El Pasar De Los Años

111 9 6
                                    

Abigail

1 año

-Abigail iré a la tienda, le das de comer a los niños por favor-Gritó Joel desde abajo de las escaleras-

-Si-Dije de vuelta-

Se escuchó que la puerta se cerró, así que yo baje las escaleras directo a la cocina.

La casa de Joel era muy grande y muy bonita así que tuve que correr para cuidar a Luciana y a Sebastían.

Cuando llegué me lleve una gran sorpresa.

Luciana y Sebastían estaban en la periquera pero yo no sabia que Joel ya les había servido y estaban todos llenos de papilla.

-Ay no-Negue-

En ese momento llegó Joel.

-Ya traje las galle...tas-Completó la frase-Te dije que los cuidaras-Habló divertido-

-No les hubieras servido Joel, ya sabes que todo quieren explorar-Hablé seria y me acerqué a ellos para limpiarlos un poco-

-No te enojes Abigail-Dijo Joel riendo-

-No me enojo pero ve hasta las pestañas se llenaron-

-Pero mira se ven tan lindos así-

-Sabes qué es lo que pasa-Me miró-Que tú eres un papá muy consentidor-

-Soy el mejor papá del mundo y no lo puedes negar-Habló con superioridad-

-Ah si súper papá-Arquee una ceja-Buena suerte bañandolos-Joel cambio su cara por una preocupada-

3 años

Estábamos los cuatro juntos en la sala viendo un programa de televisión, mire a mis hijos y Luciana tenia cara de sueño mientras que Sebastían estaba bostezando.

Mire la hora en mi teléfono y si era algo tarde, con eso de que se levantan a la hora que Joel se va a trabajar pues es normal que a esta hora tengan sueño.

-Mira princesa es tu parte favorita-Joel le habló a Luciana y ella lo miró con cara de sueño-¿Quieres que ya nos vayamos a dormir, mi amor?-Luciana asintió y estiró los brazos para que Joel la cargara, lo cual hizo-

Yo cargué a Sebastían y los llevamos a su cuarto.

Joel acostó a Luciana en su cama y yo a Sebastían en la suya, duermen en el mismo cuarto ya que son muy unidos y pequeños tal vez más adelante tengan su cuarto propio.

Le di un beso en la frente y después fui a hacer lo mismo con Luciana.

Joel imitó mi acción y después nos fuimos a dormir.

(...)

En la madrugada salí de mi habitación y bajé a la cocina ya que me dio hambre y sed, me serví un vaso de leche y abrí un paquete de galletas.

Estaba comiendo y en eso escuché a Luciana gritar.

-¡Papi!-

No Merezco Volver |J.C.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora