comenzó a hablar.

"Bokuto, esa chica estaba en casa porque me pidió la tarea de ayer, claramente como una excusa que no supe ver. ¿Quiso besarme? Si. ¿La dejé? No. Entiendo que estés enojado porque pensaste que tenía novia y no te conté. Pero es tonto que pienses eso, si fuese así te lo diría, por algo somos mejores amigos."

La expresión de Bokuto cambió, parecía triste ahora, suspiró y le respondió:

-Ahí está el problema Akaashi.

Keiji no entendió, ¿dónde estaba el problema?

-Perdón Bokuto, no entiendo.

Kotaro se paró de pronto, se acercó a Keiji y dijo en el tono más serio que había usado en su vida:

"No quiero que seamos simplemente amigos."

Ahí le cayó la ficha a Akaashi, se retó mentalmente por no haberse dado cuenta. Pero entre el shock y la cercanía de Bokuto, sólo pudo hacer una cosa: se rió.

La cara de Bokuto dió un cambio drástico, no entendía nada, y nervioso como estaba, soltó:

-¡¡Akaaaashi!! Si vas a reírte de mis pobres sentimientos sería mejor que no fuera en mi cara.

Y ni bien terminó la frase, estaba siendo abrazado por Keiji, quien le susurraba:

-Idiota.


Por otro lado, Kuroo había llegado a la casa de Kenma, aunque eso le había tomado menos de 5 minutos ya que eran vecinos.

Golpeó y en una milésima de segundos Kenma le abrió la puerta.

Kuroo entró y cuando cerró, recibió un golpe en el estómago, que no le dolió, pero lo sorprendió al bajar la vista y ver que había sido Kenma.

-¿Esa es tu manera de saludar?

-Esa es mi manera de devolverte la serenata nocturna por la cuál mamá me estuvo jodiendo todo el almuerzo.

Kuroo rió, y cuando vio a Kenma sonreír por lo bajo se le llenó el alma de amor. Sin embargo, tuvo que cortar el momento tierno.

-Tenemos que hablar.

-Si.

Kenma empezó a caminar hacía el living, se tiró en un sillón y esperó a que Kuroo hiciera lo mismo en el que estaba al frente.

-No sé por dónde empezar, Kenma, vas a tener que darme un empujón.

-Me besaste.

Kuroo se puso nervioso, Kenma siempre había sido directo con él pero esta vez lo había tomado desprevenido.

-Nos besamos. -corrigió.

Kenma lo miraba fijo, no tenía ninguna expresión, no tenía indicio de pensar absolutamente nada. Parecía estar simplemente esperando la explicación. Entonces a Kuroo no le quedó otra más que hablar.

-Kenma, sé que sos una persona increíblemente inteligente. Sé que ya sabes todo pero necesitas que lo diga en voz alta. Sé que no te bastó con leerlo anoche cuando estaba borracho.

Kenma simplemente rodó los ojos. Entonces Kuroo continuó:

-Sabes que hace años el hablar con las personas no es problema para mi, que sos en quien más confío y que...

Lo interrumpió, pero sin decir nada, en medio segundo Kenma estaba sobre Kuroo besandolo de manera intensa. Y cinco minutos después había vuelto al sillón de al frente.

Kuroo respiraba agitado, sentía que el corazón se le iba a salir por la boca, no podía decir nada pero de igual manera su expresión confundida lo decía todo. Entonces Kenma agarró su videojuego, se acostó sonriendo todo sonrojado y le dijo:

"Espero que eso haya sido suficiente motivación para que dejes de decir pelotudeces y sepas que no voy a mandarte a cagar."

Y si, Kenma parecía muy seguro, pero por dentro no sabía en que momento le había dado tal ataque de adrenalina, porqué lo había hecho tan drástico.

El rubio no se arrepentia para nada de su momento dominante en la charla, incluso, aunque no lo admitiese, disfrutaba ver al más alto tan nervioso y sonrojado, lo llenaba de ternura.

Quince minutos más tarde, Kuroo había logrado calmarse y reordenar su cabeza.

-Kenma, estoy enamorado de vos.

El rubio que estaba acostado tranquilamente, no soltó el videojuego pero se hizo a un costado en el sillón y sonrió. Kuroo lo entendió y se acostó a su lado.

Por otro lado, Oikawa estaba sentado muy incómodo frente a Iwaizumi.

-¿Entonces esto es lo que queres?

Tragó saliva, no, no lo quería. Pero sabía que era lo mejor para su amado.

-Si.

Se levantó y se fue, así, sin despedirse. Así como quien acaba de cortar con su pareja.

Todo el camino a su casa, Tooru lloró como si no hubiera mañana. Sabía que amaba a Iwaizumi como a nadie, pero también sabía lo increíble que era aquel chico de la clase de arte, Hajime merecía conectar con alguien mejor que él.

Vio los mensajes de sus mejores amigos en el grupo y tomó aire, no podía invadirlos con sus problemas cuando estaban siendo tan felices. Ser miserable no era razón para molestar a los demás.

Actuó como siempre.

IDK (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora