Capitulo: 09

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Londres

Falta de aliento, Jazmín cruzo la puerta de su departamento, después de su acostumbrado recorrido por la urbanización. Corría cada día antes de ir al trabajo, extendiendo sus ejercicios en los días libres.

Luego de una reconfortante ducha, se vistió casualmente y bajo a la cocina. Tomando asiento frente a la mesa, extendió la servilleta encima de sus piernas.

-Buenos días, Rose Mary.-saludó probando su café.

-Buen día, señora-devolvió la mujer.

-La chica...

Rose se adelantó, prediciendo la pregunta.

-Si, se marcho después de usted.-informó.

Siempre era lo mismo. Misma discreción, misma limpieza y mismas preguntas.

-Todo organizado y aseado, señora.

-Muy bien.-antes de masticar, Jazmín preguntó.-¿Trajeron la motocicleta?

-Si, esta en el garaje. Los del taller dejaron el recibo de la reparación ¿quiere que lo busque?

-No, luego lo veo y haré el depósito, hoy saldré.-limpiando su boca, se recosto en el respaldo de la silla e informó.-pero antes, me gustaría hablar un par de cosas con usted.

Rose uso la tela de su delantal para limpiar sus manos. Sus ojos azules miraron a su jefa.

-Por supuesto, señora usted dirá.

-La he notado distraída últimamente Rose Mary-comentó sería, pero sin reprimenda.

-Yo lo siento. Le pido disculpas si la he molestado.-dijo Rose avergonzada.

Jazmín negó, con un gesto de manos, señaló la silla a su lado.

-No es necesario que pida disculpa. Puede hablar conmigo con toda confianza, tal vez pueda ayudarla.

-No es nada, de verdad.-se excusó Rose, ocultando sus temblorosas manos bajo la mesa.

Jazmín le dio una mirada, cruzando los brazos a la altura del pecho.

-Rose Mary, confíe en mi. ¿Se trata de Santiago? ¿A vuelto a recaer?

-No, él está perfecto.-se apresuró a decir, sin embargo y tomandole la palabra, confesó cabizbaja.-estos...tres años hace que vengo ayudando a los niños de la calle. Los llevo a casa y les ofrezco comida, ropa y un techo donde dormir.

La mujer mayor estudio a su jefa, buscando aprobación para seguir adelante. En silencio, Jazmín asintió. Observaba atentamente a Rose con el seño ligeramente fruncido.

-Uno de ellos necesita una operación muy costosa y no podemos pagarla. Santiago y yo ganamos lo necesario para pagar los gastos de la casa y...

-Los lleva a su casa ¿dice?-interrumpió su jefa, bajando los brazos.

-Así es.-confirmó suspirando.-nunca pude tener hijos propios y no soporto la idea de que otros abandonen a los suyos. No es justo, se me hace inhumano, cualquier cosa podría pasarles. Así que mi casa es la suya, ahí tienen refugio y cariño pero...

-Se están quedando cortos.-completo Jazmín, tras la afirmación, ella comentó.-Es algo predecible cuando haces de tu casa un albergue.-suspiro-¿Le molestaría si quisiera ir a su casa?

Rose elevó ambas cejas sorprendida por la propuesta.

-Eh, claro que no. Pero ¿por qué querría ir?

-Dije que la ayudaría.

Recalcó, poniéndose de pie. Busco sus llaves y cuando volvió a la cocina, no le sorprendió que la mesa estuviera recogida. Con una mirada se dirigió a su sirvienta.

Desnuda tu alma (ADAPTACIÓN - FLOZMIN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora