No Merezco Volver |J.C.|

Final

Abigail.

10 años después

Bueno pues eficientemente diez años han pasado desde que me casé con Jos y verán la vida ha sido normal como la de cualquier otra familia a veces con malos ratos y a veces con buenos ratos pero todo lo hemos sabido sobrellevar y a decir verdad nunca me imaginé que el momento de nuestra boda seria único y algo que jamás me imagine sentir en esos momentos y aún recuerdo perfectamente ese día como su hubiese sido ayer.

Flashback

-¿Los niños?-Le pregunté a Melhany-

-Ya están allá con tus padres en la iglesia y los demás invitados-Dijo Melahny del otro lado de la puerta-Sólo relájate recuerda que hoy es el día de tu boda-

-Eso intento pero no puedo, tengo miedo de que algo salga mal-Le dije nerviosa-

-Yo siento que lo que tú tienes son nervios pero tranquila nada malo pasará todo está saliendo de acuerdo a como tú lo querías, así que si ya acabaste de ponerte el vestido sal de ahí y déjame ver-

Y si tenía razón estaba muy nerviosa, pero hice caso y salí con mi vestido de novia puesto, en poco tiempo tenía que estar en la iglesia con Jos y los invitados.

-¡Ay!-Exclamó Melhany- Te ves sensacional amiga-Sonrió al verme-

-¿En serio te gusta?-Pregunté dudosa-

-Pero claro que si-

Me miré a a mi misma en el espejo y a decir verdad pensé que iba a verme peor pero el vestido que elegí al parecer me quedó mejor de lo que yo esperaba, era un corte princesa pero ni tan ajustado ni tampoco tan apón, la tela de la falda brillaba y de la parte del corset tenia unos diseños de flores con pierdas brillosas, era de mangas pero tipo tirantes tampoco quería algo estraperlee.

-Ya estas lista, sólo respira muy profundo y relájate sip-Asentí-Bien...entonces yo también estoy lista y la limocina está afuera así que vamos-Salimos de mi habitación y con cuidado de no tropezarme bajé las escaleras-

-Melhany, ¿dónde está mi ramo?-

-En la mesa de la cocina ya lo traigo-Corrió rápido por el y en un instante regreso, me lo entregó-

Salimos de casa y el chofer de la limo ya se encontraba esperándonos, amablemente nos saludó y nos abrió la puerta para subir y emprender el viaje hacia la iglesia.

(....)

El toque nupcial retumbó en toda la iglesia así que era hora de comenzar a caminar hacia el altar, papá me iba entregar por segunda vez pero creo que eso no le molestaba ya que el siempre decía que Jos era un buen hombre y un gran padre para los niños.

Papá y yo comenzamos a caminar y créanme que en serio tenia tantos nervios que me dieron ganas de vomitar, no me gustaba que la gente me viera, en pocas palabras no me gustaba ser el centro de atención pero supongo que era a lo que me atenía ya que soy la novia y la que se supone que más deslumbra.

Conforme más me acercaba al altar, visualizaba más de cerca a Jos y mis nervios, por alguna razón, iban disminuyendo.

Cuando llegué por fin al atalar, me sentí en paz al estar con Jos y así la ceremonia comenzó.