CAPÍTULO 29

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CAPITULO VEINTINUEVE

Para el viernes, después de la comida de medio día, Michael los volvió a reunir y les informó que en un par de horas más, tendrían cobertura en sus móviles; que también debían prepararse, porque pronto les avisarían de un nuevo trabajo; después de eso, una vez más, los hombres se ocuparon y las chicas se reunieron con Sam para que las ayudara con su propia preparación para defenderse; ya habían estado un par de horas en la mañana y habían logrado algunos avances con movimientos sencillos; Renata todavía sentía un poco de dolor, pero tanto ella como Valentina, eran las que mayor entusiasmo ponían en el aprendizaje.

Diana por su parte, seguía pendiente de sus pacientes pero estaba algo apagada, extrañaba al Andrés seductor, que a cada oportunidad intentaba convencerla de que hicieran el amor, no el nuevo santo Andrés que dormía junto a ella, pero que no hacía el más mínimo intento por seducirla, que solo le daba castos besos, y luego se dormía como un angelito para levantarse e irse a trabajar con sus hermanos en la implementación del anillo de seguridad.

Sam convenció a su amiga para que también aprendiera algo de defensa y protección personal, aunque Diana al comienzo se negó excusándose en que ella solo tendría que atender posibles heridas; finalmente ganó Sam, quien uso la cuestión del ejercicio para mantenerse en forma y conservar su bonita figura. Pero el estado de ánimo de la doctora, ya había llamado la atención de las otras chicas; por esto interrumpieron el entrenamiento para preguntarle

- dinos Diana ¿qué es lo que te ocurre? ¿Siguen los problemas con Andrés? – Era Sam – la doctora las vio un tanto apenada pero luego se decidió, necesitaba ayuda

- realmente no tengo ningún problema con él – la vieron más angustiadas todavía, ella agregó – ese es el problema, no ocurre nada, estos tres días ha estado atento, cariñoso, protector; en fin, muy pero muy especial – respiró profundo

- ¿y eso que tiene de malo? – Preguntó Reny – me parece que le importas de verdad

- ¡oh! Si claro – las vio una a una sabiendo que reirían a su costa – si ya parece mi hermano – y en efecto, cada una empezó a reír en cuanto entendieron lo que ocurría – sabía que esto ocurriría

- no te enojes; en definitiva eres toda una mujer – Valentina suavizó el ambiente y procedió a explicarse – decimos que no queremos algo, cuando lo que deseamos es obtenerlo sin demora; lo que extrañas son sus atenciones apasionadas, quieres de vuelta al hombre que a toda costa quería dormir contigo

- no si a ese lo tengo; él está durmiendo conmigo, pero solo eso; ya no me toca, no me besa con pasión, no... ya entendisteis – dijo frustrada

- sí, ya entendimos – esta vez fue Alessia la que opinó – tal vez podríamos encontrar contigo una forma sutil de enviarle el correcto mensaje – consiguió su objetivo, atrajo la atención de todas hacia ella, las chicas la rodearon de inmediato y todas, en especial Diana, le estuvieron atentas – no sé si estéis de acuerdo, pero algunos hombres dejan salir el macho dominante y posesivo, cuando ven a otro macho rondando en sus dominios – primero se vieron asombradas y después volvieron a reír sin reparos

- tienes toda la razón – Nina aportó su parte – eso fue lo que por sugerencia de Nicolás y dirección de él mismo, tuve que hacer con Max

- también fue mi estrategia con Tomas – apuntó Valentina – sabía que él me estaba vigilando, usé a un idiota que me invitó a salir y desde luego Tomas se presentó, golpeo al tipejo ese por insultarme y se quedó esa noche conmigo, al otro día me llevó a Villa Loretta donde estuve con vosotras hasta el secuestro que concluyó con nuestro traslado a este lugar

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